Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Vox encendió la mecha con su veto a la ley andaluza de lucha contra la violencia de género. Parecía el primer gran obstáculo para que el partido de Santiago Abascal apoyase a PP y Ciudadanos en su Gobierno del cambio en Andalucía, pero después de la polémica la formación más bisoña del Parlamento andaluz ha aclarado cuáles son sus prioridades.
Tanto el portavoz regional, Francisco Serrano, como el secretario general de la formación, Javier Ortega Smith, matizaron la queja sobre su ideología de género. No quieren dejar desprotegidas a las mujeres, sino que quieren incluir en la ley contra la violencia a los hombres. Según el número dos de Abascal, la norma actual "conculca los derechos de los hombres".
Eso la convierte en una de las "leyes ideológicas", que son el mayor obstáculo para que los 12 parlamentarios que obtuvo Vox en las elecciones andaluzas apoyen la investidura, más que previsible, de Juanma Moreno. En ese apartado legislativo están también la ley de Igualdad,reformada en septiembre, y las leyes de Memoria Democrática y de defensa del colectivo LGTBI.
Todas estas normas se desarrollaron por el Gobierno de Susana Díaz en la pasada legislatura y, aunque eran un compromiso del Gobierno socialista, contaron con el apoyo del PP y de Ciudadanos para su aprobación. Sólo la ley memorialista fue criticada por los grupos de Juanma Moreno (PP) y Juan Marín (Cs), que se abstuvieron en su votación final.
Ninguno de los cuatro textos legislativos son prioritarios para los partidos que aspiran al Gobierno en Andalucía a partir del 16 de enero, pero, si finalmente escuchan a Vox y retocan esas leyes, tendrán que explicar por qué las apoyaron en su momento. Además, en el caso de la Ley LGTBI, hay un punto del acuerdo programático relacionado con su aplicación.
El resto de exigencias hechas públicas por Vox no serán un problema para ninguno de los socios. Se trata de la bajada de la presión fiscal, caballo de batalla de PP y Ciudadanos junto con el adelgazamiento de la administración paralela de la Junta.
La cuarta petición expresa realizada por el partido de Santiago Abascal consiste en el "apoyo al mundo rural y sus modos de vida", un guiño a ese sector de la población que se ha convertido en un caladero de voto para Vox y que también son una prioridad para PP y Ciudadanos
En esta lista de exigencias, Vox se ha dejado por el camino gran parte del decálogo con el que empezó el tira y afloja con PP y Ciudadanos.
En dichas peticiones estaba la devolución de las competencias de educación, sanidad y justicia al Estado central, la práctica desactivación de Canal Sur y la sustitución de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales por una dedicada a los asuntos de Familia y Natalidad.
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