Paco Salazar, el fontanero incombustible de Montellano que resiste en Moncloa
Forma parte del aparato monclovita desde los tiempos de Iván Redondo, y ha estado con Óscar López y ahora con Diego Rubio
La utrerana Silvia Calzón se incorpora al núcleo duro de Presidencia como directora de Respuesta a la Ciudadanía
Así es Silvia Calzón, cuyo nombre sonó para ministra de Sanidad cuando Salvador Illa se fue
Es uno de los grandes fontaneros del sanchismo, desconocido, situado en un segundo o tercer plano, pero incombustible a los vaivenes de Moncloa. Francisco Salazar, conocido como Paco Salazar en el PSOE, ha sido confirmado este miércoles como secretario general de Coordinación Institucional del gabinete de Presidencia de Pedro Sánchez. Ex alcalde de Montellano y ex concejal del Ayuntamiento de Dos Hermanas, este licenciado en Ciencias Políticas ha sobrevivido a tres directores y se le considera una pieza clave de las relaciones entre Moncloa y la dirección socialista de Ferraz. Otra andaluza, pero de Utrera, Silvia Calzón, ha entrado en el gabinete de Presidencia con el cargo de directora del Departamento de Respuesta a la Ciudadanía.
El caso de Salazar es curioso por cuanto es un superviviente de los vaivenes de Moncloa, aunque también ha sido una víctima. Fue de los primeros en llegar al gabinete inicial de Pedro Sánchez y, al poco, se convirtió en el número dos de Iván Redondo, considerado entonces uno de los gurús del sanchismo, un experto en comunicación política que, sin embargo, no trabó buenas relaciones con la dirección del PSOE con Ferraz. Esa cercanía le costó a Salazar su salida de Moncloa cuando Redondo fue despedido. Pasó casi dos años en el Hipódromo de la Zarzuela, que es la empresa pública donde han ido a parar algunos sanchistas defenestrado, pero al poco fue rescatado de nuevo por el propio Pedro Sánchez.
Salazar ha trabajado hasta ahora con Óscar López como director de gabinete. López ha sido nombrado ministro de Transición Digital con el objetivo de incorporar a un perfil más político al Gobierno, y se ha llevado consigo a Antonio Hernando, que era otro de los amigos de Pedro Sánchez que estaban en el gabinete de Moncloa. López, Hernando y Sánchez formaban un trío de jóvenes socialistas bajo la tutela de José Blanco, el poderoso secretario de Organización de José Luis Rodríguez Zapatero, pero todos se distanciaron cuando el actual presidente del Gobierno se opuso a respaldar con la abstención la investidura de Mariano Rajoy.
Cabía la duda de si Salazar seguiría en Moncloa con el nuevo jefe de gabinete, Diego Rubio, un brillante licenciado en Historia con un perfil muy diferente al de su antecesor. Rubio, de 38 años, no tiene carné del PSOE y, quizás por eso, el papel de Salazar siga siendo el mismo, el de enlace con el PSOE. Las relaciones entre Moncloa y Ferraz no han sido siempre buenas, pero mejoraron de modo definitivo con la imbricación de la ministra María Jesús Montero en la dirección federal como vicesecretaria general y con el papel asumido por Santos Cerdán como secretario de Organización. Salazar se sitúa entre ambos.
Con el cambio de Rubio, también se incorpora a Moncloa otra andaluza, Silvia Calzón, que fue concejala socialista de Utrera y parlamentaria hasta que dio el salto al Ministerio de Sanidad. Ahora era directora general de la Comisión Española para la Lucha contra el Dopaje en el Deporte (CELAD) y antes había sido secretaria de Estado de Sanidad con Salvador Illa, Carolina Darias y José Manuel Miñones.
Otro sevillano, Antonio Hernández, ha sido confirmado como director del Departamento de Coordinación Política, cargo que ocupaba actualmente.
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