UPyD queda relegada a sexta fuerza política en la capital y el PA no levanta cabeza

La UPyD de Rosa Díez no ha llegado ni a los ocho mil votos en Sevilla capital, donde protagonizó un acto singular de campaña limpiando con bayetas las rejas del Parlamento de Andalucía en alusión a la regeneración necesaria tras los casos de corrupción que marcan la actualidad nacional. Los resultados han demostrado que estos escándalos no son castigados en las urnas.

Por detrás de UPyD se sitúa Vox, un partido que se define directamente de derechas y que ha obtenido poco más de 4.200 sufragios con el ex juez Francisco Serrano al frente. Y por detrás de Vox figura el histórico Partido Andalucista, con 3.600 votos. Los andalucistas, que llegaron a detentar la Alcaldía de la ciudad en dos ocasiones (Luis Uruñuela y Alejandro Rojas-Marcos) y a formar parte de sus gobiernos en otras dos (con Soledad Becerril y Alfredo Sánchez Monteseirín), siguen incapaces de levantar cabeza y viven una travesía del desierto sin que, por el momento, se vean opciones de recuperación ni en Andalucía en general (de cuyo gobierno formaron parte), ni en el caso de Sevilla capital en particular, donde durante años gozó de una gran cantidad de apoyos. El PA lleva sin representación municipal desde 2003, cuando su candidato a la Alcaldía, Agustín Villar, no logró ni su acta de concejal. El electorado castigó entonces que el PA pasara de pactar con el PP de Soledad Becerril en el Consistorio a hacerlo con el PSOE de Monteseirín en el Ayuntamiento y con el de Chaves en la Junta de Andalucía.

La novena fuerza política en la capital, según el escrutinio al 100% de estas autónomicas, es el Partido contra el Maltrato Animal (Pacma) con 3.234 votos. Los restates resultados de otras formaciones políticas en la capital son incluso más residuales que los referidos.