"La única izquierda española antiindependentista es el PSOE"

pedro sánchez. secretario general del PSOE

El líder socialista sostiene que el sistema de financiación que comienza a debatir con Rajoy será "el mejor" para Andalucía

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el martes pasado en Sevilla.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el martes pasado en Sevilla. / Fotos: Antonio Pizarro
Juan M. Marqués Perales

28 de enero 2018 - 02:33

Pedro Sánchez regresó a Andalucía el martes pasado; hace ya diez meses que es secretario general del PSOE por segunda vez y aprovechó la ocasión para entrevistarse con Susana Díaz. Nada personal por ambas partes. Charlaron sobre las conversaciones que Pedro Sánchez ha abierto con Mariano Rajoy sobre la reforma constitucional y la del nuevo modelo de financiación. Entre octubre y noviembre, quien fuese el señor del no se puso al lado del Gobierno central frente al desafío separatista. Ahora hay un entendimiento con Rajoy en estos asuntos, pero nada más: sabe que el PP y Ciudadanos van a librar la madre de todas las batallas en las siguientes elecciones y que Podemos ha terminado de hipotecar la indignación del 15-M con su postura en Cataluña.

-¿La relación con Rajoy ha mejorado durante estas semanas a causa del apoyo que le ha dado en Cataluña?

-Bueno, no ha sido un cheque en blanco, sino unas conversaciones entre ambos ante una crisis de Estado y el acuerdo de que teníamos que rescatar las instituciones de Cataluña a través de la aplicación del artículo 155. Éramos conscientes de que estábamos sentando un precedente y que teníamos que ir respondiendo de modo proporcional en cada momento. Creo que el Estado actuó de modo inteligente.

-¿Y el 1 de octubre que le pareció?

-Hay que ser sinceros, el 1 de octubre nos hizo daño en la escena internacional. Hayan sido las imágenes manipuladas o no, y algunas lo fueron, supuso un deterioro de nuestra imagen y un poco de gasolina para el secesionismo. Es evidente que el Gobierno de España no gestionó bien el 1-O. A partir de ahí, hay que mirar hacia adelante y no cometer los mismos errores.

-¿Esto lo ha comentado con el presidente? ¿Qué dice de ello?

-No puedo revelar las conversaciones privadas, lo que sí hice es que se lo trasladé. A mí también me lo han comentado líderes internacionales y, en ese sentido, el apoyo del PSOE ha sido determinante. Porque es verdad que el secesionismo ha jugado con la imagen de una España franquista y, claro, ver que un partido antifranquista como el PSOE estaba a favor de las medidas, pues les desmontaba ese relato.

-Pero habrá ganado su relación con el presidente.

-Sí, sin duda, ahora hay más confianza y más fluidez. Siendo dos políticos muy distintos, pero en esta cuestión es esencial el acuerdo. Yo he oído los reproches públicos de Unidos Podemos, en el sentido de que no nos diferenciábamos del PP, pero el PSOE ha demostrado que es la izquierda española antiindependentista. Y una cosa es ser alternativa al PP en su políticas y en su manera de comprender y entender España, pero es España. ¿Se entiende? Es España. Hay una cuestión prepolítica, que es el acuerdo por la convivencia.

-¿Para usted fue una sorpresa la deriva que siguieron ERC y el PDeCAT? ¿Usted llegó a creer que era posible una negociación?

-Ahora mismo hay un debate en todos los escenarios, incluido el global, sobre las sociedades abiertas y las cerradas, y el independentismo aboga por una Cataluña ensimismada y aislada de España y de Europa. Lo que ocurre en Cataluña tiene que ver con otros movimientos reaccionarios en Europa, el independentismo tiene un corte supremacista. Cuando califica a quienes no votaron el 1 de octubre de siervos españoles, está marcando las diferencias de su jerarquía. El independentismo es un movimiento reaccionario, regresivo en cuanto a que implica un retroceso democrático.

-¿Fue idea del PSOE unir la convocatoria de elecciones catalanas con el 155?

