¿Es obligatorio vacunar a los perros contra la rabia en Andalucía?

La rabia es una enfermedad vírica que se transmite entre los animales, que afecta al sistema nervioso central y que si no se trata con urgencia provoca la muerte del animal o la persona contagiada. En España, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación señala que el país ha estado libre de rabia terrestre desde el año 1978 gracias en gran parte a las campañas de vacunación que se llevaron a cabo en perros. Y a día de hoy solo se dan casos “importados de rabia, en perros y algún caballo”, pero se trata de casos esporádicos y que suelen tener lugar en zonas como Ceuta y Melilla.

Por ello, en España muchos perros siguen siendo vacunados contra esta enfermedad, para protegerles tanto a ellos como a los humanos con los que conviven. Por otra parte, cada comunidad autónoma tiene sus propias normas respecto a si los perros deben recibir o no vacunas de forma obligatoria y cómo ha de ser esta vacunación. Aunque desde organismos como la Real Sociedad Canina de España (RSCE) abogan por una unificación de la legislación a través de una norma a nivel estatal.

En el caso andaluz, ¿deben vacunarse los perros contra la rabia?

La RSCE destaca que Andalucía es una de las comunidades autónomas en las que la vacunación es obligatoria y se realiza mediante dos dosis, separadas por 21 días. Posteriormente los perros deben recibir un refuerzo anual que es también obligatorio.

El sistema es el mismo que el que se lleva a cabo en Castilla-La Mancha y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que corren especial riesgo de sufrir casos de rabia por su cercanía a Marruecos, desde donde pueden llegar animales que no han recibido las pertinentes vacunas.

Lo que pide la RSCE al respecto

Desde la RSCE proponen la creación de una ley estatal que permita unificar las actuaciones exigencias de vacunación contra la rabia a los perros en España, ya que hoy en día hay desde comunidades en las que no es obligatorio vacunar a los canes, como es el caso de Galicia y Cataluña (aunque esta última está en trámites de un decreto que obligue a hacerlo) a lugares en los que se obliga a una vacunación con una sola dosis y otros en los que la primera vacuna son dos dosis. Además de diferencias también en la periocidad de los refuerzos (cada uno o dos años).

Sugieren una primera vacunación temprana con refuerzos anuales o bianuales, que varíen en función del perro. Ya que es “la opción más viable, económica y segura desde el punto de vista médico”. También solicitan que la ley contemple una subvención o ayudas indirectas para hacer el coste de la vacunación más accesible para todos, ya que el precio de la vacuna se encuentra entre los 30 y los 100 euros. 

Apoyan su propuesta en el respaldo que medidas similares tienen por profesionales veterinarios a nivel internacional, como el caso de la World Small Animal Veterinary Association (WSAVA).

Consideran que no solo será positivo para el interior del país, sino también de cara al extranjero, ya que “proporcionará un marco actualizado, acorde a las exigencias de la Unión Europea”. La legislación comunitaria exige que los perros tengan las vacunas antirrábicas al día si van a desplazarse a otro Estado miembro, ya sea desde España o desde otro lugar.