Los onubenses claman justicia en los actos de Huelva y San Bartolomé

Emoción entre los familiares e ira en el público en las manifestaciones de apoyo a la madre de los niños

J. Ronchel · R. Rendón / Huelva

01 de septiembre 2012 - 07:49

Emoción e indignación, convertida en ira entre los presentes. Las concentraciones realizadas ayer en Huelva capital y San Bartolomé de la Torre fueron el termómetro del sentir popular tras el nuevo rumbo de las investigaciones. La tristeza ya no fue contenida para dar un paso más y manifestar la rabia ante la posible confirmación de la muerte de los pequeños Ruth y José. De la solidaridad con la familia se pasó a la petición unánime de justicia y la reclamación de un cambio en las leyes con la instauración de la cadena perpetua en el Código Penal.

Cientos de personas se dieron cita en la Plaza de las Monjas desafiando al calor, el horario laboral y las vacaciones estivales. Ante todo, en apoyo a la familia materna de los niños. Pero más aún, para sacar la exasperación guardada anteriormente. La prudencia se dejó a un lado definitivamente para expresar la furia por la noticia más temida por todos.

"¿Tanto mal te han hecho tus hijos para darles la peor muerte que se le puede dar a una persona?", rezaba un cartel con la fotografía del padre, José Bretón. Las acusaciones eran claras. "Cadena perpetua revisable, porque no hay años para pagar crímenes como éste", decía otra alusión directa a Bretón.

No eran las únicas anotaciones lanzadas por el público. En mano, en rótulos individuales, el mensaje mayoritario, convertido en nuevo grito de la familia: "Justicia. Cadena perpetua revisable".

La media hora de silencio en la plaza fue constantemente interrumpida por comentarios variopintos y sin tapujos entre la multitud, pidiendo, cuando menos, la Ley del Talión con Bretón. Y al término, la puntilla: gritos de "queremos justicia" y "asesino", de nuevo en directa referencia al padre de los niños desaparecidos.

No estuvo en la plaza, como en otras ocasiones, Ruth Ortiz. "Se encuentra en un momento malo, crítico. No tiene un minuto de paz. Pero seguro que se levantará". Las palabras de Juan David López, primo de la madre, fueron las únicas entre los familiares y amigos presentes, más consternados que de costumbre. Sólo hubo rayos de fortaleza en la petición firme y constante de justicia. "Es lo que hemos venido a pedir. Que esto no se vuelva a repetir y que no lo dejen en libertad a los 8 años por buen comportamiento y cosas de estas. Estos señores -añadió López- no deben salir a la calle nunca".

El portavoz de la familia materna de nuevo censuró a la familia Bretón por "no haber colaborado" y reiteró su deseo de crear la pena perpetua revisable: "Esto es inhumano pero más inhumano sería que dentro de 8 años saliera Bretón".

San Bartolomé de la Torre, localidad natal de los Ortiz, se echó ayer a la calle para mostrarles su solidaridad. Frente a la casa consistorial, la fachada de un banco aparecía empapelada con fotos de José Bretón acompañadas por más de cuatro decenas de insultos y con mensajes como "que tu mayor condena sea la tortura de escuchar la voz de tus hijos mientras duermes; asesino, basura". Los bartolinos hicieron cola para firmar por la prisión perpetua revisable y depositar velas rojas y blancas ante una suerte de altar presidido por los rostros sonrientes de los dos hermanos. Por los corrillos se escuchaban sentencias de todo tipo: desde el "que lo suelten en la calle, que ya nos encargaremos de él" manifestado por un señor o que "sufra mucho y que Ruth lo vea" que espetaba otra de las vecinas.

Varios primos y tíos de Ruth Ortiz sacaron fuerzas de flaqueza y presenciaron la muestra de apoyo ciudadano. Entre lágrimas, una tía de los niños indicaba a este diario que "hemos venido en agradecimiento al pueblo, pero no tenemos fuerzas para nada". Cuando el reloj marcó las once, más de 300 ciudadanos enmudecieron en memoria de los pequeños. Después, una ovación rompió el silencio y se elevaron al cielo decenas de carteles en los que podía leerse "Justicia. Cadena perpetua revisable".

El alcalde de la localidad, Manuel Domínguez, leyó un comunicado en el que remarcaba que "Ruth Ortiz es vecina, amiga y familia de muchos de los que estamos aquí, por eso sentimos su dolor muy de cerca". Manifestó además la "indignación" que padecen todos los vecinos y mostró su apoyo a los Ortiz y a su lucha "para que se haga justicia". Un primo de Ruth, Miguel, agradeció el cariño de los asistentes. Luego, él y otros familiares de los niños arrancaron con rabia de la pared del banco las fotos de Bretón, una imagen que ya llevan grabada a fuego en la peor de sus pesadillas.

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