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Un viaje al epicentro mundial del aceite de oliva, de la mano de Jaencoop

Mercadona: productos con origen

Nuestra cultura culinaria es tan inseparable del aceite de oliva como lo es la provincia de Jaén de este producto

Villacarrillo es una de las 'capitales' del aceite de oliva: allí la mayor almazara del mundo, la de la Cooperativa el Pilar, asociada a Jaencoop, primer grupo cooperativo de Jaén y que destina el 55% de su producción a la venta en supermercados Mercadona

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Así se elabora el aceite de oliva en la almazara más grande del mundo

La capitalidad del aceite de oliva recae en Jaén y su provincia. Y para comprobarlo, basta con recorrer sus campos o transitar por alguna de sus carreteras, donde la vista se pierde en un mar con más de 60 millones de olivos que ilustran el paisaje.

Y es que el otoño tiene un significado especial en esta parte de Andalucía, es la fecha clave en la recolección de aceitunas. Especialmente en noviembre, cuando el grueso del vareo llega a las almazaras donde se produce el aceite de oliva, ese zumo de aceituna tan determinante en nuestra gastronomía y en la mediterránea en general.

Nuestra cultura culinaria es tan inseparable del aceite de oliva como lo es la provincia de Jaén de este producto. Los olivos forman parte del ADN jienense. Sus frutos producen el 25% de aceite de oliva a nivel mundial, y el 50% de España. No son meras estadísticas, son datos, y como bien se dice, hay que darlos.

Un mar de olivos / José Ángel García

Jaén, tierra de olivos desde los fenicios

Para hablar del cultivo de olivos en Jaén tenemos que remontarnos a varios milenios atrás. Fueron los fenicios, buenos navegantes y comerciantes, los primeros en sembrar olivares en lo que ahora es Andalucía; los trajeron desde Oriente Medio, de donde son autóctonos, e implantaron aquí sus propias técnicas de extracción del aceite de oliva.

Mucho más que olivos, mucho más que tierra 

Esta tierra es mucho más que olivos. Para Juani Moreno su parcela tiene una efusiva carga emocional, y no es para menos: su padre sembró el olivar el día que ella nació, 51 años atrás. Las ramas crecieron junto a ella, y aunque siguen siendo estacas - olivos jóvenes- sus aceitunas son parte de su sustento cada año.

Al igual que el campo y el cultivo de aceitunas es un legado familiar para ella, el cooperativismo también lo es. Lleva siendo cooperativista desde hace 30 años, cuando su padre la inscribió, con una primera parcela y la hizo arrendataria, en Nuestra Señora del Pilar de Villacarrillo, una de las cooperativas que se integran bajo el paraguas de Jaencoop.

Moreno sigue llevando su producción anual a la misma, ahora más modernizada. Allí, en la almazara más grande del mundo, se seleccionan las aceitunas para la molienda y se lleva a cabo el proceso de molturación, en el que se trituran para extraer el jugo, que luego se procesa y embotella hasta llegar a nuestra mesa.

El aceite de oliva, un producto vivo que nos posiciona como principales proveedores a nivel mundial

Para todos es de sobra conocida la riqueza de los recursos agrícolas de Andalucía, eso ha implicado la formación de una amplísima red de cooperativas que cubren nuestra región de punta a punta. Unas entidades que son impulsoras de la economía regional.

Podemos decir que Jaencoop es una cooperativa de cooperativas: 26.000 socios forman parte de esta red referente en el sector oleícola. Es decir, 26.000 familias que, juntas, integran el principal grupo cooperativo de la provincia, ubicado en una zona estratégica del olivar.

Los asociados a Jaencoop explotan más de quince millones de olivos distribuidos en una veintena de municipios, situados en torno al Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, y en las comarcas de El Condado, La Loma y Sierra Morena.

