"La prohibición de los descartes es ambiciosa, pero realista"
Maria Damanakis. Comisaria europea de Asuntos Marítimos y Pesca
La griega deja el cargo tras impulsar una nueva Política Pesquera Común que favorece la convivencia de la industria con el medio ambiente
Maria Damanaki (Creta, 1952) es la comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca. Ingeniera química de formación, España fue su primer destino en viaje oficial después de asumir el cargo. Después de licenciarse, se diplomó en una universidad británica con una tesis sobre el liderazgo de las mujeres en Grecia y sin duda, se ha convertido en una de ellas. Reducir la sobrepesca en la nueva reforma ha sido uno de sus objetivos como comisaria. "En el Atlántico Norte se ha reducido el 80% la sobreexplotación", cuenta orgullosa.
-Después de proponer la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) y de que Consejo y Parlamento introdujeran modificaciones, ¿qué cambiaría usted?
-Lo que tratamos de hacer con esta reforma es recuperar la sostenibilidad de las pesquerías. Es bueno para los peces, los pescadores y las comunidades costeras que dependen de la pesca. La nueva PPC es el resultado de intensas negociaciones. Como comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca, lancé una propuesta muy ambiciosa a mediados de 2011 y estoy muy satisfecha de que los apartados principales de esa propuesta se hayan respetado en el compromiso final. En particular, el de la pesca sostenible, que pone fin al despilfarro de los descartes mediante la regionalización de las decisiones. Las partes interesadas en Andalucía tendrán más posibilidades que nunca para dar forma a la política en su fase de implementación. La Comisión y los Estados miembros deberían centrarse ahora en poner la nueva política en práctica porque tenemos una serie de plazos que cumplir.
-¿La reforma pone fin a la sobrepesca?
-Sí, ya lo está haciendo. Ahora es una obligación que la UE gestione las poblaciones en niveles sostenibles, el llamado nivel RMS (Rendimiento Máximo Sostenible). La pesca será sostenible a largo plazo a través de un enfoque plurianual, en vez de tener que tomar decisiones anuales ad hoc. El pasado diciembre, los ministros de los 28 estados miembros ya aplicaron los nuevos principios de la política y el resultado es que hemos aumentado el número de poblaciones de peces objeto de pesca a 27 en 2014.
-A la hora de distribuir las cuotas entre los estados miembros, ¿se tienen en cuenta los datos científicos o es una decisión política?
-La distribución de las cuotas entre los estados miembros se basa en la "estabilidad relativa". Las asignaciones que se han utilizado desde que este asunto es competencia de la UE, por lo que las cuotas son muy predecibles para cada Estado miembro. Siempre nos proponemos niveles de TAC (Total Admisible de Capturas) sobre la base de dictámenes científicos que tienen en cuenta aspectos biológicos y socioeconómicos y que garantizan un trato justo entre los sectores de pesca. También se toman en consideración las opiniones expresadas por los interesados. El Consejo de Ministros es quien recoge estas impresiones y decide sobre los TAC, que no siempre coinciden con los niveles propuestos por la Comisión.
-¿La prohibición de los descartes es suficientemente progresiva?
-Sí, durante las conversaciones con los socios comunitarios llegamos a articular una línea de tiempo razonable para prohibir los descartes. La industria necesita tiempo para ejecutar una transición a un sistema en el que todas las capturas lleguen a puerto y se reduzcan las no deseadas. En la UE hemos reconocido que se necesita un tiempo de preparación para aplicar un acuerdo que es ambicioso pero también realista. El año que viene notaremos los primeros cambios en las pesquerías de toda Europa. Otras pesquerías tendrán algo más de tiempo para ajustarse a lo acordado, pero lo harán y en cinco años Europa estará libre de descartes.
-¿Qué ha cambiado en el acuerdo de pesca con Marruecos para que el Parlamento Europeo lo apruebe?
-En diciembre de 2011, el Parlamento Europeo se negó a renovar el protocolo a de pesca con Marruecos sobre la base de que carecía de rentabilidad, sostenibilidad y legalidad internacional. El acuerdo aprobado recientemente se ha ocupado de estas cuestiones e incluye la obligación legal para Marruecos de cumplir con los derechos humanos y los principios democráticos. También se requieren informes detallados sobre el uso del apoyo sectorial para asegurar que sirve a los intereses de todas las poblaciones locales. Se ha aumentado el valor del protocolo; las posibilidades de pesca han aumentado mientras que el pago por parte del presupuesto de la UE se ha reducido. El protocolo garantiza la sostenibilidad confirmando que sólo se explotan los recursos excedentes. De nuevo, esto se hará de la mano de un asesoramiento científico sólido.
-¿Cuáles son los principales retos de su sucesor?
-Hemos recorrido un largo camino para conseguir aprobar la reforma de la PPC, que ya está dando sus frutos. El próximo comisario tendrá que tomar todas las decisiones referentes a su aplicación. La regionalización es uno de los grandes desafíos. En el Mediterráneo, la situación de la sobrepesca es peor. La nueva política abre nuevas oportunidades de acción a nivel internacional. La Unión Europea puede ser líder en la lucha contra la pesca ilegal si introduce soluciones de gestión que sirvan a nivel mundial. Estoy segura de que el próximo comisario se apoyará en los logros conseguidos.
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