El 'sudoku' pasa de los tiempos

Desde hace meses se conocía que Pedro Solbes, ministro de Economía, no iba a encontrar solución al sudoku de la nueva financiación autonómica -como él mismo denominó- antes de la fecha límite aprobada en el Estatuto de Cataluña para contar con un nuevo modelo.

Llegado el día y como se había anunciado esta semana, el tripartito que gobierna la Generalitat -PSC, ERC e ICV-, con la alianza de CiU, escenificaron ayer su desagrado por el "incumplimiento" del Gobierno. Aconteció en una reunión en Barcelona entre responsables de los partidos catalanes, ausentes los líderes José Montilla (PSC) y Artur Mas (CiU). A su conclusión, fue el consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells (PSC), quien avanzó el próximo movimiento de Cataluña sobre el tablero en el que se decidirá el reparto de dinero a las autonomías.

Castells (PSC) avanzó que los partidos catalanes trabajan para conseguir un modelo de financiación antes de que se voten las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), ya que éstos deben recoger "buena parte" de ella.

Castells presiona, pero no ahoga, y no se pronunció si los 25 diputados del PSC deberían votar en contra de los Presupuestos Generales desmarcándose del partido. "Quiero pensar que tendremos unos PGE tan respetuosos con el modelo de financiación autonómica propuesto en el Estatut que no tendremos problemas en votarlos", advirtió.

Emuló a Montilla, ausente de la reunión de protesta pero que en un mitin en Tarragona la noche anterior, censuró el "incumplimiento" del Gobierno y avisó de que "lo bueno para Cataluña es bueno para Zapatero". Desde Haití le reprendió la vicepresidente del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que, tras llamarlo por teléfono, censuró a Montilla por su "exceso verbal".

Contundente fue el portavoz parlamentario de CiU, Francesc Homs, que definió a Zapatero como el presidente "más falso" de la historia de España por su "incumplimiento flagrante" del Estatuto de Cataluña. El líder de CiU, Artur Mas, animó a los socialistas catalanes a votar en contra de los PGE si no consiguen el objetivo: mantener su riqueza per capita sin esforzarse en la aportación solidaria a otros territorios.

El Gobierno pidió tranquilidad. La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, les aseguró que el Gobierno "ha cumplido, cumple y cumplirá el Estatuto" y dejó abierto un futuro acuerdo. González Pons, del PP, cree que el PSOE "puede estar rompiéndose". El sudoku de la financiación pasa más por un rompecabezas que por un pasatiempo.