La mitad considera que el PP es ya una alternativa de gobierno
· El 46,3%, un porcentaje similar, sigue sin ver al PP como una opción de cambio· El 54% de los votantes del PSOE creen que no es bueno tantos años de poder· Los populares destacan como el partido que lo haría mejor en economía
SI la percepción económica de los andaluces es mala y y si el Gobierno de la Junta suspende, aunque sólo sea por unas décimas, cabe preguntarse por qué el PP no es capaz de romper claramente el empate a su favor. Es más: con 868.085 parados y con una aceptación generalizada de que 28 años de gobiernos continuados del PSOE en Andalucía son demasiados, ¿por qué el PP no ha dejado atrás a los socialistas, a muchos puntos de diferencia?
Las razones demoscópicas hay que buscarlas en dos preguntas que realiza el Barómetro Joly Andalucía del 28-F, además de la menor valoración que tienen tanto Javier Arenas como su partido frente a Griñán y al PSOE. El PP comienza a verse como una alternativa de gobierno, pero no de un modo claro, y, además, la mayoría de los consultados opina que, en caso de cambio, no habría modificaciones significativas en la gestión, si bien admiten que los de Arenas realizarían un mejor trabajo en el campo económico y de la creación de empleo.
Vamos por partes. Casi dos tercios de los sondeados (un 65%) opina que no es bueno para Andalucía que un mismo partido esté 28 años en el poder. El PSOE ganó las primeras elecciones en 1982, con Rafael Escuredo como cabeza de cartel; le siguió José Luis Rodríguez de la Borbolla tras la dimisión del primero, y después Manuel Chaves. Fue éste el primero que tuvo que gobernar en minoría y, posteriormente, con los andalucistas, si bien en sus dos últimos mandatos recuperó la mayoría absoluta.
Pero Chaves era consciente de que los 18 años que estuvo al frente de la Junta eran demasiados, por lo que proyectó un cambio desde el interior del mismo PSOE. Dimitió durante la Semana Santa pasada, y dejó su puesto a José Antonio Griñán.
En otoño de 2008, el Barómetro Joly realizó la misma pregunta, y resultó también abrumadora. El 64,7% entendía que no eran buenos tantos años del mismo color político. Ahora ocurre prácticamente lo mismo. Es especialmente significativo que esta afirmación es compartida por el 54,3% de los votantes que se reconocen del PSOE.
Sin embargo, el PP de Javier Arenas no logra despejar de una forma clara este cansancio, ya que si bien el 49,4% responde que los populares sí son una alternativa seria de gobierno, un porcentaje cercano, el 46,3%, está en desacuerdo con la afirmación. En estos momentos de dura crisis y con un partido que lleva gobernando 28 años, los sociólogos consultados opinan que la diferencia debería de ser mucho mayor. Por ejemplo, una cuarta parte de los consultados responden que no están "nada de acuerdo" con que los populares sean alternativa en Andalucía. Los que responden "totalmente de acuerdo" suponen el 14,7%, una cifra un tanto menor.
La confianza no es absoluta entre los votantes populares. La amplia mayoría de sus simpatizantes, un 83,8%, creen que sí son una alternativa seria, pero de ellos, son mayoría (un 51%) los que opinan que están "bastante de acuerdo" con la afirmación frente a los que están "totalmente de acuerdo", un 32,8. Incluso así, el avance del PP de Javier Arenas es notable. La mitad ya lo ve como un partido con posibilidades de gobierno. Sólo hay que repasar la historia política reciente de Andalucía para comprobar ese avance: el sólo hecho de que el PP tenga posibilidades de ganar es una noticia de ámbito nacional.
Ahora bien, el PP no es capaz de romper ese empate ni de superar en décimas a los socialistas en intención de voto.
La segunda pregunta del Barómetro Joly del 28-F ayuda a comprender esto un poco más. A los sondeados se les ha interrogado sobre si un previsible Gobierno del PP mejoraría las políticas de empleo y crecimiento económico, las de sanidad y las de educación. Excepto en el caso del empleo y la economía, donde los consultados esperarían una mejor gestión de los populares, en la mayoría de los campos la opción preferida es que todo "seguiría igual".
Ahora bien, el análisis de los datos no es malo para el PP. Por explicarlo de otro modo: ninguna de las áreas por las que se consultan empeoraría según los encuestados. Los altos porcentajes obtenidos en la respuesta de "seguiría igual" vienen a dar una idea de la apatía y de la falta de confianza de los andaluces en la capacidad de los políticos sean del color que sean para mejorar la situación, según al opinión de los elaboradores del sondeo.
La opinión mayoritaria es que un gobierno del PP lo haría igual en materias como sanidad y educación, con un 48,7% y un 41,7% respectivamente. Sin embargo, la diferencia entre los que creen que mejoraría esta gestión y los que opinan que empeoraría es favorable al PP, con una diferencia del 10 puntos en el primero de los casos (sanidad) y de 23,3 en educación. No obstante, esto supone un importante cambio, ya que se ha dado por hecho que los partidos progresistas superan a los conservadores en estas dos materias. En el caso de la economía, las diferencias son mayores. Un 41,3% opina que el PP lo haría mejor, frente a un 39,1% que sería lo mismo y sólo un 10% que apuesta por un empeoramiento. La diferencia de los extremos es de 31,3 puntos en favor del PP.
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