La ventana
Luis Carlos Peris
La Navidad como pata de un trípode
Si el martes fue el consejero de Educación quien informó de que el planteamiento de la Junta de Andalucía era completar la vacunación a la población con menos de 12 años entre octubre y noviembre, ayer se sumaron a tal anuncio el titular de Salud y el vicepresidente. Los dirigentes andaluces, incluido el presidente, Juanma Moreno, que aclaró desde Cádiz que la inmunización infantil es "un deseo", han salido en tromba para vocear la ampliación de la cobertura vacunal a las personas de entre 0 y 11 años. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, declaró ayer que recabó la información de la fecha de vacunación de los menores en la reunión del Consejo Interterritorial de la pasada semana. Sin embargo, no solamente no existe aún una autorización de los organismos regulatorios de fármacos sino que el respaldo científico que requiere un proceso de vacunación está aún lejos de un respaldo científico.
En este momento, el laboratorio Pfizer está efectuando un ensayo clínico que estudia la eficacia y la seguridad del fármaco entre la población infantil y que se encuentran en la fase III -la etapa anterior al empleo de emergencia que se ha extendido extraordinariamente durante la pandemia-. Hay niños andaluces que están participando en este experimento. La investigación está en marcha, pero los expertos no creen que la aprobación de la vacunación a los menores de 12 años sea tan prematura como aseguran los dirigentes de la Junta de Andalucía.
De hecho, los requisitos de seguridad exigidos por el órgano regulatorio de Estados Unidos -la FDA- para dar vía libre a la inmunización infantil provocará una demora. "Los ensayos se están retrasando porque la FDA ha considerado que se necesita un número mayor de niños para asegurarse de que se cubren casos raros de efectos secundarios, con lo que en estos momentos se baraja el fin de año como fecha más probable de aprobación de la vacuna para menores de 12 años", explica Matilde Cañelles, viróloga del CSIC.
Los plazos temporales expuestos por esta especialista en virus vienen a coincidir con los que explica Manuel Gijón, pediatra y responsable de los estudios de la vacuna contra el Covid de Pfizer, quien menciona un periodo de "tres o cuatro meses" aún de seguimiento para conocer el grado de protección que otorga la vacuna a la población infantil. En cuanto a la seguridad, Gijón considera que la vacuna está siendo" bien tolerada por los niños" hasta la fecha. "Prácticamente no se ha visto ningún efecto adverso grave".
De todos modos, después de que la EMA -el órgano europeo equivalente a la FDA- apruebe el empleo de la vacuna a los niños deberá procederse a su administración real. El mismo Gijón explica en una entrevista concedida a Niusdiario que tal cuestión será "un debate largo, porque el beneficio de vacunarse no va a ser tan alto como en los adultos". El riesgo de las vacunas de ARNm es "muy, muy, muy bajo", dice el pediatra, "pero también es cierto que el Covid cursa leve en la mayoría de los niños, la tasa de hospitalización es muy baja y la de muerte es prácticamente marginal".
Andalucía cuenta ahora con el 77,4% de la población vacunada. Es natural que los contagios y las hospitalizaciones se desplacen pues a los grupos no vacunados, como será el caso, en exclusiva de la población con menos de 12 años, aparte de los dudosos o negacionistas. Los niños, una vez contagiados, también pueden propagar el coronavirus a las personas con las que conviven en los hogares. Por eso, la utilidad de la vacunación infantil no sólo radica en la levedad del curso de la enfermedad sino en las cuarentenas a las que se verían obligadas sus familias o las familias de los compañeros de clase en el caso del contagio. Es un argumento a favor.
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