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Andalucía
Sevilla/Andalucía es una tierra rica en cultura, historia y gastronomía, y nos ofrece una variedad de platos típicos que son el reflejo de su herencia árabe, romana y cristiana. Hoy vamos a ver diez de estos platos y las provincias donde mejor se pueden disfrutar.
Empezamos con el gazpacho, una sopa fría hecha de tomates, pimientos, pepinos, ajo, pan y aceite de oliva, perfecta para los calurosos días de verano. Sevilla, siendo la capital y corazón de Andalucía, es el lugar idóneo para disfrutar de este refrescante plato.
Málaga es famosa por su pescaíto frito, una selección de pescados pequeños, como espetos o boquerones y calamares, rebozados y fritos en aceite de oliva. Este plato se disfruta mejor en las chiringuitos de playa, con vistas al mar Mediterráneo.
Similar al gazpacho pero más espeso y servido con huevo duro y jamón serrano picados en la parte superior, el salmorejo es una crema fría de tomate originaria de Córdoba. Es una experiencia culinaria que no te puedes perder si visitas la ciudad.
El jamón de Jabugo, considerado uno de los mejores del mundo, proviene de cerdos ibéricos criados en las dehesas de la Sierra de Aracena, en Huelva. Este jamón es un verdadero manjar, con un sabor y una textura incomparables.
Otro plato típico de Córdoba es el rabo de toro, un guiso rico y sabroso preparado con cola de toro, verduras y vino tinto. Es un plato con mucha historia, vinculado a las corridas de toros de la región.
Las migas, originalmente un plato de pastores hecho con pan duro, ajo, aceite de oliva y a veces chorizo o tocino, es típico de Almería. Se sirve a menudo como desayuno o almuerzo, acompañado de trozos de fruta fresca o pimientos fritos.
En Cádiz, no puedes perderte las tortillitas de camarones, unas crujientes y ligeras tortitas hechas con camarones pequeños, cebolla, harina y perejil, fritas en aceite de oliva. Son el aperitivo perfecto para disfrutar junto a una copa de manzanilla.
Los espetos, sardinas ensartadas en cañas y asadas al aire libre sobre brasas de madera de olivo, son una tradición malagueña. Este método de cocción les da un sabor ahumado único.
El flamenquín, originario de Córdoba, consiste en jamón serrano envuelto en carne de cerdo, empanado y frito. Se sirve cortado en rodajas, revelando su sabroso interior.
Finalizamos con un postre amado en toda España pero que en Granada adquiere un sabor especial debido a su chocolate espeso y aromático, perfecto para mojar los churros crujientes.
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