-Fue una reflexión conjunta con el presidente del Gobierno. No era ajeno a las presiones que el presidente tenía dentro de su partido para prolongar la aplicación del 155, pero los dos teníamos claro que había que convocar las elecciones. Al acuerdo al que llegué es que las elecciones había que convocarlas en enero, febrero y él las anticipó al 21 de diciembre; más allá del cambio de fecha, el objetivo era el mismo.

-Podemos ha cometido un error de libro en Cataluña, error que se paga en el resto de España, pero también en esa comunidad.

-Hay mucha gente de izquierdas que ha confiado en Iglesias, pero es verdad que él le ha fallado a esa gente y le ha fallado a la propia España, a los españoles de izquierdas y a los españoles en general. Él ha impedido que haya hoy un presidente de izquierdas y él no ha defendido la soberanía nacional. Aquellos que defienden el derecho a la autodeterminación o bien son independentistas o bien les da igual que Cataluña se independice, y no sé qué es peor. Por eso nosotros estaremos dispuestos a negociar cómo unir España, no cómo separarla.

-Ahora, Iglesias quiere hablar de políticas sociales.

-Hay un planteamiento de Podemos que es equivocado. Dicen, nosotros no queremos hablar del debate territorial, queremos hablar sólo de la política social, pero la ciudadanía no va a escuchar sus propuestas de políticas sociales si antes no defiende la soberanía de todos. Parten de una premisa equivocada. Por eso creo que el PSOE es la única izquierda que puede ganar a esta derecha partida en dos.

-Si el Constitucional finalmente impide la elección de Puigdemont, ¿qué pasará después? ¿Se abre la posibilidad de buscar un segundo candidato si su presidencia no es efectiva? [La entrevista se realizó antes de que el Gobierno llevase la impugnación al tribunal]

-Me gustaría que el bloque independentista se emancipara de Puigdemont. Él representa todo lo que no necesita a Cataluña, que es una vuelta a la unilateralidad y la ilegalidad. El bloque no puede volver a cometer el error de lectura de 2015, que no entendieron que no tenían una mayoría social detrás. No hay una mayoría social a favor de irse, puede haber una mayoría social a favor de actualizar su relación con España. Y en eso encantados de dialogar, pero si al final de este camino, con todo lo vivido, si hay un presidente que sólo gobierna para una minoría mayoritaria, habrán perdido todos, incluido los suyos.

-¿Y será presidente?

-Mi convicción es que Puigdemont no debe ni puede ser. Aquellos que abrieron la puerta a la marcha de empresas de Cataluña ahora plantean el traslado de la Generalitat a Bruselas.

-¿Se sigues fiando de Pablo Iglesias? Esta última propuesta de que se dejaría toda vía separatista si el PSOE acepta una moción de censura a Rajoy, ¿qué es?

-Bueno, a mí me acusaron de buscaba la Presidencia del Gobierno a toda costa y que no tenía problemas con los independentistas. Eso no es cierto. Antes del 1 de octubre recibimos propuestas del independentismo para hacer una moción de censura a Mariano Rajoy a cambio de hacer un referéndum, en su jerga, legal y pactado. Por supuesto que lo rechazamos. Iglesias dice que hay mimbres para una moción de censura, hacer una moción con Puigdemont y Junqueras se cae por su propio peso, hay una cosa muy importante que es la ley de la gravedad. ¿Y luego? Las mociones son constructivas, y no puede plantearse un programa de Gobierno para España con quien quieren romperlas.

-¿Iglesias sigue siendo un socio preferente?

-Iglesias ha estado más en la oposición al PSOE que al PP. Mire, la derecha se está rompiendo en dos y lo que deseo es aglutinar a toda la izquierda en torno al liderazgo del PSOE. Y creo que podemos ser la primera fuerza política en las próximas elecciones.

-Ciudadanos y el PP, cada vez peor entre ellos, a pesar de que son aliados.