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El cooperativismo en el sector oleícola / José Ángel García

La optimización de recursos y la sostenibilidad en el cultivo

Aunque el producto pueda parecer el mismo que antaño y el paisaje de olivares a simple vista no difiera mucho del de hace décadas, el trabajo que los agricultores desarrollan actualmente sí que ha evolucionado. Los avances tecnológicos llegan al campo y aplicar la innovación en este sector es cada vez más esencial. Así lo confirma Moreno:

"Siempre he sido curiosa, cuando venía con mi padre anotaba en excel la producción o los tratamientos que echaba, entre otras cosas, hoy en día el sector agrícola se está profesionalizando y yo también me estoy formando en la agricultura de precisión. El olivar tradicional no puede competir con el intensivo, por lo que tenemos que optimizar muchísimo los recursos. Me he sacado la licencia de piloto de dron y ahora quiero hacer el curso de interpretación de imágenes con cámara multiespectral para saber qué es lo que necesitan mis olivos y echárselo minuciosamente según los datos que me den esos exámenes".

Los olivos en Jaén son, en muchos casos, un legado familiar que te une a la tierra en la que creces, a ese mar verde que cubre hasta donde alcanza el horizonte.

La colecta también ha evolucionado, ahora se suele realizar con un tractor con paraguas vibrador que "sacude" al olivo y hace que las aceitunas caigan y se aflojen en las ramas que se repasarán con un peine. De esta forma, caen a una red en el terreno que será la que luego se recoja y vacíe en los camiones que transportarán la producción a una de las 26 almazaras de Jaencoop.

Vareo del olivo. / José Ángel García

La actividad agraria se actualiza no solo en tecnología, sino también en concienciación ambiental, y es que si algo saben en el campo es de la importancia de cuidar el entorno. Moreno reconoce que antes "se labraba mucho, había mucha erosión del terreno", lo que era contraproducente para el sistema. Ahora, todo se controla y mide más. En palabras de Yolanda Henares, responsable de operaciones de Jaencoop,  "los análisis que se llevan a cabo muestran lo que realmente le hace falta al campo y en qué medida, lo que hace esta actividad mucho más sostenible".

Del campo a la almazara

Pero no solo se moderniza el trabajo en el campo. También se monitoriza el proceso de recolección y entrega.

Muchos agricultores, al igual que Juani Moreno, tienen en su familia la impronta del cooperativismo y han vivido desde pequeños cómo sus padres y sus abuelos llevaban las aceitunas de sus olivos a las cooperativas. Ahora lo siguen haciendo de una forma más automatizada en cuanto al ingreso de los miles de kilos de aceitunas que llegan a los diferentes patios de Jaencoop.

Cada agricultor tiene su propia ficha relativa a su número de socio, en la que aparecen las parcelas de la propiedad y un registro histórico de la producción. Esa ficha es la que escanea el lector de la cooperativa cuando llevan las aceitunas que han recogido, al depositarlas es necesario especificar de qué parcela es, de esa forma se monitoriza este proceso que garantiza la trazabilidad desde el campo hasta la mesa del consumidor.

La almazara de la cooperativa Nuestra Señora del Pilar, la más grande del mundo / José Ángel García

La sinergia entre Mercadona y Jaencoop, un impulso al cooperativismo

Desde que comenzó la relación entre Mercadona y Jaencoop en 2018 ésta solo ha dado buenos frutos, y nunca mejor dicho. En siete años, la compañía de supermercados ha pasado a comprar el 50% de la producción de la cooperativa. Jaencoop ha visto aumentado considerablemente la actividad en su división de envasado, lo que se traduce en un 28% de aumento de la plantilla; al igual que la inversión en mejoras industriales que ya supera los 2,9 millones de euros y que tiene una previsión de 18 millones más para una nueva planta envasadora.

Este grupo cooperativo ha evolucionado exponencialmente en productividad, digitalización, trazabilidad y control de la calidad; logrando un alto grado de especialización en la comercialización de aceites de oliva vírgenes que ha posicionado a Jaencoop como la primera envasadora de aceite de oliva virgen de España.

Como bien dice su presidente, Cristóbal Gallego, "contar con la mayor bodega de aceite de oliva del mundo, con capacidad de 17 millones de kilos de aceite, y trabajes con depósitos de gran evergadura, de 200 mil a 500 mil kilos, homogeneiza y mejora el producto final".

"Que Mercadona confíe en el modelo productivo cooperativo, en un modelo local que cuida sus producciones y el entorno, es una ventaja, porque no solo se garantiza al consumidor final un producto de calidad sino que es una apuesta decidida por el mantenimiento de la población en el mundo rural", declara Gallego.

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