La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Cine
Nomadland, de Chloé Zhao, terminó una temporada triunfal en la que ha arrasado en todos los premios proclamándose también la ganadora de los Oscar. Esta historia sobre "el poder de la resiliencia y la esperanza, lo que significa la humanidad", tal como la definió su realizadora, se hizo con los galardones a la mejor película, dirección y actriz (Frances McDormand) en una gala que decepcionó en su promesa de ser "muy cinematográfica" y tras arrancar con un espectacular plano secuencia -un largo paseo de Regina King, que abría el primer sobre de la noche- que prometía más de lo que dio en su transcurso. Hollywood, en todo caso, volvía a la vida en una especie de sueño donde nadie llevaba mascarilla.
Once años después de que abriera el camino Kathryn Bigelow, Zhao se convirtió en la segunda mujer en conquistar el reconocimiento a la mejor dirección. La cineasta de origen chino incidió en el mensaje humanista de su película y recordó un juego en el que se entretenía con su padre. "De ahí se me quedó grabada una frase que decía que las personas son en esencia buenas. Sigo creyéndola", dijo, antes de dedicar su victoria a "quienes tienen la fe y el valor de aferrarse a la bondad que llevan dentro, también a la bondad de los otros".
McDormand, entretanto, se adentró en el olimpo de actrices que tienen tres Oscar, un selecto club en el que se codea con Meryl Streep e Ingrid Bergman, y donde sólo Katharine Hepburn, con cuatro estatuillas, las supera. La actriz, inmensa en Nomadland, no sólo venció a las también favoritas Andra Day y Viola Davis: al ser productora del filme, como Zhao, sumó esta noche dos estatuillas a su vitrina.
En el apartado interpretativo, un ausente Anthony Hopkins ganó su segundo Oscar casi 30 años después del primero, logrado entonces por la mítica El silencio de los corderos. Ahora, su papel en El padre lo sitúa, a los 83 años, como el actor más veterano en el palmarés de los premios, e impide que ChadwickBoseman, como anunciaban las quinielas, reciba de manera póstuma el respaldo de la Academia por su trabajo en La madre del blues. El padre se impuso también en la categoría de guión adaptado gracias al libreto del dramaturgo y director Florian Zeller y Christopher Hampton, bendecido de nuevo por Hollywood más de tres décadas después de Las amistades peligrosas.
No hubo sorpresas en la elección de los actores de reparto. La coreana Youn Yuh-jung era la representante mejor posicionada de Minari y respondió a las expectativas, aunque la propia actriz acogiera la situación con incredulidad. "Vivo en la otra parte del mundo y esto lo veo por la televisión", admitió, humilde, antes de señalar el importante obstáculo que había vencido. "No creo en la competitividad. ¿Y cómo le voy a ganar yo a Glenn Close?", se preguntaba. Esta última iguala ya a Peter O'Toole como la intérprete con mayor número de derrotas en los Oscar, ocho, aunque Close demostrara que es una reina absoluta y que sabe perder con un humor admirable: en un trivial sobre música acertó la canción que le pusieron -Da Butt, de Experience Unlimited- y se atrevió a bailarlo con la energía de una joven haciendo twerking.
Daniel Kaluuya también cumplió los pronósticos y fue elegido el mejor actor de reparto por Judas y el mesías negro. El protagonista de Déjame salir soltó una de las frases más comentadas en las redes, una reflexión sobre lo azaroso de la vida: "Mis padres tuvieron sexo. Hoy estoy aquí". Judas... se llevó también el Oscar a la mejor canción por Fight for You, de H.E.R., quien frustró el sueño de la también nominada Laura Pausini.
De sus diez candidaturas, Mank materializó tan sólo dos: mejor dirección artística y mejor fotografía, un premio que parecía cantado para Nomadland. Con el mismo número terminaron la gala Sound of Metal (sonido y montaje), Soul (película de animación y banda sonora) y La madre del blues (vestuario y maquillaje, del español Sergio López-Rivera). En la entrega del premio al mejor montaje, Harrison Ford ilustró con algunas críticas devastadoras de Blade Runner el destacado papel que tiene el montador en el resultado final de una película.
Una joven prometedora tampoco se fue de vacío: Emerald Fennell triunfó en el apartado de guión original. La británica recordó que rodó su película en apenas 23 días y con un embarazo bastante avanzado, y agradeció a su hijo que no decidiera nacer "hasta dos semanas después de haber terminado el rodaje".
Uno de los momentos más emotivos fue la entrega del Oscar a la película internacional, Otra ronda, de Thomas Vinterberg. El director danés explicó que con su historia quería "celebrar la vida", en parte porque su hija murió en un accidente cuando empezaban a rodar la cinta. "Acabé haciendo la película para ella", confesó. "Ida, ha ocurrido un milagro, y tú eres parte de él", afirmó conmovido.
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