La maternidad tardía obliga a más mujeres a recurrir a óvulos donados

La incorporación de la mujer al mundo laboral y el consiguiente retraso de la maternidad tienen su peaje: algunas se topan con numerosas dificultades cuando deciden ser madres y deben luchar contrarreloj para tener un hijo. Muchas incluso tienen que recurrir a la donación de óvulos para conseguirlo.

Especialistas de centros de reproducción asistida coinciden en que el grueso de la demanda son mujeres de más de 40 años cuyos óvulos ya no sirven simplemente por su edad. "Son mujeres que unos años antes habrían podido tener hijos con sus propios óvulos, pero que lo dejaron demasiado", explica Francisco Martínez, biólogo de Clínicas Rincón.

La donación de óvulos se utiliza cuando la mujer no puede producirlos -porque carece de ovarios, tiene menopausia o por tratamientos oncológicos que destruyen esa capacidad-, cuando debido a su mala calidad ya no se consigue el embarazo o para evitar la transmisión de alguna enfermedad cromosómica.

Esta opción terapéutica nació para dar soluciones, por ejemplo, a esas mujeres sin ovarios, con menopausia precoz o sometidas a quimio y radioterapia. De hecho, estos casos son la mayoría por debajo de los 40 años. Pero a partir de esa edad, la causa por la que necesitan óvulos donados es casi siempre la edad. "Una de las causas fundamentales de la gran demanda de donantes de óvulos es el retraso de la maternidad", confirma Carmen Segura, bióloga del Centro Gutenberg.

Los datos lo corroboran. El 56% de las pacientes de la clínica que en 2007 utilizó este programa era mayor de 40 años. Además, es una realidad social que va en aumento. El Centro Gutenberg lleva haciendo esta técnica desde 1995 y el 70% de los casos se concentra en los últimos cinco años.

En la donación de óvulos hay una donante que es la que da el ovocito que se fecunda en laboratorio con el semen del cónyuge de la receptora. Una vez que se obtienen los embriones, se transfieren a ésta. Segura apunta sus ventajas: "Es una técnica que permite a la madre vivir la maternidad desde el primer momento, el embarazo y el parto. Aunque tenga la carga genética de la donante, la madre le aporta la protección inmunológica y los nutrientes necesarios".

El biólogo de Clínica Rincón también ha constatado que año a año crece la demanda de mujeres que necesitan de esta técnica solamente por su edad. "Es que el hombre es fértil hasta que se muere, pero en la mujer se produce un envejecimiento ovárico. A partir de los 35, la fertilidad decae; pero a partir de los 40 baja drásticamente", explica.

La selección de las donantes es meticulosa. Segura detalla que deben someterse a estudios muy completos para garantizar que están sanas y que no transmitirán ninguna patología ni a la receptora ni a su hijo. Pero además, se cuida que sus características físicas se aproximen a las de la futura madre.

El proceso de donación está regulado por la Ley de Reproducción Asistida. La donante debe ser una mujer sana, menor de 35 años que dé sus ovocitos de forma anónima, gratuita y altruista. Nunca puede haber lucro. No obstante, las clínicas suelen compensar con entre 600 y 900 euros la donación, debido a que la donante debe ir aproximadamente media docena de veces al centro, hacerse análisis, ecografías, medicarse para producir más óvulos y someterse luego a sedación para su extracción. Aún así, suelen repetir donación porque según los especialistas tienen una motivación social alta. "Generalmente lo hacen porque conocen a alguien que no puede tener hijos", asegura Martínez.

El Centro Gutenberg tiene una tasa de éxito del programa de donación de óvulos entre los 41 y los 45 años del 77,50%. Pero este porcentaje cae el 33,33% en el tramo que va de los 46 a los 49. Por eso, su bióloga informa a todas las mujeres: "Que sepan si van a decidir ser madres, que a partir de los 35 años las probabilidades de conseguir un embarazo disminuyen".