Podemos celebra con decepción sus "15 piedras en los zapatos"
Rodríguez admite que no podrá parar desahucios, pero sí pactos secretos entre "partidos viejos".
Cómo explicar que un gran resultado electoral es un gran resultado electoral a una parroquia con cara de pasmo, sorprendida, que pensaba que todo iba a ser distinto, por mucho que los argumentadores, estrategas y demás analistas de la formación pensaran que lo que se había sacado era lo que se iba a sacar. Esta vez las encuestas a pie de urna jugaron una mala pasada. Podemos vio cómo caían entre diez y quince diputados entre lo que se decía a la salida del colegio electoral y lo que había dentro de la urna.
El teatro Távora asistió a la decepción Podemos, en una situación extravagante: tercera fuerza política de inicio, entrando en el Parlamento con un impulso desconocido. "¡Una sonrisa! -pedía un apoderado de 60 años a la gente de las butacas-, que hace dos días no éramos nadie".
De cómo iba a ir la noche dio cuenta Sergio Pascual, el hombre de Pablo Iglesias en Andalucía, que salió al atril con un 7% de escrutino con gesto serio: "Hemos cambiado el mapa político de Andalucía", dijo. Y se fue. Dentro, en el camerino, mientras el inamovible número 15 no oscilaba ni para arriba ni para abajo en la pantallagigante, la candidata Teresa Rodríguez preparaba el modo de animar al auditorio.
La lectura no era muy complicada: "El cambio no es sólo cuantitativo, sino cualitativo. Los partidos viejos ya no van a poder ocultarse para engrasar las puertas giratorias", dijo Pascual, que anunció que "estos medio millón de votos servirán para que se hable mucho de Andalucía".
La aparición de Teresa Rodríguez fue teatral, aplaudida como una diva, vestida con un traje de flores de mercadillo.
"Las dos grandes fuerzas del biapartidismo han perdido 20 puntos y nosotros hemos pasado de cero a quince. Esto no es una foto fija, es un fotograma de la película del cambio". Reconoció que "no vamos a poder evitar que mañana haya 45 desahucios, pero sí vamos a poder evitar que en el Parlamento haya pactos secretos porque donde tengamos nuestros treinta ojos nosotros, los va a tener la ciudadanía".
Describió las capacidades de quienes serán "las quince piedras en los zapatos" que van a tener los partidos viejos y aseguró que la bancada de Podemos será" la bancada de la gente".Y los apoderados, en sus butacas, aumentaron su autoestima y gritaron que sí se puede y el cambio empieza en Andalucía. "Animarse, coño", gritó alguien. Aunque esta vez no se pudo, Teresa Rodríguez salió a la calle para decir a quienes se quedaron fuera que "seremos los mejores parlamentarios que ha tenido nunca Andalucía".
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