La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Las ITV andaluzas, en huelga de nuevo a partir del jueves 26 de septiembre. Una situación que se encadena a la vivida desde el pasado día 19, para completar las ocho intensas jornadas previstas de reivindicación. Convocada por la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), la huelga de las ITV paraliza el sector en Andalucía.
Por ello, con el fin de minimizar al máximo las molestias ocasionadas a los usuarios, Verificaciones Industriales de Andalucía S.A. (Veiasa), entidad adscrita a la Consejería de Industria, Energía y Minas, ha informado sobre una serie de medidas tomadas al respecto.
Desde este organismo, defienden como pilar fundamental la comunicación directa con aquellas personas que tenían previsto pasar la ITV durante los días en los que, finalmente, se está desarrollando la huelga. En este sentido, Veiasa explica que, “con el objetivo de evitar desplazamientos innecesarios, se ha enviado un SMS de cancelación a los usuarios cuyas citas podrían verse afectadas, informándoles de la situación”.
Del mismo modo, apuesta por la reubicación de las citas canceladas “lo antes posible”; mientras que se mantienen unos “servicios mínimos”. Ha sido la Dirección General de Trabajo, Seguridad y Salud Laboral de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo la que ha establecido que permanezca el equivalente a un “15% de la plantilla total de inspectores y un 45% de la plantilla de personal administrativo”, en datos aproximados. “Esto significa un inspector y un administrativo por turno en una línea de inspección universal (todos los vehículos a excepción de las motocicletas) en cada estación ITV”, concluye Veiasa.
Por supuesto, estos servicios mínimos trabajan para solventar aquellos casos que se estimen de mayor urgencia. Veiasa establece entonces una relación de prioridades para pasar la ITV. Entre ellos se encuentran, en primer lugar, los servicios de emergencia. “Vehículos que presten servicios de ambulancia u otros de carácter sanitario; vehículos de cualquier cuerpo de bomberos; vehículos adscritos a los cuerpos y fuerzas de seguridad, y vehículos autorizados para el transporte público de personas”.
Asimismo, los vehículos de particulares civiles también se incluyen en esta lista. Especialmente, aquellos “que deban realizar una inspección técnica para comprobar la corrección de los defectos detectados en una inspección anterior”, o “los vehículos cuya ITV periódica haya caducado o caduque en los días de la huelga, si ya tenían cita reservada”.
El punto más importante es, quizás, la certificación para usuarios afectados. Es decir, “si algún usuario con cita se desplaza a la estación y no puede realizar la inspección, podrá solicitar un certificado de cancelación, que tendrá validez para justificar la situación ante las autoridades en caso de que fuera necesario”.
La huelga se mantendrá, en principio, hasta el 30 de septiembre. Por el momento, no se vislumbra un acuerdo definitivo, pese a que cerca de 60.000 vehículos en toda Andalucía se han visto afectados por la situación. El objetivo es forzar la negociación de un nuevo convenio colectivo para unos 2.000 trabajadores.
Al respecto, recogía la Agencia EFE al comienzo de las ocho jornadas de huelga, los trabajadores de Veiasa, la empresa que explota las ITV en la comunidad andaluza, están sin convenio desde 2012, año que se prorrogó hasta 2017. En aquel momento se empezó a negociar, pero las elecciones y el cambio de Gobierno paralizaron la cuestión. Hasta ahora.
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