Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Caso Invercaria
sevilla/El primer juicio de Invercaria en la misma sala del juicio de la pieza política de los ERE. La primera pieza que llega a juicio de la macrocausa de Invercaria será enjuiciada en la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla, la misma en la que fue recusado para el caso de los ERE el presidente de esta Sala, el magistrado Pedro Izquierdo, quien en principio no habría sido designado por reparto para formar parte del tribunal que debe juzgar las ayudas concedidas por la sociedad pública de capital riesgo andaluza a la empresa Fumapa.
La Sección Primera tiene que decidir ahora, mediante los turnos de reparto y composición internos, qué magistrados formarán parte de la Sala que debe enjuiciar el caso, y a partir de ahí deberá decidir la fecha del juicio. Aquí es donde surge el primer problema porque uno de los imputados, el ex director general de Idea Jacinto Cañete, también está procesado en la causa del denominado “procedimiento específico” de los ERE junto a los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, cuyo juicio ya está fijado su arranque para el 13 de diciembre, por lo que en principio el caso Fumapa no podría enjuiciarse hasta que acabe la vista oral de los ERE, que se prolongará durante muchos meses del próximo año 2018.
El titular del juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, elevó el pasado jueves a la Audiencia la primera pieza del caso Invercaria cuya instrucción ha finalizado y en la que se ha impuesto una fianza de 300.000 euros al ex presidente de esta sociedad pública Tomás Pérez-Sauquillo y para los otros cinco acusados.
En esta causa, la Fiscalía Anticorrupción solicita una condena de seis años de prisión y 25 años de inhabilitación para el ex presidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo por delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos, en relación con los préstamos que por importe de 359.581,6 euros concedió esta sociedad pública andaluza de capital riesgo a la empresa Fumapa.
Anticorrupción reclama las mismas penas de seis años de prisión y 25 de inhabilitación para los miembros del consejo de Administración de Invercaria Isabel de Haro Aramberri, Jacinto Cañete, y Ramón Martín López; mientras que a los administradores de Fumapa, los empresarios Fulgencio Canales Rodríguez y Francisco Gutiérrez Cañizares, les pide dos años y medio de cárcel y seis inhabilitación para cada uno. A estos dos últimos acusados, los fiscales los consideran inductores de los delitos de prevaricación y malversación, apreciándoles además una circunstancia atenuante en su conducta prevista en el artículo 65.3 del Código Penal, para “cuando en el inductor o en el cooperador necesario no concurran las condiciones, cualidades o relaciones personales que fundamentan la culpabilidad del autor”, lo que permite imponer la pena inferior en un grado.
Además de las penas de cárcel y de inhabilitación, el Ministerio Público reclama que los seis acusados indemnicen conjunta y solidariamente a la agencia Idea con 300.000 euros, puesto que, según apunta en el escrito de conclusiones provisionales remitido al juzgado, “el perjuicio total a la mercantil Invercaria y a la agencia Idea asciende a 359.581,60 euros, cantidad que puesta en relación con los fondos propios del año 2008 destinado a inversiones, suponen un daño relevante en las propias cuentas de la entidad y en los posibles fondos destinados a otros proyectos en fase semilla o arranque”.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal relata que Fumapa es una sociedad limitada constituida el 13 de diciembre de 1988, cuyo objeto social es entre otras la fabricación y venta de carpintería metálica y aluminio y cristal, cuyo capital social es de 45.436,52 euros. En fechas no determinada, los socios de Fumapa, Fulgencio Canales Rodríguez y Francisco Gutiérrez Cañizares, lograron una reunión en La Carolina (Jaén) con el presidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo.
Después, el 8 de abril de 2008, los empresarios se reunieron con Pérez-Sauquillo y personal de Invercaria, para la concreción de la petición de inversión. En esa reunión en la sede de Invercaria, no entregaron “más de dos folios manuscritos, en los que se contenía una serie de gastos entre 2005 y 2008, así como un inventario de inmovilizado de Fumapa y Fumafra”, mercantil esta última constituida por los mismos socios.
El fiscal explica que a finales de 2006 tanto Fumapa como Fumafra presentaban fondos propios negativos por 27.644 y 165.037 euros, respectivamente, y ambas se encontraban en una situación “comprometida” desde el punto de vista económico a todos los niveles.
El entonces presidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo, a pesar de ser “consciente de la irregularidad del inicio del trámite y de la inviabilidad en todos los sentidos de tal ayuda, con estos datos y documentos, hizo llegar a través de su secretaria el interés del mismo en que se analizara la inversión, dándose traslado de estos documentos a personal del departamento de Promoción, cuyo director era en esas fechas Cristóbal Cantos”.
El proyecto no pasó por el departamento de análisis e inversiones de Invercaria ni por el comité de dirección, y en el informe se constató un “deficiente análisis de la inversión propuesta y siempre de manera fragmentaria y parcial que consistió en una ficha informativa incompleta, y de apenas unos párrafos de medio folio y un informe, meramente informativo”. El documento, de “medio folio”, concluía que ambas empresas mostraban “problemas de liquidez a corto plazo y que se carecían de datos que indicasen la operación a realizar, inversión, y que financiación se pedía a Invercaria”.
Posteriormente, el propio Cristóbal Cantos elaboró un informe el 19 de mayo de 2008 y “sin formato oficial”, en el cual decía que carecía de datos que se han requerido y se hablaba de la “alta consideración e importancia del proyecto”, aunque también se advertía de la “deficiente situación de liquidez, con fondos propios negativos y fuerte dependencia de un solo cliente” y se apuntaba la necesidad de hacer una auditoría de cuentas para el ejercicio 2007, así como diversificar la cartera de clientes y hacer un informe sobre la gestión de la empresa. “Ninguno de estos tres aspectos señalados como necesarios se realizó posteriormente ni el presidente dio orden en tal sentido”, precisa el fiscal, que recuerda que el 23 de julio de 2008, el consejo de administración de Invercaria acordó por unanimidad la concesión de un préstamo participativo por importe de 300.000 euros, y se votó “a pesar de no presentar plan de negocios, ni análisis de inversión”.
Según la Fiscalía, Invercaria el 1 de octubre de 2009 era “consciente de la comprometida situación económica de Fumapa, de sus problemas con Hacienda y la Seguridad Social a través de una reunión mantenida con personal de la misma y donde hasta entonces no se habían afrontado los pagos de principal e intereses del préstamo”.
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