"El modelo no peligra, pero sí la supervivencia de muchos centros concertados"
Pedro Huerta | Secretario general de Escuelas Católicas
La XVI edición del Congreso Nacional de Escuelas Católicas se celebra desde este jueves al sábado en Granada bajo el lema de Inspiradores de Encuentros
Pedro Huerta, secretario general de la organización, destaca que existe un velo de desconocimiento sobre la labor de estos centros y reclama que se mejore la financiación
Granada acoge estos días la XVI edición del Congreso Nacional de Escuelas Católicas. Esta cita, de carácter bienal, se tuvo que posponer el pasado año y ahora regresa con casi 2.000 asistentes y 26 ponentes durante los tres días de encuentro. Pedro Huerta, profesor y religioso, estudió es secretario general de Escuelas Católicas. Estudió Teología y Ciencias Políticas y Sociología en Granada, fue capellán en la cárcel de Albolote y actualmente imparte docencia en la Facultad de Teología. Huerta es además ministro provincial de los Trinitarios del Espíritu Santo y presidente de la Fundación Proyecto Hombre de Córdoba.
-¿De qué van a hablar estos días en Granada?
-De educación, evidentemente. Somos una organización educativa que aglutina titulares de centros educativos católicos de toda España, casi 2.000 colegios, seis universidades y más de 180 colegios mayores. Pero queremos hablar no solo de elementos pedagógicos o metodológicos, también de todo aquello que confluye para generar y construir una educación de calidad. Al encuentro de Granada le hemos puesto como lema Inspiradores de Encuentros porque consideramos que teníamos que hacer una fiesta del encuentro después de estos últimos años.
-¿Cuál es la situación de la concertada en Granada? Los dos modelos conviven fundamentalmente en la capital. ¿Qué perspectivas tienen?
-El caso de Granada lo conozco de primera mano. Antes del verano estuve visitando a todas nuestras escuelas de allí y a los titulares. La perspectiva es, lógicamente, de incertidumbre ante la aplicación de la nueva ley y ante el continuo acoso que la enseñanza concertada está teniendo en estos dos últimos años. En Granada tenemos un número importante de escuelas de nuestra organización, 49. Nuestro objetivo es el de tener la mano tendida, crear puentes de encuentro. Creemos que la educación no se construye a base de enfrentar las distintas redes, en este caso la red concertada y la red pública, sino que se construye a partir de la mejora del sistema, de tal manera que se pueda ofrecer a las familias y a la sociedad una educación plural. Nosotros seguimos defendiendo el modelo concertado. Evidentemente estamos en una situación de bajada de natalidad y de acoso político. En cuanto a nuestro al modelo, que no es nuestro, sino que es el que defendemos para las familias de acuerdo a la libertad de educación que garantiza la Constitución, vamos a seguir trabajando para que las redes, pública y concertada, no estén enfrentadas. No sobra nadie.
-Habla usted de acoso, entiendo que a cuenta de la reforma de la ley educativa. ¿Sienten también acoso en Andalucía?
-En Andalucía estamos a la espera de ver cómo es la nueva Administración, el nuevo personal de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. Es cierto que no hemos sentido en Andalucía en estos dos últimos años lo que mucha gente a veces piensa por desconocimiento, un beneficio hacia la pluralidad de modelos. Es más, algunas promesas de la anterior legislatura no se cumplieron, por ejemplo, aumentar el concierto en Bachillerato, permitir el acceso de los centros a la posibilidad de Formación Profesional, especialmente en Formación Profesional Básica. Estamos a la espera de ver cómo el cambio político en la Consejería realmente se traduce en una mejora de esta situación que en estos dos últimos años no se ha dado. No es buscar privilegios, sino favorecer el que las familias puedan realmente optar y tener libertad de elegir el centro que mejor se adapte a su mentalidad, ideario, valores, a su sentido de la educación.
-Las familias, curso tras curso, refrendan ese modelo con el número de matrículas que suman los centros concertados. En Granada hay barriadas en las que también está la concertada con un panorama muy diferente. ¿Está muy estereotipada la imagen de la educación concertada?
-Efectivamente. Se ha buscado también por parte de determinadas fuerzas políticas o sectores de la sociedad estereotipar esa labor de la escuela de ideario católico, no solo concertada, con la idea de generar cierto desprestigio, de vender, por ejemplo, que en las escuelas seleccionamos al alumnado o no aceptamos alumnado vulnerable. Son afirmaciones, por supuesto, totalmente falsas. Cualquiera que conozca cómo es el proceso de admisión de alumnos y de matriculación sabe que evidentemente las escuelas no pueden elegir. Las escuelas de ideario católico nacen y se fundamentan en un principio básico, que es el principio de compromiso social, de atención a los más vulnerables. El problema es que a las escuelas concertadas no se nos dan los recursos para poder atender a ese alumnado con necesidades educativas especiales, con vulnerabilidad social y económica o de cualquier otro tipo. A veces las familias no tienen más remedio que irse a otro colegio donde sí hay esos recursos, en este caso colegios públicos, colegios gubernamentales. El concierto educativo está infrafinanciado. Hasta la pandemia, el módulo de concierto cubría un 60% de los gastos reales. Ahora mismo, con la situación de crisis energética y crisis económica, en muchos casos ni siquiera llega al 50%. Y esto no se puede repercutir a la familia, no se puede cobrar una cuota. Nuestra situación es compleja. En la concertada hay alumnos con necesidades y a nosotros nos gustaría que fueran muchos más. Si no los hay no es porque nosotros no queramos, sino porque evidentemente no recibimos los recursos necesarios.
-¿Tienen previsto solicitar a la Junta una línea de ayudas para poder sobrellevar el aumento de los costes energéticos?
-No. Trabajamos a nivel estatal y también a nivel autonómico para que la Administración cumpla con los compromisos de financiación del módulo de concierto. Esto no se está cumpliendo en ningún sitio y no se está cumpliendo históricamente. Tenemos valorado el déficit histórico de financiación del módulo de concierto en un 290%. Los conciertos se crearon hace 40 años y desde entonces no se ha modificado el reglamento. Cada vez el recorte es mayor. Los centros salen adelante porque ponemos cabeza, corazón y manos en todo lo que hacemos. Lo que pedimos a la Administración no es que nos den una ayuda puntual, sino que se cumpla el compromiso de cubrir al menos el cien por cien del módulo. Si no es el cien por cien, que por lo menos no estemos perdiendo cada vez más. Eso sí, la calefacción se va a poner aunque haya que pedir un préstamo.
-¿Peligra el modelo con estas estrecheces económicas? ¿Y los colegios?
-El modelo en sí no peligra, pero sí la supervivencia de muchos centros. Va a haber centros que no van a poder sobrevivir económicamente hablando, especialmente en zonas rurales. A esto se le une la bajada de natalidad y cierto acoso de la Administración para enviar a los alumnos a centros públicos. No sabemos cuántos, pero sí va a haber muchos centros que no van a poder sobrevivir. El modelo va a seguir adelante, lógicamente, porque está avalado por la ley y la ley no ha cambiado, aunque sí cuenta con determinadas actuaciones que arrinconan el modelo. Son los centros más pequeños, los que atienden a población más vulnerable, los más amenazados.
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