El presidente de la Diputación de Cádiz rectifica y renuncia a última hora a la Ejecutiva
Congreso PSOE-A
La nueva Ejecutiva fue cerrada a las 4.30 horas y tuvo que ser modificada pocas horas después. Griñán, nuevo secretario general por el 99,8 % de los votos, contará con Rafael Velasco como vicesecretario general y secretario de Política Municipal; Susana Díaz, nueva secretaria de Organizacion; María José Rodríguez, secretaria de Economía, y Paco Conejo, secretario de Comunicación.
Un congreso de grandes despedidas, y de un apoyo unánime al nuevo secretario general del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán, que este viernes fue elegido por el 99,8% de los delegados que asistieron al cónclave en el que Manuel Chaves dejó de ser el referente de su partido en Andalucía.Sin embargo, siete horas después de conocerse la composición de la nueva Ejecutiva surgió el primer contratiempo. El líder del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, decidió esta mañana rechazar su composición en la lista en la que figuraba como secretario de Política Municipal, responsabilidad que finalmente asumirá también el vicesecretario general, Rafael Velasco.
González Cabaña ha dado marcha atrás porque su entrada en la Comisión Permanente de la nueva Ejecutiva exigía su dimisión como secretario general del PSOE de Cádiz, como presidente de la Diputación Provincial y como alcalde de Benalup, ya que Griñán exigió a los diez miembros de este órgano dedicación exclusiva a tiempo completo a la responsabilidad orgánica.
De esta manera, a Griñán le acompañará finalmente en la Ejecutiva Rafael Velasco como vicesecretario general y secretario de Política Institucional (hasta que se le busque un sustituto a González Cabaña); Susana Díaz, nueva secretaria de Organización; María José Rodríguez, secretaria de Economía, y Paco Conejo, secretario de Comunicación.
La reunión de los socialistas se convirtió, al menos en el día de ayer, en un gran homenaje a Manuel Chaves y a quien ha sido su hombre fuerte en el partido desde el año 1994, Luis Pizarro, que también sale de la dirección para dedicarse únicamente al Gobierno.
Griñán justificó el cambio generacional de la nueva Ejecutiva socialista ante el convencimiento de que sólo de este modo "surgirán nuevos líderes" en los ámbitos autonómicos y municipales. El nuevo secretario, no obstante, aseguró que contará con "la experiencia de los mayores", porque de no hacerlo -dijo- "sería como quemar las bibliotecas". Griñán obtuvo así el respaldo unánime que había solicitado de su partido para garantizar la unidad y afianzar su proyecto, que pasa no sólo por nuevos nombres, sino por una estructura diferente de la organización del PSOE.
El nuevo hombre fuerte del PSOE es Rafael Velasco, un cordobés de Palma del Río (1973), que fue junto a Leire Pajín uno de los diputados más jóvenes del Congreso, y que desde hace un año y medio era el secretario de Organización. Velasco pasa a ocupar una suerte de coordinación general, de la que dependerán cuatro áreas: organización, economía, comunicación y relaciones con la ciudadanía. Estas cuatro áreas estarán dirigidas por las cuatro personas que, junto a Griñán, Velasco y Rosa Torres (presidencia), formarán el núcleo duro de este PSOE renovado. De cada una de esas áreas dependerán no menos de tres vocalías cada una de ellas.
Al final, Griñán ofreció a Luis Pizarro un nuevo puesto en el organigrama del partido, el presidente del comité director, un organismo más ampliado que la Ejecutiva, pero que no tiene tanta importancia en la organización. La nueva Ejecutiva se cerró anoche a las 4.30 horas con los secretarios de las ocho provincias, y se votará hoy en una sesión donde intervendrá el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Mucho más reducida que en la actualidad, supondrá un realineamiento de la presencia de cada provincia en la dirección.
La sensación más grave de pérdida se daba en la delegación gaditana, ya que de la dirección sale Manuel Chaves, que siempre se ha presentado por esta circunscripción, y Luis Pizarro. Cádiz pierde los dos puestos principales del partido, mientras esperaba conseguir, al menos, una de las cuatro grandes áreas, la de relaciones con los ciudadanos, que la delegación quería para María Colón.
Pero la sesión de ayer tuvo, sobre todo, un carácter emotivo. Abrió este turno el ex presidente de la Junta Rafael Escuredo, que tuvo, sin duda, la intervención más vibrante del día. Escuredo comenzó por recordar al que él definió como el primer presidente autonómico, Plácido Fernández Viagas, para trazar "un hilo de plata" que cruzó la historia y llegó hasta Manuel Chaves. Y es que, en opinión de Escuredo, Fernández Viagas, "juez, pero que tomó partido por la izquierda", fue "calumniado" del mismo modo que "Manuel Chaves y su familia". No fue el único orador que se refirió al llamado caso Matsa, la empresa que recibió ayudas de la Junta y donde trabajaba la hija de Manuel Chaves. Un caso que ha sido archivado en dos ocasiones por el Tribunal Supremo, pero que le ha servido al PP para intentar desacreditar al hoy vicepresidente tercero del Gobierno.
El propio Manuel Chaves, en su despedida, citó a su familia y le pidió, desde el estrado, perdón por el daño que el ejercicio de su cargo le ha podido acarrear a su esposa y a sus dos hijos. Una de las pocas veces en que a Manuel Chaves se le ha visto soltar unas lágrimas en público.
"El rencor de la derecha no tiene límites", mantuvo Rafael Escuredo, que le pidió a Griñán que respondiera a todas las calumnias e injurias.
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