La persistente sequía deja al campo andaluz en un estado "crítico"

La situación de sequía persistente en Andalucía ha colocado al campo andaluz en un estado "crítico" con una amenaza "real" de echar por tierra cultivos y cosechas en las próximas semana si no llueve de forma "abundante" y "bien".

En junio del pasado año, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ya aprobó el decreto de sequía en la región dada la situación y con el objetivo de contar con un mecanismo de gestión ágil que se adelante a situaciones de escasez de agua y siente las bases para ejecutar obras dirigidas a paliar los efectos del déficit hídrico.

Desde entonces, solo se dieron algunos episodios de precipitaciones leves y localizadas en Andalucía entre noviembre y diciembre que no paliaron la situación de sequía, que según las organizaciones agrarias y ganaderas han llevado a un estado "crítico" y "muy preocupante".

Cultivos afectados

El secretario de organización de COAG Andalucía, Eduardo López, ha explicado a EFE que la situación es "generalizada" en toda la región y, a pesar de las lluvias de final del año pasado, cultivos de secano como el cereal están en un estado de "estrés hídrico" que puede hacer perder "el 90 por ciento de la cosecha" si no llueve de forma inminente.

Otros cultivos como el girasol o las leguminosas "se dejarán de sembrar" si no llegan las lluvias, mientras que la apicultura también está muy afectada ya que hay "falta de polen" y eso ha hecho "disminuir las colonias de abejas", por lo que se prevé una "caída de la producción de miel".

Además, según López la falta de pastos provoca que la ganadería esté "más afectada" ya que las reses deben ser alimentadas con "grano, piensos y forraje", lo que supone un "importante aumento de los costes de producción" para las explotaciones.

En la misma línea, el presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra, ha señalado a EFE que cultivos de invierno como el trigo "se podría arreglar algo" si llueve próximamente, aunque ya está "bastante tocado".

Una situación "generalizada" para el resto de cultivos que soportan un estado "muy grave y crítico" que podría ser "calamitoso" en los próximos meses afectando a productos como el girasol o el trigo.

La ganadería también queda afectada

Asimismo, las explotaciones ganaderas también están en una situación de "bastante gravedad" ante la ausencia da pastos y que obliga a una "alimentación pulso" con forraje y grano que "agrava los costes de producción" que luego "difícilmente" se pueden trasladar al consumidor.

Igualmente, el secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, ha alertado a EFE de que la sequía está teniendo "consecuencias directas" en "prácticamente todos los cultivos y la ganadería", y sectores como el olivar, verán "mermada la cosecha de forma importante".

Riesgos de perder el cereal

Cano muestra su preocupación especial por el cereal, cuya cosecha se podría "perder" completamente sino llueve inmediatamente, al igual que el arroz, que el pasado año sufrió una "reducción del 50 por ciento en la superficie cultivada" y que "peligra seriamente" para este año.

Todo hace indicar que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aplicará "restricciones" al regadío y solo permitirá el riego para "mantener el vigor de los leñosos" y evitar que los árboles se sequen, mientras que la ganadería está en una situación "crítica" por a falta de pastos.

Ante esta situación, COAG cree necesario que se establezcan "ayudas directas" para los sectores "más perjudicados", mejorar las infraestructuras, principalmente en "temas de depuración de agua" y "controlar los regadíos ilegales".

Por su parte, desde Asaja se recuerda que la solución "no pasa por rezarle al santo", sino que es necesario "mejorar los embalsamientos" y un "gran acuerdo entre todos" respecto a la gestión del agua, el asunto "más preocupante para el sector agroganadero tanto en el presente como el futuro".

Finalmente, UPA también aboga por "reflexionar sobre las políticas de agua" y el modelo "de futuro", además de una "adecuada planificación de las infraestructuras hidráulicas" para que el reparto del agua sea "más justo y social".