El precio de la leche de vaca ahoga a los ganaderos andaluces

Sector ganadero

COAG inicia en redes la campaña "Yo tiro mi leche" para protestar por las "presiones" que reciben los ganaderos por parte de Puleva para que abaraten el precio de su producto

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Una vaca de la explotación ganadera del Manuel Piñero, en Nueva Jarilla.
Una vaca en una explotación ganadera de la provincia de Cádiz. / Miguel Ángel González

El precio de la leche ahoga a los ganaderos andaluces. Las negociaciones llevadas a cabo en las últimas semanas entre Grupo Lactalis (Puleva), y las ganaderías colaboradoras de la compañía en Andalucía sobre el precio de la leche han concluido de momento sin acuerdo con algunas de estas explotaciones ganaderas para los próximos tres meses.

Los lecheros dicen sentirse acorralados y acusan a Puleva de no recogerles la leche como medida de presión para que cedan y abaraten el precio. Ante esta situación, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha iniciado una campaña bajo el título Yo tiro mi leche, para protestar contra las "presiones" de Puleva, una de las firmas más importantes del sector, para que firmen un contrato que consideran "abusivo".

Varios ganaderos andaluces están escenificando esta protesta "de los lecheros contra Goliath" con vídeos en las redes sociales en los que se les ve tirando la producción que la empresa no les recogen. La ganadera Lorena Martín Arroyo, de Rota, es una de ella. "Esto es lo que la industria láctea nos hace hacer con nuestro trabajo", dice antes de abrir el grifo que deja correr la leche. Este vídeo ha sido difundido en internet por parte de numerosas empresas ganaderas, que dicen sentirse "con la leche al cuello".

Antonio Casas, ganadero de Granada ha seguido los pasos de su compañera y también ha decidido tirar su producción. "Puleva nos obliga a firmar un contrato para arruinar totalmente al sector de Andalucía. Y antes de arruinarnos, preferimos tirar la leche antes de firmar ese contrato abusivo".

Previamente a esta campaña por redes, la movilización comenzó el pasado jueves cuando un grupo de ganaderos irrumpieron en las instalaciones de la factoría de Lactalis Puleva en Granada.

En un comunicado, Grupo Lactalis asegura que sus ofertas buscan "ajustar de forma gradual el precio de la leche en las ganaderías al contexto y al mercado español y europeo" en el escenario actual de reducción de consumo de los productos lácteos en España, con algunas categorías experimentando bajadas de precios en los puntos de venta como los yogures y los quesos. La empresa, incluso, señala que el precio de leche en origen en Andalucía está "por encima del europeo y del resto de España".

El grupo, que trabaja desde hace décadas con las ganaderías andaluzas, confía en alcanzar "a la mayor brevedad posible" con las ganaderías restantes un acuerdo que contribuya a adaptar los precios del primer eslabón de la cadena láctea a la "compleja situación actual del mercado de la alimentación", una situación que, dice, afecta a toda la cadena, desde las ganaderías a los consumidores, pasando por la industria, y que obliga a realizar ajustes en todos los eslabones.

Los ganaderos andaluces, por su parte, afirman que, actualmente, se les paga unos 32 céntimos por litro, aunque reclaman 40 céntimos "por los costes de la producción" que la industria no está dispuesta a pagar. Desde la lechería Hermanos Batato de Alcalá de Guadaira, en la provincia de Sevilla, aseguran que antes pagaban 3.000 euros de luz, y hoy, 9.000.

El bolsillo del consumidor sí ha notado un incremento del precio de la leche, que ha alcanzado en España una cifra récord en este último año. Para el consumidor, el precio de la leche ha subido una media de un 30%. Sin embargo, según UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos), la industria láctea no estaría repercutiendo en los ganaderos el incremento del precio por litro de leche.

Un 18% menos de granjas desde 2015

El sector ganadero andaluz ha perdido un 18% de las granjas de vacuno desde el año 2015, según advierten las principales organizaciones del sector (COAG, UPA, CA Andalucía, OPL, ASAJA Córdoba y ASAJA Granada). Actualmente, no llegan a 500 las granjas de vacuno de leche en Andalucía, con algo más de 60.000 cabezas y una producción de 600.00 toneladas de leche, lo que representa cerca del 8% del sector lechero nacional y el quinto puesto tras las grandes regiones productoras de leche como Galicia, Castilla y León, Cataluña y Asturias. No obstante, la comunidad autónoma andaluza se encuentra a la cabeza en dimensión y profesionalización, con una producción media por explotación de 836.000 kilos.

