Montero y Cerdán hacen de escuderos de Sánchez ante el "asedio" judicial

La crónica de tribunales marca el inicio del cónclave socialista de Sevilla

La vicesecretaria general del PSOE tacha de "golpista" a Feijóo por alentar al Congreso a destituir el líder socialista

El congreso del dron

María Jesús Montero y Santos Cerdán, junto a Juan Espadas.
María Jesús Montero y Santos Cerdán, junto a Juan Espadas. / Rafa del Barrio

La crónica política española es la crónica de tribunales, los juzgados mandan sobre este 41º Congreso Federal del PSOE que ha comenzado este viernes en Sevilla. Poco antes de que se iniciase este cónclave en el palacio de ferias y congresos de Sevilla (Fibes), el ex líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, dejaba su teléfono móvil al juez del Tribunal Supremo que investiga la filtración del fiscal general del Estado, el hilo que lleva la revelación de secretos que busca el juez hasta la sala de máquinas de Moncloa. "El único proyecto de país que tiene Feijóo es tumbar a Pedro Sánchez, es autoritario y golpista". María Jesús Montero, número dos del Gobierno y del PSOE, lo repite: sí, Feijóo, es un golpista. El Congreso comienza a la defensiva.

María Jesús Montero y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, han sido los encargados de inspeccionar la enorme carpa que alojará durante estos días a los más de mil delegados que asisten al Congreso y han ejercido el papel que les corresponde en estos días de asedio judicial a Pedro Sánchez. Montero y Cerdán son sus escuderos, y lo que se anticipa en estas primeras horas es que el PSOE va a cargar por tierra, mar y aire contra Alberto Núñez Feijóo, líder del PP.

"Es golpista porque Feijóo ha exigido al PSOE que debe echar a Pedro Sánchez como secretario general y porque su único proyecto de país es derribar, tumbar y derrocar a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno". Montero ha abierto la cortina de fuego contra el líder del PP, de la que tampoco se ha abstenido Santos Cerdán al declarar que "Feijóo tiene la misma credibilidad que Aldama". Juntos, Montero y Cerdán, han inagurado un fin de semana que en lo orgánico no aventura grandes cambios orgánicos.

Aldama es Víctor Aldama, el empresario e intermediario que formaba la trama con el ex ministro José Luis Ábalos y que ha declarado en sede judicial que entregó un sobre con 15.000 euros a Santos Cerdán en un bar cercano a Ferraz. Cerdán lo niega y, en estos días críticos, ha recibido el respaldo de María Jesús Montero. Los delegados no votan hasta el domingo a los miembros de la nueva Ejecutiva, que aún está por confeccionar, pero la vicepresidenta ya ha querido apoyar a Cerdán como "el mejor" secretario de Organización "que hemos tenido".

Y si María Jesús Montero lo apoya, es que Pedro Sánchez también lo mantendrá como fontanero mayor del partido. Y a la propia Montero, como vicesecretaria general, el tándem no se mueve y menos en estos momentos. El navarro y la sevillana han conseguido reconducir las malas relaciones que había entre Gobierno y Ferraz durante la primera legislatura de Pedro Sánchez, los cambios que haya vendrán en el siguiente escalón. En la portavocía, por ejemplo, para la que los socialistas siguen sin encontrar alguien que sepa marcar los lunes el guion de la semana.

La crónica política española es estos días las crónica de tribunales. Sobre Sánchez pesan dos casos judiciales, el que investiga a su esposa, Begoña Gómez, por su máster de la Universidad Complutense y el que sige a su hermano, David Sánchez, por su contrato con la Diputación de Badajoz, pero el de la filtración del fiscal general del Estado también lleva a Moncloa. Muchos en el PSOE ha interiorizado que la pieza a batir de este último no es el fiscal, Álvaro García Ortiz, sino el propio Sánchez, y Juan Lobato ha podido dejar la pistola humeante que lleva de uno a otro.

La jefa de gabinete de Óscar López, Pilar Sánchez Acera, envió a las 8:29 horas un mail de la Fiscalía sobre el acuerdo que el novio de Isabel Díaz Ayuso quería alcanzar con el ministerio público sobre la acusación de varios delitos fiscales. Según el Tribunal Supremo, eso puede constituir un delito de revelación de secretos por parte del fiscal general, pero lo que Juan Lobato ha aportado es que Moncloa, donde trabajaba Pilar Sánchez, también conocía y quería dinfundir la información. La clave es si varios medios de comunicación lo conocía antes, porque ése es el argumento de los investigados.

El caso no es el Watergate, nadie ha obligado a otros a asaltar la sede del partido contrario, se trata de una filtración periodística que puede arrastrar una revelación de secretos, pero el PSOE lo ha entendido como un intento de imputar a Sánchez para desalojarlo de Moncloa. Sólo hace un año de las elecciones generales de 2023 y el ambiente que se respira en el país es de final de ciclo. Si no fuese porque el aludido es Sánchez, el Resistente, cabría esperar ese desenlace, pero no ocurrirá.

El problema del Gobierno reside en la falta de Presupuestos, y de eso también se encarga Montero, de ahí su doble importancia.

Pedro Sánchez llegó este viernes a Sevilla, aunque su primera intervención no está prevista hasta el domigo por la mañana. La defensa del informe de gestión corresponde a Santos Cerdán, que lo hará este sábado.

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