La pandemia se ensaña con los más pobres en las ciudades andaluzas
Coronavirus Andalucía
Un informe de la Consejería de Salud concluye que las personas con ingresos bajos han tenido cuatro veces más posibilidades de fallecer por Covid-19 que los de ingresos altos
Las rentas de 15.000 euros han tenido cuatro veces más opciones de morir que las de 100.000 euros en Andalucía
Los ricos también lloran, pero lo hacen con menos frecuencia a causa de la enfermedad y la muerte. Es ya cuantiosa la evidencia científica que vincula la salud y las rentas. Ha ocurrido siempre y seguirá sucediendo. La pandemia ha sido una evidencia más, una cuestión que se agudiza principalmente en los entornos urbanos. Y así ha ocurrido en las doce poblaciones andaluzas con más de 100.000 habitantes, como ya ha sido estudiado durante estos años del coronavirus en Madrid, Barcelona o Nueva York.
Suele pasar que las zonas más desahogadas económicamente en las urbes han sufrido menos los efectos de la pandemia, al menos en lo que a casos graves se refiere, es decir, a enfermos de Covid-19 con necesidad de hospitalización y a enfermos que sufrieron el desenlace fatal. El riesgo observado en los barrios con menos ingresos fue aproximadamente un 10% superior para las infecciones, un 40% superior para las hospitalizaciones y un 100%, esto es, el doble para las defunciones. La pandemia se ha acabado ensañando con la población más pobre, con el eslabón más débil de la sociedad.
Son los resultados de un informe elaborado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias que ha analizado la relación entre el nivel de ingresos económicos y la incidencia de Covid-19 en las urbes andaluzas durante el primer año de la pandemia, más específicamente a lo largo de la segunda y la tercera olas. En concreto, según señalan los autores del informe, el riesgo de fallecer por Covid-19 en una población cuya renta media fuese de 15.000 euros anuales fue el doble que en una de 40.000 euros. En cuanto a las rentas de 110.000 euros anuales, el riesgo de muerte fue cuatro veces menor que en las poblaciones con 15.000 euros.
En el análisis por localidades, el informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía subraya el caso de Granada, cuyas incidencias de contagio, hospitalización y muerte han doblado prácticamente a la de Sevilla. En el otro extremo opuesto, sin embargo, Huelva presenta con mucho las cifras más favorables.
Entre las hipótesis planteadas para explicar este fenómeno que relaciona los contagios de Covid-19, los expertos en Salud Pública de la Consejería han encontrado factores como las condiciones de vida en la vivienda, que pudieron dificultar llevar a cabo el aislamiento y la cuarentena prescritas; la dedicación a empleos que no permitieron la modalidad casera; la adversidad económica, "íntimamente ligada al pérdida de empleo y la precariedad laboral", señalan los técnicos de la Junta de Andalucía antes de apuntar a motivantes como la necesidad de desplazarse en medios de transporte público, un particular que ha expuesto a la población a más riesgo del contagio; y la relación entre el nivel educativo y la recepción de información sobre las medidas de prevención frente a la propagación del microorganismo. En este apartado, la Junta de Andalucía advierte de las dificultades encontradas en la interpretación de los síntomas de la gravedad de la enfermedad.
Los pobres padecen más enfermedades crónicas
Los factores anteriormente reseñados engloban los factores sociales que han favorecido la transmisión del coronavirus, señala el informe, aunque no explican en cambio necesariamente el mayor riesgo de una infección con un curso grave. En este sentido, indica el estudio, una primera hipótesis apunta a "las peores condiciones de salud de las personas que viven en zonas con mayor privación económica".
El estado de salud se relaciona con el nivel socioeconómico y luego, durante los dos años de pandemia, se ha demostrado el vínculo de las enfermedades crónicas con peores pronósticos del Covid-19. Además, existe una segunda hipótesis que ha podido favorecer la gravedad de la enfermedad con rentas más bajas en las grandes ciudades andaluzas que carácter más social: las barreras de acceso a los servicios sanitarios en las zonas más desfavorecidas de Andalucía, en especial a la Atención Primaria, dice el informe.
Estos hallazgos, explican los especialistas de Salud Pública, ponen de relieve cómo la pandemia ha evidenciado las inequidades sociales en salud. Son necesarias por tanto medidas encaminadas a "mejorar la educación", a "facilitar el acceso a la sanidad pública" y, en definitiva, a "proteger" la salud de las personas que viven en las zonas con menor renta. De lo contrario, avisa el estudio, estas desigualdades pueden persistir en Andalucía e incluso "agravarse en el futuro".
Para la consecución de este estudio, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias han analizado los principales núcleos urbanos de Andalucía –las ocho capitales de provincia– y los municipios con una población superior a 100.000 habitantes –Jerez de la Frontera, Marbella, Algeciras y Dos Hermanas–. En su conjunto, estas doce ciudades agrupan más de tres millones de habitantes, que es el 36% de la población andaluza.
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