Así será el mapa de las universidades en Andalucía: 9 públicas y 5 privadas
Educación superior
El próximo curso, el sistema universitario andaluz contará con tres universidades privadas y hay dos proyectos más en tramitación
Andalucía, en riesgo de endeudarse para mantener sus universidades públicas
Las universidades privadas están de moda y cada vez ganan más peso en Andalucía. Actualmente, el sistema universitario andaluz cuenta con 10 universidades (nueve públicas y una privada) que ofertan tanto grados como posgrados, pero en los próximos años esta red podría incluir hasta cuatro instituciones más, todas ellas de titularidad privada. De producirse esto, el mapa universitario andaluz lo formarían 9 instituciones públicas y 5 privadas, además de una decena de centros y escuelas privadas de posgrado o grado cuyos títulos, en muchos casos, están homologados por universidades públicas; y la Universidad Internacional de Andalucía, una singular institución pública que oferta sólo posgrados.
Esta tendencia a favor de la educación superior privada no es exclusiva de Andalucía, sino que afecta a todo el país. En España, las universidades privadas están a punto de alcanzar en número a las públicas. En 25 años se han creado en España 27 privadas, mientras que la última pública, la Politécnica de Cartagena, abrió sus puertas en 1998.
"En primer lugar habría que hacer distinciones dentro de las universidades privadas, pues no todas tienen los mismos objetivos ni se basan en los mismos principios", señala Fabio Gómez-Estern, rector de la Universidad Loyola, la primera universidad privada que se estableció en Andalucía. "En nuestro caso, la Loyola tomó desde el inicio la forma de una fundación sin ánimo de lucro que sólo aspira a ser económicamente sostenible para cumplir con su misión de formar a los mejores estudiantes posibles y que estos puedan después ayudar al mundo a resolver los retos que la sociedad afronta desde los diferentes ámbitos profesionales".
El número de alumnos matriculados en los centros privados de España se ha triplicado en los últimos 20 años (pasando de 115.000 a 345.000), y supone cerca del 30% de los titulados del curso 2020-2021, según el análisis que recoge el informe de la Fundación CyD 2021/2022.
El aumento de universidades privadas se ha visto favorecido por los gobiernos autonómicos del Partido Popular. Andalucía es un buen ejemplo de ello. Desde que en 2019 el PP de Juanma Moreno llegó al gobierno de Andalucía se han estudiado ocho proyectos de universidades privadas que deseaban instalarse en esta comunidad. De estos ocho proyectos, cuatro han sido denegado, dos aprobados y otros dos ya han iniciado la tramitación previa a su aprobación, según informa la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación.
Las dos universidades privadas aprobadas y que pueden empezar a funcionar a partir del curso 2024-2025 son la CEU Fernando III, con sede en Bormujos (Sevilla), y la Tecnológica Atlántico-Mediterránea (Utamed), una universidad on line que tendrá su sede en Málaga.
Estas incorporaciones han provocado un malestar entre los centros públicos, que ponen en duda la calidad de sus enseñanzas. Todas las miradas se dirigen a la Junta, que defiende su fuerte apuesta por la universidad pública al recordar "el escaso peso" que aún tiene el sector privado en la región.
Lo cierto es que la polémica está servida. En el caso de la CEU Fernando III, su aprobación provocó una crisis institucional entre la Fundación Universitaria San Pablo CEU y la Universidad de Sevilla (US). Ésta decidió de manera unilateral que el centro adscrito Cardenal Spínola (perteneciente al CEU) dejara de estar vinculado a la US este curso 2023-2024 ante el comienzo de la nueva universidad privada ligada a esta institución. Hay que recordar que la US junto al resto de universidades públicas andaluzas emitieron un informe desfavorable dela CEU Fernando III y la Utamed, al considerar que no reúnen los requisitos de calidad exigidos para impartir los grados propuestos.
Finalmente, la CEU y la US firmaron un nuevo acuerdo para iniciar el proceso de desadscripción, que, en lugar de ser inmediato, podrá demorarse seis años. Este acuerdo permite un menor impacto en el alumnado, aunque la Universidad de Sevilla no ofertará más plazas de nuevo ingreso en el centro Cardenal Spínola para el curso 2024-2025.
A pesar de estas desavenencias, la CEU Fernando III se inaugurará el próximo mes de septiembre en el campus que la institución posee en Bormujos. Con tal fin, se ha construido un nuevo edificio en dichos terrenos que consta de dos plantas y 20 aulas. El primer curso lo hará con la impartición de diez grados, seis posgrados y dos doctorados. La nueva universidad privada sevillana se estrenará con dos ingenierías y con carreras de la rama social, como Administración y Dirección de Empresas o Marketing. Pero, atención, porque en el segundo curso ya se apuesta por la rama biosanitaria, con Medicina, Enfermería, Fisioterapia y Psicología como novedades para septiembre de 2025.
La Utamed, por su parte, está promovida por Sapere Aude Arco Mediterráneo S.L. Se trata de una universidad on line con sede en Málaga y cuya oferta académica la componen seis grados, siete másteres y un programa de doctorado. Las titulaciones a impartir se vinculan con las Ciencias Sociales y Jurídicas, con especial énfasis en las nuevas tecnologías. No han faltado quienes han vinculado su creación con la empresa que dirigía Javier Imbroda, quien fuera consejero de Educación durante la primera legislatura de PP y Ciudadanos en la Junta de Andalucía, fallecido antes de acabar ese mandato.
Las otras dos instituciones que van a iniciar la tramitación con el beneplácito de la Junta de Andalucía son la Alfonso X el Sabio Mare Nostrum y la Universidad Europea de Andalucía, ambas con sede en Málaga.
