Los andaluces apuestan por una gran coalición entre PSOE y PP
Barómetro Joly Especial 22-M
Dos de cada tres votantes del PP optan por una alianza con los socialistas para frenar a Podemos.
Andalucía se enfrenta a una legislatura caracterizada por la inestabilidad y la fragmentación política. Cinco grupos contarán con representación en el Parlamento de Andalucía y ninguno de ellos podrá alcanzar por sí solo la mayoría absoluta, según el Barómetro Joly elaborado para las elecciones del 22 de marzo por Commentia. El PSOE, que obtendría entre 41 y 46 escaños según el sondeo, necesitaría el apoyo de otros grupos para alcanzar la mayoría absoluta o suscribir acuerdos de legislatura que le permitieran gobernar en minoría. La opción preferida por los andaluces es la formalización de una alianza PSOE-PP, al estilo de la gran coalición alemana entre socialdemócratas y democristianos.
Ambos partidos acapararían más de dos tercios del arco parlamentario, ya que el PP lograría entre 36 y 39 parlamentarios si hoy se celebraran las elecciones, según el Barómetro Joly.
Con el apoyo del 28% de los encuestados, el acuerdo entre socialistas y populares cuenta con el doble de adeptos que un pacto PSOE-IU. A ello se suma que la reedición del bipartito que gobernó en la pasada legislatura no garantizaría la gobernabilidad, ya que no lograría sumar los 55 parlamentarios que marca la mayoría absoluta. La candidatura de Antonio Maíllo perdería nueve de los doce escaños que logró en las elecciones de 2012, según el Barómetro Joly.
Menos aceptación recibe una posible alianza entre PSOE y Podemos, que se perfila como la tercera fuerza del Parlamento de Andalucía ya que lograría entre 18 y 21 parlamentarios, de acuerdo con el sondeo. Esta opción sólo seduce al 11% de los encuestados. Como dato curioso, la alianza entre IU y Podemos -que sería insuficiente para formar gobierno-, cuenta con la aprobación del 60% de los votantes de IU en 2012. Esta cifra constituye otro indicio del trasvase de sufragios de la coalición de izquierdas a la formación de Pablo Iglesias, que prácticamente va a fagocitar a los izquierdistas en Andalucía.
La gran coalición entre PSOE y PP, inédita en la historia reciente de España, se percibe de manera muy distinta según el recuerdo de voto en los comicios autonómicos de 2012. Mientras que dos de cada tres electores del PP apoyan el pacto entre socialistas y populares, sólo el 16% de los encuestados que votaron al PSOE en 2012 ratificarían la alianza entre los dos partidos mayoritarios.
Es más, entre los votantes del PSOE cuenta con más adeptos un pacto entre socialistas y Podemos que la llamada gran coalición. Concretamente, el 23% de los electores socialistas suscribirían esta alianza, según el sondeo elaborado por Commentia. Sin embargo, la opción favorita entre los electores del PSOE es la reedición del bipartito que gobernó en la anterior legislatura. El 30% de los simpatizantes del PSOE suscribirían de nuevo el pacto con IU, formación a la que siguen viendo como la aliada natural de los socialistas.
La preferencia entre los votantes andaluces por la gran coalición revela la preocupación por la estabilidad política frente a la irrupción de outsiders como Ciudadanos y Podemos. Sin embargo, el sondeo no aclara cómo podría llevarse a la práctica. Una de las opciones implicaría la inclusión de socialistas y populares en el Gobierno. Pero el rechazo que suscita la alianza PSOE-PP entre el electorado socialista -tal y como revela el Barómetro Joly- implicará muy probablemente que Susana Díaz descarte la formación de un gobierno de concentración si se diera la tesitura.
Otra vía para plasmar la gran coalición es la formulación de un acuerdo de legislatura que implique el apoyo o la abstención del primer grupo de la oposición en asuntos clave, pero sin llegar a entrar en el Ejecutivo. Esto permitiría al Gobierno sacar adelante sus principales medidas a costa de una gran inestabilidad, ya que se encontraría en minoría en la Cámara. Un ejemplo de ello sería la investidura. En primera votación es necesario obtener el apoyo por mayoría absoluta del Parlamento de Andalucía. En cambio, la ley electoral andaluza estipula que en la segunda votación sólo es necesaria la mayoría simple, con lo que la abstención del Partido Popular le abriría las puertas del Palacio de San Telmo a Susana Díaz.
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