Las mediadoras trataban a los intrusos como "señores especiales"
Los documentos recopilados por la Guardia Civil demuestran que las consultoras conocían de su existencia y ofrecían un tratamiento diferenciado a las personas que no reunían los requisitos.
La consultora Vitalia, que según la Guardia Civil llegó a cobrar 21 millones de euros en sobrecomisiones vinculadas a las pólizas de prejubilaciones financiadas por la Junta, trataba a los intrusos de manera diferenciada al resto de prejubilados. La documentación recopilada por la Unidad Central Operativa (UCO) y que ha sido incorporada en uno de los atestados revela que en Vitalia existían los denominados "señores especiales" y los "particulares".
En el primer grupo, según la Guardia Civil, se incluían aquellos trabajadores a los que le faltaban los documentos normales para la realización de cualquier cálculo actuarial necesario para la determinación del plan de rentas y la secuencia de cobros, por lo que en el sistema informático grababan los campos con 'cero' y 'uno', todo ello con la finalidad de que el sistema alertara de una incidencia.
En el grupo de los "particulares" figuran los trabajadores que teóricamente contrataban una poliza a nivel particular y pone como ejemplo aquellos que venían de un despido con conciliación y decidían invertir el dinero en una póliza que les aseguraba unas rentas. Pero el atestado policial señala que la realidad era "bien distinta en muchos casos", ya que el ex responsable de Vitalia en Sevilla Jesús Bordallo, "bajo el paraguas de los particulares y al igual que hacía con los especiales, aprovechaba para incluir a muchos de los intrusos".
La denominación de "especial" para los intrusos también se utilizaba en el departamento de Planes de Vitalia en Barcelona, como demuestra el caso de la suegra del ex director de Trabajo Francisco Javier Guerrero, intrusa en la póliza de SOS Andalucía.
El carácter "especial" de los intrusos pasaba de un escalón a otro del "entramado" relacionado con Vitalia hasta llegar a la sede de la aseguradora Apra Leven en Barcelona, donde se almacenaba el certificado individual de la póliza con una portada que recoge literalmente ese calificativo de "especial" junto a una serie de "precauciones propias de quien no quiere que esa situación trascienda", advierten los investigadores policiales. Así, junto al llamativo "Ojo!! Sr. Especial", la portada del expediente advertía de que si alguien pedía una copia de dicho certificado "primero" debían comentárselo a una de las trabajadoras, identificada como Rosario.
La Guardia Civil señala que la existencia de los intrusos en las pólizas también se reflejaba en el pago de las comisiones a los comerciales de Vitalia, alguno de los cuales reconocieron que les había llamado la atención que en algunos casos existía una discordancia entre el número de trabajadores cuya prejubilación habían gestionado y el que finalmente le liquidaban en comisiones, por lo que entendían que eran intrusos.
Las mediadoras, según la Guardia Civil, formaban parte del entramado establecido para el cobro de las sobrecomisiones vinculadas a las pólizas financiadas por la Junta, en la que intervenían además despachos de abogados, organizaciones sindicales, empresas pantallas creadas para el blanqueo de los pagos y testaferros. El exceso de comisiones vinculados a Vitalia asciende a 21,2 millones, de los cuales 7,9 proceden de Irson en las pólizas suscritas con Generali y 13,2 por Holding Europeo Tindex en las pólizas suscritas con Fortia.
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