Así son los nuevos exámenes de la Selectividad 2025 en Andalucía

Los institutos andaluces disponen desde este lunes -un mes después de comenzar las clases- de los modelos de exámenes para la Selectividad 2025, pruebas que estarán adaptadas a la Lomloe (la reforma educativa del Gobierno de Pedro Sánchez). En estos exámenes los estudiantes habrán de demostrar que han adquirido las competencias necesarias en cada ámbito del conocimiento, concepto pedagógico en el que se basa la ley de enseñanza.

Entre estos exámenes, se encuentran los de las asignaturas obligatorias. De ellos, destaca el de Lengua y Literatura II, el primer ejercicio con el que se abren las pruebas de acceso a la universidad (PAU), que se celebrarán en Andalucía el 3, 4 y 5 de junio de 2025.

Esta prueba parte de un texto base, sobre el que se asientan los dos bloques que la integran. El primero -valorado con hasta cinco puntos- lo componen tres apartados. En el primero, el estudiante habrá de "identificar las ideas del texto, exponer de forma concisa su organización e indicar razonadamente su estructura". En el segundo apartado, tendrá que "indicar y explicar la intención comunicativa del autor del texto y comentar dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual". En el tercero, el estudiante -a partir del referido texto- elaborará "un discurso argumentativo", de entre 200 y 250 palabras, en el que "expondrá sus ideas de forma precisa y ordenada, utilizar con destreza los argumentos y reflejar claramente una posición personal, crítica y fundamentada". Se busca "un discurso articulado, coherente y gramaticalmente correcto", requisito acorde con el nuevo modelo de enseña que persigue la Lomloe, que tiene entre sus objetivos, fomentar el espíritu crítico de los jóvenes.

Sintaxis y literatura

El segundo bloque lo componen cuatro apartados. Los dos primeros están relacionados con la sintaxis del texto elegido y su ánalisis lingüistico. Habrá dos opciones a elegir en cada uno. Los otros dos conciernen a preguntas literarias, con cuatro opciones en cada uno de ellos. En total, este bloque suma como máximo otros cinco puntos.

Para la calificación de esta prueba se tendrán en cuenta la corrección formal y gramatical; la precisión y claridad en la expresión; el orden y la coherencia de la exposición; la adecuación del discurso a la situación comunicativa y la riqueza del estilo; y la correcta presentación del ejercicio. Se podrá penalizar estas carencias con hasta dos puntos.

33 modelos

Con estos modelos de exámenes -33 en total- se cumple el acuerdo alcanzado el pasado 11 de octubre por la Comisión Interuniversitaria de Andalucía, constituida por representantes de las nueve universidades públicas y de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, así como de la de Universidad, Investigación e Innovación. Dicho órgano, que se encarga de organizar la prueba de acceso a la universidad en Andalucía, está presidido este año por la Universidad de Almería. 

Estos modelos de exámenes, correspondientes a las materias obligatorias y opcionales, han sido diseñados por las denominadas Ponencias de Materia, que son las comisiones constituidas por profesorado universitario y de Bachillerato encargadas de elaborar las pruebas. Se puede consultar en el portal del Distrito Único Andaluz (DUA).

Menos opciones

Para la evaluación que se llevará a cabo en este curso académico se incorporan una serie de novedades que modifican las pruebas que se habían venido realizando en las ediciones anteriores. En virtud de los aspectos consensuados en la Comisión Interuniversitaria, celebrada el pasado 11 de octubre, Junta y universidades públicas andaluzas han establecido que las materias a evaluar tendrán un modelo único de ejercicio, en lugar de los dos entre los que podía elegir el alumnado, aunque será posible seleccionar tareas o actividades opcionales. Se siguen, así, las directrices generales marcadas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. En la convocatoria de 2025, en torno a un 25% de las preguntas tendrán ese carácter competencial, con el objetivo de que ese porcentaje se vaya incrementando progresivamente. Con esta novedad se supera la elevada optatividad del tipo de examen que se venía realizando desde la pandemia del Covid.

Desde el Gobierno andaluz se incide en que se evaluará en todos los ejercicios la corrección ortográfica, gramatical y léxica, con el fin de valorar la capacidad expresiva de los estudiantes. En ese sentido, se tendrá en cuenta la grafía, las tildes y la puntuación, así como la coherencia del texto o la presentación. No obstante, ese criterio penalizará más en las materias lingüísticas que en las no lingüísticas. La duración de los exámenes se mantiene como en cursos anteriores: 90 minutos para cada uno de ellos, con descanso entre pruebas consecutivas. Todas las pruebas contemplarán el currículum de segundo de Bachillerato en su totalidad. La Junta defiende que con estos acuerdos, Andalucía avanza en la armonización de la prueba con el resto de regiones para asegurar la igualdad de oportunidades entre los estudiantes de toda España y conseguir un modelo común que respete los principios de igualdad, mérito y capacidad.