El paro es la preocupación hegemónica, aunque ya sale la corrupción
Problemáticas
El paro y el paro, y si no, la crisis económica. Ésos son los principales problemas de los andaluces, los que citan como su primera y su segunda preocupación de manera espontánea. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), que es la de final de 2010, en Andalucía hay 1.127.400 personas en busca de empleo, lo que supone la tasa más alta jamás medida con el nuevo sistema: un 28,35%.
Este hecho es el que parece pesar más no sólo sobre la preocupación de los andaluces, sino, incluso, sobre sus intenciones electorales. La crisis y el paro se han ido configurando como uno de los motores del cambio de la intencionalidad política. Esto se admite, incluso, en el PSOE y en el PP.
Los otros problemas, que son minoritarios, también están relacionados con la política. Así, para un 11% de los consultados, los partidos figuran entre sus dos primeros problemas e, incluso, el Gobierno andaluz. En esta ocasión, en el Barómetro del 28-F, el Ejecutivo autonómico ha subido. Ya son un 4% de los consultados los que lo citan de modo espontáneo como una de sus principales preocupaciones.
Hay un tercer factor que ahonda en este problema. La corrupción y el enchufismo apenas se citaban en este tipo de preguntas, y ahora hay un 4,8% de encuestados que lo citan. Un ejemplo: en los primeros barómetros, nadie, un 0%, se refería a ellos. El repunte de este asunto debe estar relacionado con el caso Mercasevilla, y con otros casos nacionales como la red Gürtel.
Mercasevilla surgió como un presunto caso de soborno de los directivos de este mercado municipal a unos empresarios de un restaurante para que les adjudicasen una escuela de hostelería. A partir de ahí, el caso ha tenido muchas ramificaciones, y la que elevó el caso al rango nacional fue el de los ERE. En algunas ayudas concedidas por la Consejería de Empleo a trabajadores afectados por despidos y que se acogían a prejubilaciones han aparecido algunos militantes socialistas que no tenían nada que ver ni con las empresas ni con el sector afectado. El caso, que era puramente sevillano, se convirtió en andaluz y, últimamente, en nacional, ya que ha habido varias preguntas en el Congreso de los Diputados sobre ello. El trabajo de campo se realizó durante los momentos más álgidos de este caso.
Estos sondeados citan corrupción y otros, enchufismo. El PP y algunos sindicatos de funcionarios han contestado a la reciente Ley de Reordenación del Sector Público como un modo de colocar a unos supuestos enchufados: que no son sino los 25.500 laborales de las empresa públicas de la Junta.
Ante el peso del paro en las preocupaciones de los andaluces, hay otro tipo de problemas que llaman la atención porque ni siquiera se citan. Es el caso de las pensiones, de la violencia de género o el medio ambiente. El terrorismo, que durante muchos años fue el problema básico de los españoles, aparece de modo residual.
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