Respecto a la producción distribuida por provincias, destaca Córdoba, especialmente el Valle de los Pedroches, que registra una producción de 322,5 millones de kilos; detrás vienen Sevilla, con 65 millones; Cádiz, con 50 millones; Granada, con 39 millones; Jaén, con 15,5 millones; Málaga, con 10,5 millones; y Almería, con 0,3 millones. Huelva, ha desaparecido del tejido productivo de vacuno de leche, según datos de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.

El sector se halla cooperativizado en más del 90%, existiendo, en el seno de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, nueve entidades asociadas con una facturación total superior a los 160 millones de euros.

Un camión de la empresa Puleva recoge la leche de una granja gaditana, en una imagen de archivo.
Un camión de la empresa Puleva recoge la leche de una granja gaditana, en una imagen de archivo. / Miguel Ángel González

La sombra del cártel de la leche

El pulso que mantienen ganaderos y las principales empresas lácteas no es nuevo e, incluso, en el pasado, llegó a los tribunales y se dictaron sanciones.

Desde el año 2000 hasta 2013, las principales empresas lácteas tuvieron en jaque a los ganaderos españoles, que vieron cómo aquellas pactaban el precio de la leche en detrimento de los intereses de los ganaderos.

La Comisión Nacional de los Mercados de la Competencia (CNMC) multó por ello en 2019 a ocho empresas lácteas y les impuso una multa de 80,6 millones de euros, pero, según se ha podido confirmar, las ganancias de estas empresas fueron mucho mayores y el daño a los ganaderos ya estaba hecho. Algunos de estos profesionales se arruinaron, cerraron sus granjas o se pasaron a la producción de carne, abandonando la de leche. Ahora, estos ganaderos piden la revancha respaldados por el Tribunal de Justicia Europea, que les da un plazo de 5 años para reclamar pérdidas.

Durante 13 años, ocho compañías acordaron los precios de la leche a nivel estatal y se repartieron el mercado de tal forma que los productores apenas pudieron obtener beneficios. Según la CNMC, estas empresas intercambiaban información, a nivel nacional y regional, sobre precios de compra de leche cruda de vaca, volúmenes de compra de ganaderos y excedentes de leche con el objetivo común de consensuar y adoptar una estrategia conjunta para controlar el mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca. Además, en determinados momentos, se materializaron acuerdos concretos para coordinar los precios de compra de leche y para la cesión de ganaderos entre industriales.

Como consecuencia de ello, los ganaderos carecían de libertad para fijar el precio de su productos. En España, durante el periodo del cartel, el litro de leche se vendió a una media de 0,31 euros, según el Observatorio de Mercado de la Leche de la Unión Europea. En el último trimestre de 2022, el precio se situaba en torno a los 0,50 y los 0,60 euros el litro de leche en España.

Lácteas de Galicia (AELGA), Calidad Pascual (antes Grupo Leche Pascual S.A.), Central Lechera de Galicia (CELEGA), Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA), Danone, el Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña (GIL), Grupo Lactalis Iberia, Nestlé España, Industrias Lácteas de Granada (Puleva) y Schreiber Food España (antes Senoble Ibérica) son las empresas citadas por la CNMC en una lista de la que terminaron saliendo otras tantas comercializadoras tras haber prescrito su mala conducta. Finalmente, la CNMC impuso una multa de 80 millones de euros a ocho de estas empresas por su mala práxis. Esta sanción no es firme, ya que las empresas tienen recurrido el caso ante la Audiencia Nacional.

Se calcula que puede haber 60.000 posibles afectados en todo el país por el cártel de la leche, pero, bien por desconocimiento, miedo a posibles represalias o por resignación, apenas un 5% de los afectados se plantean reclamarle a las empresas lácteas que participaron en el cártel una indemnización por el dinero que perdieron.

El bufete de Abogados Redi, especializado en defensa de reclamaciones de afectados por cárteles, trabaja actualmente en una demanda colectiva con más de 1.200 explotaciones ganaderas de toda España y mantiene reuniones con representantes del sector de diferentes comunidades para explicarles las posibilidades de su reclamación. En esta demanda colectiva hay 167 ganaderos andaluces: 64 de Cádiz, 101 de Córdoba, uno de Sevilla y uno más de Granada.

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