Los pantanos de Andalucía están en situación crítica con menos del 30% de su capacidad

Sevilla/La ausencia de precipitaciones en el momento del año en el que deben producirse, han llevado a los embalses de la comunidad autónoma a una situación crítica en la que permanecerán, toda vez que los pronósticos meteorológicos no auguran un cambio de la tendencia, al menos durante los próximos días.

Los embalses andaluces se encontraban esta semana al 29,68% de su capacidad media, lo que supone un volumen de agua embalsada de 3.553 hectómetros cúbicos, es decir 17 menos que hace siete días, un 0,14% en términos porcentuales. Si se tiene en cuenta el mismo periodo del año pasado (que tampoco fue excesivamente bueno), durante esta semana se llegaba a los 4.126 hectómetros cúbicos, es decir 573 más que en la actualidad.

Según reconocía esta semana el Ejecutivo andaluz, en la demarcación hidrográfica del Guadalquivir el agua embalsada es de 2.070 hectómetros cúbicos, con un descenso de 4 (un 0,05%) respecto a la semana pasada y 352 menos que en el año pasado. Las cuencas mediterráneas andaluzas cuentan con 445 hectómetros cúbicos, (representa el 38,45% de su capacidad total de 1.158 hectómetros) tras producirse un descenso de 3(-0,26%). Guadalete-Barbate reduce su agua embalsada en 4 hectómetros cúbicos (-0,24%) y se sitúa en 488 de volumen de agua embalsada, lo que supone el 29,56% de su capacidad total de 1.651 hectómetros cúbicos. Por último, la cuenca Tinto-Odiel-Piedras-Chanza experimentó un descenso de 6 hectómetros (-0,05%) en la última semana lo que sitúa el agua embalsada en 550, que suponen el 49,30% del total de su capacidad que es de casi 1.115 hectómetros cúbicos.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), es la provincia de Sevilla la que se encuentra en mejor situación, con un 39,5% del total del agua embalsada que llega a los 364 hectómetros cúbicos. El resto, Jaén, Granada, Córdoba y Huelva, presentan porcentajes que no llegan al 30%.

En el territorio gestionado por la CHG, de más de 8.000 hectómetros cúbicos de capacidad, apenas se superan los 2.000, lo que supone la cuarta parte del total. También en los 48 embalses que componen toda la cuenca no se ha registrado ni una sola gota de agua en la última semana y se ha perdido medio hectómetro cúbico por evaporación. Entre los de mayor capacidad, la situación es más que alarmante. Así, en de Iznájar en Córdoba de los 920 hectómetros cúbicos apenas cuenta con 180; el del Negratín está al 24% de sus 571 hectómetros de capacidad y el del Tranco de Beas enJaén se queda en el 31%, 14 puntos más que el de Giribaile en la misma provincia, donde el de Jándula apenas almacena 76 hectómetros cúbicos.

Con estos datos, el consejero de Sostenibilidad, Ramón Fernández-Pacheco, reconocía ayer que los datos sobre los niveles de los embalses en Andalucía no pueden calificarse “nada más que como dramáticos” ya que ninguna de las cuencas alcanza el 30% de su capacidad. “Andalucía hoy tiene más de 500 hectómetros cúbicos menos de los que teníamos la misma semana del año pasado”, subrayó el consejero durante una visita institucional al Ayuntamiento de Gádor en Almería, donde apuntó que en provincias como la almeriense la situación es aún “más preocupante” al existir embalses como el de Cuevas del Almanzora que no llegan al 15%.

“Venimos acarreando una serie de meses en los que apenas ha llovido y eso tiene una serie de consecuencias que todos notamos. En el sector de la agricultura es más evidente, pero también en los propios entornos naturales que están padeciendo esta sequía, o para la industria y el turismo”, ha sostenido.

Fernández-Pacheco ha recalcado que el agua es “fundamental” para Andalucía, y que ante el estado de los embalses las administraciones públicas responsables sólo pueden “invertir, invertir e invertir en infraestructuras que nos hagan más resistentes a esa situación de sequía”.

“La Junta de Andalucía ya ha puesto en marcha dos decretos de sequía. Estamos trabajando en un tercer decreto que saldrá de manera inminente, en un plan de soluciones y obras contra la sequía con un presupuesto de 4.000 millones de euros”, ha abundado, toda vez que ha mantenido que las infraestructuras hidráulicas son el “motor” que tira de la obra pública en la comunidad.