Las listas de espera colman la paciencia de los onubenses

La onda reivindicativa iniciada en Granada a causa de la fusión de los dos hospitales sacudió con virulencia la provincia de Huelva. El deterioro constante de la asistencia sanitaria onubense ha encontrado su máxima expresión en dos masivas manifest

aciones como no se recordaban en Huelva desde 1988, año en que la ciudad reivindicó su universidad.

Huelva ha visto nacer la plataforma Huelva, por una sanidad digna y ha contado con unos sindicatos muy beligerantes contra el proceso de fusión de los dos hospitales de la capital. Todo ello ha llevado a la paralización de la unificación, a la dimisión del director-gerente de ese centro asistencial y a una sentencia judicial que anula esa fusión.

La indignación popular se ha hecho visible de manera especial, por sentir en primera persona cómo las listas de espera se disparaban. De hecho, el nuevo responsable del Complejo Hospitalario -fruto de la fusión interrumpida-se ha propuesto que los tiempos de demora alcancen la media andaluza para el próximo verano.

Profesionales, usuarios y sindicatos entienden que se ha llegado a este extremo por una política de recortes que ha llevado a que, según estimaciones sindicales, se haya perdido el 10% de la plantilla del Complejo Hospitalario, haya aumentado la eventualidad nada menos que un 25% en los últimos cuatro años y se hayan cerrado cerca de otro 10% de camas hospitalarias. Junto a ello, Huelva dejó de contar con un concierto con el Hospital Blanca Paloma, de la Empresa Pascual, que asumió en años anteriores operaciones, consultas de especialistas y pruebas diagnósticas, es decir, ayudaba a que las listas de espera no fueran tan disparatadas como las actuales.

Otra asignatura pendiente es la de los centros hospitalarios de alta resolución o chares. Aunque hace más de doce años que se anunció la construcción de estos centros asistenciales (Lepe, Aracena y Bollullos), lo cierto es que no hay ninguno abierto a día de hoy siendo la única provincia andaluza que no dispone de este tipo de atención sanitaria. El más avanzado, el de Lepe, es objeto sin embargo de esporádicos rifirrafes políticos entre el SAS y el Ayuntamiento de esa localidad, gobernado por el PP.

La dependencia hospitalaria de Huelva respecto a Sevilla sigue siendo notable. De hecho, las promesas que la Administración lanza últimamente sobre futuras mejoras que están en camino están dirigidas a que los onubenses tengan que hacer el menor número posible de desplazamientos a los hospitales sevillanos.

Las carencias en Atención Primaria se ceban principalmente en la Sierra donde hay demasiados puntos sin atención durante las 24 horas. El panorama en esa zona de Huelva se completa con el Hospital comarcal de Riotinto con una raquítica cartera de servicios.