El fraude de cursos del sindicato SIT alcanza a decenas de miles de títulos falsos
Desarticulada la banda que vendía diplomas fraudulentos de cursos por 80 euros · De 10 detenidos, 8 en Cádiz y 1 en Mérida y Canarias, sólo el cerebro, el isleño Eladio Gracia, está en prisión
La investigación del fraude de cursos de formación a cargo del Sindicato Independiente de Trabajadores de Cádiz, que este diario adelantó el pasado día 11 de noviembre, ha sacado a la luz una estafa de proporciones descomunales y de suma gravedad.
Tanto es así que la Guardia Civil calcula que son "decenas de miles" los títulos falsos expedidos, muchos de ellos, de cuidados sanitarios vitales. Diplomas y certificaciones fraudulentas que han servido para que los compradores, que tan sólo abonaban 80 euros y no asistían ni a una sola clase, hayan podido obtener puestos en empresas privadas o entrar en bolsas de empleo público, como la del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y ganar puntos en oposiciones.
En total, han sido detenidas diez personas, ocho en Cádiz, una en Mérida y otra en Canarias, comunidad en la que hay además dos personas imputadas.
El cerebro del lucrativo negocio, según la investigación de la Guardia Civil, tutelada por el titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Cádiz , es el secretario del SIT, Eladio Patricio Gracia Sadaba. El máximo responsable de esta central (creada por escindidos de Comisiones Obreras en el seno de la empresa Dragados), natural de San Fernando, fue detenido en la primera fase de la operación, llamada Catis, el 27 de octubre.
Junto a él, fue detenida también la coordinadora de la actividad del sindicato, la jerezana Rocío López García, y seis empleados de la central domiciliada en la gaditana calle Brasil, María del Carmen L.P., José María M.M., José Diego L.C., Inmaculada F.M. Yaiza Nieves R.P., y Pedro O.R.S. El juez decretó prisión incondicional para Eladio Patricio, que se encuentra en Puerto 2 desde hace un mes, dejando en libertad con cargos a los 7 restantes.
Según las pesquisas de los agentes, el secretario y la coordinadora eran los que firmaban los diplomas que acreditaban que los miles de beneficiarios de esta estafa formativa habían realizado los cursos que les permitían colocarse o medrar puestos en oposiciones en detrimento de legítimos aspirantes. Los seis empleados, por su parte, se encargarían de cobrar la tasa estipulada de 80 euros y de entregar la documentación.
Para todo este montaje, el SIT contaba con la connivencia de responsables de al menos dos empresas homologadas para la impartición de cursos. Una, emplazada en Mérida, Preving Consultores S.L., especializada en cursos de prevención de riesgos laborales, y otra en Canarias, la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales del Gobierno de dicha comunidad, ESSSCAN, desde donde facilitaban la fachada legal de los cursos sanitarios. Y ha sido en la segunda fase de la operación, desarrollada el pasado día 23 de noviembre, cuando los efectivos de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz, los encargados de la investigación, han detenido a los supuestos responsables de la cobertura pedagógica de la trama. De este modo, en Mérida fue apresada la directora general de Recursos Humanos y del Área de Formación de Preving, María Evangelina M.G., al tiempo que en Canarias era detenida la directora de la escuela sanitaria, María Inmaculada A.A. Las tres han quedado en libertad con cargos. En la comunidad canaria también han sido imputadas dos ex directoras de ese centro que depende de la Consejería de Sanidad del Gobierno canario, que el Partido Popular dirigió hasta la ruptura del pacto de gobierno con Coalición Canaria en octubre, Inmaculada C. y María de H, según la agencia Efe.
Fue una carta anónima enviada a la Guardia Civil hace justamente un año la que alertó de que el sindicato ofrecía títulos oficiales a cambio de dinero. La misiva fue remitida por una persona que acababa de concurrir a una oposición, y que quedó apeada, mientras un amigo suyo, que había pagado al SIT para hacerse con diversos títulos, lograba colocarse gracias a la puntuación obtenida con el falso currículum.
Arrancaron ahí unas pesquisas que se han prolongado durante un año, en el que los agentes han descubierto mil y una supuestas irregularidades cometidas por la trama que dirigía Eladio Patricio Gracia. Como esos cursos de cien plazas que de repente, pasaban a tener 700 alumnos a través de la venta a mansalva de las fraudulentas titulaciones. O los grados formativos, algunos de enorme importancia como los cursos de soporte vital básico o urgencias hospitalarias, de 100 horas, que los destinatarios de los cursos obtenían en únicamente 48 horas, ya que ni siquiera los organizadores tenían la precaución de dejar pasar un tiempo prudencial para que colara que los 'alumnos' habían asistido al curso.
Los beneficiarios de la estafa, incluso, podían matricularse en cursos de años anteriores, siéndoles proporcionados los correspondientes diplomas con fechas anteriores a su inscripción.
No era algo inusual además que las titulaciones que rubricaban secretario y coordinadora del SIT presentaran hasta tachones y fechas que no coincidían con los certificados expedidos por las escuelas compinchadas, en Mérida y Canarias, detallando la idoneidad y superación del alumno en cuestión que hubiera cursado el curso fantasma.
La Guardia Civil pudo comprobar que el SIT, previo pago de 80 euros y con una mera fotocopia del DNI, proporcionaba diplomas y certificados de asistencia a cursos oficiales sin recibir formación alguna a cualquiera que lo solicitara. Pronto se descubrió que el sindicato era una tapadera: en la sede de Brasil no hay siquiera aula para impartir ningún curso, y sus miembros, según la Benemérita, no realizaban actividad sindical alguna. Su única finalidad, aseveran desde el Cuerpo, era el lucro económico obtenido con el cobro de los cursos fantasma,. La cuantía total de ese lucro aún no ha sido determinada. Sí se ha intervenido una cuenta bancaria a nombre del SIT, con un saldo de 1.460.533 euros, cerca de 1,5 millones provenientes de pagos de 'alumnos' entre 2007 y 2009. Esta cantidad no incluye el dinero cobrado en efectivo en las propias oficinas. Y podría ser una cifra mucho mayor, ya que al cabecilla, aseguran fuentes del caso, le gustaba cobrar en 'cash', en metálico: Todos los días se llevaba la recaudación a su casa, con la excusa de ingresarlo él personalmente en la cuenta del sindicato. Incluso se habría podido determinar que Eladio se agenciaba facturas falsas, para cuadrar las cuentas del también fraudulento sindicato, de envíos os de correos, de comidas, ...
El negocio, qué duda cabe, era redondo para todos. Para los falsos 'profesores' y para los 'aventajadas' alumnos, que, pagando sólo 80 horas y en menos de tres días, se hacían con documentación que acreditaba haber realizado unos cursos cuyo valor real en el mercado ronda los 500 euros. Por eso empresas legales han colaborado activamente con la Guardia Civil en la investigación. Porque las andanzas del sindicato de pega "les estaban llevando a la ruina".
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