La oposición se mantiene en el no sin que se otee una solución inmediata

Con el PP inamovible, Podemos no halla motivos para cambiar de opinión esta semana, mientras C's abre la puerta a una abstención que le es insuficiente a Díaz

La oposición se mantiene en el no sin que se otee una solución inmediata
La oposición se mantiene en el no sin que se otee una solución inmediata
Antonio Fuentes Sevilla

05 de mayo 2015 - 05:03

La hora y media y 55 segundos que Susana Díaz dedicó ayer a la exposición de 135 medidas y 24 leyes resultó estéril para los grupos políticos que pueden facilitar su investidura. El PP, Podemos, Ciudadanos (C's) e Izquierda Unida mantuvieron el no y todo hace pensar que éste será hoy el sentido del voto de la oposición en el Parlamento andaluz, donde se vivirá una jornada maratoniana con los turnos de réplica de cinco partidos políticos al discurso de investidura de Susana Díaz y que finalizará con la votación a última hora de la tarde.

Con un PP inamovible en la negativa, sólo Ciudadanos abrió la puerta a la abstención, no ya hoy, donde Díaz necesita mayoría absoluta, sino en una segunda votación que se celebrará 48 horas después, bien el próximo jueves por la tarde o bien el viernes.

Pero a Díaz le hace falta sumar la abstención de Podemos, que ayer se descartó al menos para esta semana, dijo el secretario de Organización, Sergio Pascual.

La falta de concreción de los negociadores del PSOE y de la propia Díaz a las demandas que hace más de un mes pusieron sobre la mesa es la principal razón de la oposición de Podemos, que sigue sin encontrar respuesta a dos de sus tres exigencias. Asumida la dimisión en diferido de los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, el compromiso de que las entidades financieras habiliten soluciones habitacionales a los desahucios (o de lo contrario se cierren las cuentas de la Junta en ellas) y la desaparición casi total de los políticos en la gestión de la Administración son los diezmos innegociables que Díaz continúa sin envidar, pese a que en su discurso ofreció más medidas antidesahucios y elevó del 5 al 10% la reducción de puestos de confianza en la Junta.

Más allá del porcentaje, el PSOE sigue sin facilitar en la negociación el número de directivos en las empresas públicas o de personal eventual en la Administración y se traslada a julio, cuando entre en vigor la ley andaluza de transparencia. Ayer el portavoz socialista Mario Jiménez reconoció en declaraciones a los periodistas que ni siquiera han solicitado estos datos a la Administración. Según publicó el pasado sábado esta redacción, son entre 400 y 430 directivos en empresas públicas y unos 270 eventuales. El ahorro en sueldos se destinaría a más plazas en educación y sanidad, lo que sí ofreció Díaz, aunque sin decir cómo lo hará. Serían unos 500 contratos de sustituciones para profesores y otros 500 para sanitarios en urgencias, que se suman a las ofertas públicas de empleo (OPE), donde se agotó el límite de la tasa de reposición.

Teresa Rodríguez, a la salida del pleno, incidió en el objetivo de acabar con la dedocracia en la Junta. "Podemos no hace rebajas, ni negocia ni mercadea con sus objetivos", dijo Rodríguez. "Más allá del parole, parole, parole, Podemos demanda hechos, actos y en esa dinámica seguimos planteando las mismas condiciones para abstenernos", zanjó.

A falta de entendimiento con Podemos, la puerta entreabierta la ofrece Ciudadanos, cuyo portavoz, Juan Marín, valoró ayer la disposición de Díaz a incluir algunas de sus medidas contra la corrupción. Marín destacó los "guiños" a su partido, con un "copia y pega" de su pacto anticorrupción, pero no obstante mantuvo que votará hoy en contra de Díaz porque "no les ha sacado de la desconfianza".

Marín añadió que el partido valorará si se abstendrán en la próxima ocasión, lo que puede definir hoy cuando le toque intervenir ante el pleno. Señaló que es una "apuesta arriesgada", pero añadió que en algunos momentos complicados "hay que dar un paso al frente". Lo que está descartado -"nunca que sí", dijo- es un voto a favor, lo que solventaría por sí misma la ecuación sin necesidad de más movimientos.

Igual ocurriría con una abstención del PP, pero cuyo alejamiento es más evidente cada día que se acercan las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo.

Incluso desde Madrid llegaron ayer posiciones imprevistas. Un alto representante del Gobierno, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, dijo que prefiere unas nuevas elecciones autonómicas en Andalucía a un Ejecutivo inestable o débil sin suficientes apoyos parlamentarios. En un encuentro informativo en el Palacio de la Moncloa, Ayllón opinó que es un factor de mayor inestabilidad política un Gobierno débil y sin mayoría suficiente que la celebración de elecciones anticipadas ante la imposibilidad de formar un Ejecutivo, informó Efe.

Nunca ha llegado a tanto en sus declaraciones el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, que no vio ningún guiño a su partido ni siquiera en materia económica (pese a que fueron evidentes) y que tampoco se refirió ni a las ofertas de pacto ni a las peticiones para que intermedie ante el Gobierno central.

Moreno calificó de "decepcionante" y "poco ambicioso" el discurso de investidura de la candidata socialista, Susana Díaz, del que dijo que se trata de "vieja promesas" de los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Para Moreno, fue un discurso "de grandes frases y palabras huecas, vacío de contenido y de compromisos, y por tanto, vacío de objetivos" y anticipó el voto negativo del PP porque "no encuentra ningún aliciente o alternativa política que nos acerque a facilitar la investidura".

También votará que no Izquierda Unida, cuyo coordinador general, Antonio Maíllo, lamentó ayer que el discurso de investidura de Susana Díaz ha sido "flojísimo en el ámbito económico y de empleo" y advirtió que "es evidente que el acuerdo con la derecha, sea económica o política, está ya cerrado" y se verá en la votación.

Sólo el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, valoró el discurso de Díaz, el de mayor duración desde la intervención de Rafael Escuredo en la primera legislatura. Habló dos horas y media.

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