María Jesús Montero comienza a hacer su equipo con la vista en Juanfran Serrano
La ya secretaria general del PSOE ha propuesto al diputado jiennense que se incorpore a su equipo como su número dos
Ángeles Férriz sustituirá a Juan Espadas en las interpelaciones a Juanma Moreno hasta que se elija a un nuevo portavoz
Buen rollo en el primer encuentro entre Juanma Moreno y María Jesús Montero
María Jesús Montero ya es la nueva secretaria general del PSOE de Andalucía, esta sevillana de 58 años, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, se convierte así en la séptima persona que lidera la federación andaluza desde que se constituyese como tal durante la Transición. Al no haber otro aspirante con avales suficientes, Montero ha sido proclamada líder y, a partir de ahora y hasta el 22 de febrero, deberá diseñar un equipo que se someterá a votación en el 15º Congreso Regional de Armilla. El diputado jiennense Juan Francisco, Juanfan, Serrano puede ser la persona clave de la nueva Ejecutiva, aunque éste aún no ha decidido su futuro inmediato. Por el momento, el núcleo de Montero sostiene que su carrera andaluza ha comenzado mejor de lo esperado, ya que el propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha entrado de lleno en el aluvión de críticas contra su candidatura.
La opinión oficial del Palacio de San Telmo es que les ha tocado la mejor candidata posible, se trata de una ex consejera de los gobiernos de Chaves, Griñán y Susana Díaz, con lo que juzgan como una gestión controvertida al frente de la Consejería de Salud, pero lo cierto es que la respuesta que ha dado el PP andaluz y el Ejecutivo de Juanma Moreno no indica eso. El propio presidente salió a responder desde Roquetas, en Almería, a Montero a raíz de una entrevista de ésta en Canal Sur Televisión, donde afirmó que la sanidad pública andaluza, en sus tiempos de consejera, funcionaba mejor que con el PP. No hay día en que algún consejero de la Junta dedique parte de su tiempo a responder a Montero.
Tal como explica un destacado dirigente socialista, "antes estábamos muertos y ahora hay partido, ya se verá cuál es el resultado, pero esto lo vamos a jugar". Y en eso coinciden las fuentes del PP, donde no se teme por una derrota de Juanma Moreno en las urnas en 2026, pero se admite que la candidatura de la vicepresidenta cambia el panorama de una oposición previsible y sin capacidad de dañar. El presidente de la Junta tiene unos niveles de popularidad muy alto, su valoración está por encima de la de su partido y de la de Alberto Núñez Feijóo, y no genera rechazo entre un votante progresista al que ha trabajado bien con una moderación que va más allá de las formas. La identidad andaluza y la referencia social han dejado de ser señas de identidad exclusiva de la izquierda.
María Jesús Montero debe diseñar ahora un equipo que, en su caso particular, es más importante, debido a que no va a dejar sus responsabilidades en el Gobierno de Pedro Sánchez, que son máximas. Hay dos puestos claves que debe solventar: el de la secretaría de Organización, cuyo titular se debe encargar del trabajo diario en el partido, y el de la portavocía en la Cámara andaluza. Juanfran Serrano entra en la primera ecuación, aunque este diputado debe decidir si sigue volcado en Madrid en la Ejecutiva federal, donde es secretario adjunto de Organización, mano derecha de Santos Cerdán, o si baja al sur, ya que el trabajo que tendría que asumir implica estar pegado al terreno.
Según ha sabido este diario, Montero y Serrano han hablado esta semana sobre este encaje, aunque se han tomado unos días para cerrar su participación. La vicepresidenta no iba a tomar ninguna decisión hasta que no fuese elegida secretaria general. Serrano aportaría además la participación de Jaén en el nuevo esquema del PSOE de Andalucía. Con una secretaria general sevillana, la Ejecutiva tendrá en sus segundos niveles a dirigentes de otras provincias pero, en especial, de Jaén, el único territorio andaluz donde han conservado la Diputación y la capital.
Otra de las piezas claves es la portavocía del Parlamento andaluz. Juan Espadas, secretario general saliente, ya no interpelará al presidente de la Junta en las sesiones de control y, de momento, durante los plenos de febrero, lo hará la parlamentaria jiennense Ángeles Férriz, que es la portavoz actual. Espadas ha reunido esta semana a todos sus parlamentarios y les ha hecho llegar su convicción de que él será el enlace del grupo con la nueva dirección de Montero, aunque varias fuentes niegan que ése sea el futuro o que haya mediado algún pacto entre la dirigente entrante y el saliente.
Otra pieza que se moverá en las próxima semanas es la de la Delegación del Gobierno. El actual delegado, el granadino Pedro Fernández, ocupó este puesto después de que Susana Díaz perdiese la secretaría general, pero hay coincidencia en que el Gobierno de Sánchez necesita un representante con mayor perfil político ahora que comienza un nuevo ciclo electoral.
Y ésa es la otra incógnita en la que trabajan tanto el PP como el PSOE es la fecha de la cita electoral. Junts no ha roto con Pedro Sánchez pero lo ha dejado en minoría en el Congreso, por lo que la incertidumbre se abre paso ante el escenario anterior, cuando se daban por hecho los Presupuestos Generales del Estado. Sin éstos, Sánchez se podría ver abocado a convocar elecciones generales.
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