El primero de estos dos proyectos tendrá carácter presencial, on line y semipresencial y su catálogo de enseñanzas estará integrado por once grados, tres dobles grados, siete másteres y tres programas de doctorado. Todas esas titulaciones proyectadas se articularían a través de tres facultades: la de Salud y Deporte, la de Negocio y Tecnología y la de Arte y Diseño, y están relacionadas con la Biomedicina, Enfermería, Fisioterapia, Computación e Inteligencia Artificial, Ciberseguridad, Industria 4.0 o Diseño Industrial y Desarrollo de Producto.
Por su parte, la Universidad Europea de Andalucía impartirá docencia mediante las modalidades presencial, virtual y semipresencial, se ubicará en Málaga y contaría con tres centros: la Facultad de Ciencias Sociales, la Facultad de Ciencias Biomédicas y Deporte y la Escuela Politécnica.
Su oferta académica se compondrá de diez grados, 14 másteres y tres programas de doctorado en materias relacionadas con la Administración y Dirección de Empresas, Marketing, Negocios Internacionales, Biomedicina, Odontología, Fisioterapia, Ciencias de la Actividad Física y Deporte o Ingeniería Informática, entre otras.
Por último, los cuatro proyectos denegados son la Universidad Privada de la Costa del Sol (UPCS), la Universidad Antonia Guerrero de Estepona, la Universidad Internacional del Mediterráneo (Unimed) y la Universidad Internacional Lucio Anneo Seneca (Unilas).
"El debate en la educación universitaria no debería estar centrado en si las universidades son públicas o privadas, sino en si son o no de calidad, si cumplen o no con los estándares que les requieren las administraciones públicas para llevar a cabo su actividad y si obtienen resultados destacables en los elementos que miden la calidad de las instituciones de educación superior: investigación, desempeño académico de los estudiantes, empleabilidad de los egresados e internacionalización, que son los parámetros que miden la mayoría de rankings universitarios", explica el rector de la Loyola, que a finales de 2023, y con el curso ya iniciado logró que la Junta le diera el visto bueno para impartir los grados de Enfermería y Medicina, lo que provocó de nuevo las críticas de las universidades pública. No le ha faltado demanda para ponerlos en marcha de manera inmediata.
Cuando se le pregunta sobre si puede haber un exceso de oferta en un momento en el que la natalidad cae, Fabio Gómez-Estern considera esto un punto positivo, no negativo: "La mejora de la oferta universitaria incrementa el atractivo de Andalucía como destino global, ya no solo como destino turístico, sino profesional e, indudablemente, de estudios. Somos un destino asequible, atractivo, lleno de naturaleza, ocio y patrimonio. Podemos y debemos apuntar a un mercado global de estudiantes que está en crecimiento, y, en este sentido, el factor demográfico local no es determinante".
Los rectores de la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide, ambas públicas, han declinado la oferta de este medio para participar en este reportaje.
Las privadas se especializan en los másteres
En el curso 2021-2022, el número de estudiantes matriculados en las universidades españolas en estudios de grado ascendía a 1.333.567, una cifra un 0,2% inferior a la del curso anterior. En las universidades públicas se produjo un descenso de los matriculados mientras que en las privadas hubo un aumento (-1,8% frente al 7,5%). En la última década las universidades públicas han perdido más de 200.000 alumnos, según datos del último informe de la Fundación CyD.
En lo que se refiere a los másteres, el total de estudiantes matriculados fue de 266.902, un 7,9% por encima de la cifra del curso precedente (incremento del 3% en las públicas y del 14,4% en las privadas). El 46,1% del alumnado en este nivel estaba matriculado en universidades privadas (y el 57,3% de ellos, en universidades privadas a distancia).
Para el curso 2022-2023, los datos provisionales (los oficiales se publicaran en junio de 2024) muestran una nueva reducción, aunque más sutil, del número de alumnos de grado en las universidades públicas, mientras que en las privadas se registra un aumento todavía más intenso, de manera que el número total de alumnos matriculados subiría.
Las universidades privadas en España se está esforzando por diferenciarse de las públicas especializándose de manera clara, dentro de los estudios reglados, en el nivel de máster, más próximo al mercado laboral, según apuntan desde la Fundación CYD.
Además, se observa una mayor apuesta de las privadas por las enseñanzas híbridas u online (no solo en universidades a distancia sino también en las privadas presenciales, las cuales son particularmente atractivas para aquellos alumnos con un perfil superior al de grado que necesita flexibilidad a la hora de gestionar los estudios y mejorar la conciliación entre estudios, trabajo, familia y otras responsabilidades.
"Los estudiantes que optan por cursar un máster exigen que éste les facilite un acceso ágil y bien posicionado al mercado laboral. La experiencia indica que esto se obtiene implicando a las empresas líderes de cada sector tanto en la elaboración e impartición de los títulos como en la empleabilidad futura y el networking. Estos aspectos suelen ser puntos fuertes de las universidades privadas por su diversidad en la estructura de personal, siempre que hagan una buena labor de integración con el tejido empresarial, como es el caso de Loyola", opina Fabio Gómez-Estern. "Nuestra oferta de másteres en número de títulos es similar a la de grados, pero su orientación es mucho más específica, más orientada al sector al que se desea acceder, y siempre con la intervención de profesionales expertos y empresas destacadas que aportan esa visión práctica y cercana a la realidad profesional".
En el curso 2021-2022, en la mitad de los 10 ámbitos de estudio, las privadas fueron ya mayoría en el total de matriculados de máster (educación; servicios; negocios, administración y derecho; salud y servicios sociales, e informática).
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