-Y estamos en los prolegómenos. Hay una parte del conservadurismo de este país que considera que el PP ha dejado de ser el instrumento de Gobierno que fue. Tenemos un Gobierno vacío de ideas y repleto de corrupción, y Ciudadanos puede ser el remplazo de la tradicional derecha española. La diferencia entre ambos partidos es más la regeneración democrática que el corpus ideológico y programático.

-¿Con Ciudadanos es posible pactar?

-Sí. En regeneración democrática, sin duda alguna; en lo social, lo veo más complicado, y en lo laboral, muy difícil. Pero si el combate de nuestro país es contra la desigualdad social la respuesta es más socialdemocracia no más neoliberalismo.

-¿Podría formar un Gobierno de coalición con ellos en el ámbito estatal?

-Aspiro a gobernar en solitario.

-La respuesta es buena, pero usted sabe, porque lo ha sufrido, que ya no es posible gobernar solo, se imponen las coaliciones.

-Sí, en España y en el conjunto de Europa. Si el acuerdo con Rivera hubiera salido adelante, hoy estaríamos en una legislatura distinta. Pero Rivera ha optado por dejar el centro y ocupar la derecha, no lo cuestiono, pero para nosotros ya no es el mismo planteamiento.

-Usted ha sido mucho de vetos. Vetó a Inés Arrimadas como presidenta.

-Bueno, no hubiéramos impedido un Gobierno constitucionalista en Cataluña, lo que ocurre que en estas elecciones había un debate identitario y otro político, y me refería a lo último.

-¿Qué le parece lo de Alemania? El SPD ha comenzado a negociar con Merkel.

-Alemania no es España ni Merkel es Rajoy. No sé si en el PP han dimitido por plagiar una tesis. Sigo mirando a Portugal como una fórmula de un acuerdo del Partido Socialista con otras fuerzas de izquierdas. Ahora tienen el apoyo del 45%, y cuentan con un secretario en Naciones Unidas y un presidente en el Eurogrupo. Veo esas diferencias entre nuestros países, Rajoy ha abandonado la escena internacional.

-¿Cree que, sin Presupuestos, agotará la legislatura?

-Rajoy es un magnífico conservador, pero no para transformar el país, sino para conservase a sí mismo. No se explicaría que después de liquidar el Cupo vasco a Euskadi no tuviera el apoyo del PNV a los Presupuestos. Y si no ocurre, Rajoy tendrá que explicarlo. No puede ser que hagas esa liquidación, que mantengas al resto de comunidades sin el nuevo sistema de financiación y, luego, no te voten.

-Ha comenzado a negociar con Rajoy el nuevo modelo para el reparto autonómico.

-No hay nada negociado, lo que hemos hecho es hablar. Le he explicado que nosotros estamos dispuestos a sentarnos con ello para lograr un acuerdo en financiación autonómica. En dos niveles, uno con nosotros, con la dirección federal, más general, en el que solicitamos un mayor apoyo a las materias del Estado de bienestar. Queremos que la educación alcance un gasto del 5% del PIB, y ahora es del 3,5% del PIB , y la sanidad llegue al 7%, y no por debajo del 6%. Hablemos del Estado de bienestar, y que además negocien con las comunidades en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

-Eso supone más dinero para las comunidades.

-En efecto, incremento de las transferencias hacia las comunidades autónomas. Pero al día de hoy, aún no han presentado los números del nuevo sistema de financiación.

-Hay gente como la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, que sostiene que no están hechos ni los números.

-Pues si ella lo dice, puede ser, porque es de las que más sabe.

-No le he preguntado por Susana Díaz. El martes se entrevistaron durante media hora. ¿Hablaron de su relación?

-Estuvimos hablando, precisamente, de la negociación del modelo de financiación.

-¿No hablaron de su relación, del PSOE andaluz, del encaje?

-Es evidente que hubo un proceso de primarias y un congreso, pero ella sabe que mi compromiso con Andalucía es mi compromiso con España, queremos que Andalucía tenga el mejor sistema de financiación de la historia. Por eso queremos que uno de los criterios de reparto sea la tasa de desempleo de las comunidades y otros factores que importan a Andalucía.

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