Flamenco, más allá del folklore

Ley del Flamenco

Profesionales del sector aplauden la tramitación de la normativa andaluza y lamentan que este género haya sido visto como "de segunda"

De la tradición oral y los tablaos a las aulas

Gala Unión Flamenca celebrada en el Teatro Alhambra de Granada en 2022.
Gala Unión Flamenca celebrada en el Teatro Alhambra de Granada en 2022. / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Sevilla/Cuando alguien piensa en el arte Flamenco lo más seguro es que lo primero que se le pase por la cabeza sea una feria o una romería, grupos de personas comiendo, cantando y bailando. Es difícil que alguien piense en la importancia política de este arte o en su versión más formal.

En el marco de la aprobación de la Ley del Flamenco, que actualmente está siendo tramitada en el Parlamento andaluz y que incluye la incorporación de esta expresión artística y socio-cultural a las aulas, los expertos lamentan que este arte, históricamente, haya sido visto como un género "de segunda".

Mozart, Bach o Tchaikovski se encuentran entre las primeras posiciones de los grandes músicos de la historia. Sin embargo, emblemas del Flamenco como Manolo Sanlúcar, Paco de Lucía o Carmen Linares suelen ser relegados a una esfera informal y popular que carece del respeto y la admiración de los primeros en nuestra tierra.

Fenómeno sociocultural

En Andalucía, el acercamiento a este estilo artístico y corriente sociocultural se ha dado primordialmente en las fiestas populares. La población suele reconocer principalmente los conocimos como "palos más ligeros", como pueden serlo las rumbas o las sevillanas que suelen ser protagonistas de nuestras tradiciones y festejos.

Sin embargo, el Flamenco, en palabras del director del Museo del Baile Flamenco de Sevilla –único museo dedicado al baile de España–, Kurt Grotsch, comenta con este periódico que, "en el fondo, el Flamenco es enormemente rico en lecturas socioculturales, a parte del fenómeno musical". Grotsch recuerda la persecución a la que fueron sometidos los gitanos o como este género artístico ha sido capaz de unir a las distintas culturas que había en Andalucía.

El 16 de noviembre del 2010, la UNESCO nombró al Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Han pasado 13 años de aquella designación, la Junta de Andalucía busca aprobar esta ley que le dé protección, y garantice su conservación y difusión en investigación y la promoción de su conocimiento.

El Flamenco en el mundo

La Unión Flamenca ha trabajado codo con codo con el Gobierno de Juanma Moreno para desarrollar esta ley y su presidente, Antonio González, destaca la importancia de darle la importancia que se merece a esta expresión artística tan representativa de nuestra tierra.

El Flamenco triunfa allá donde va. El presidente de la Unión Flamenca recuerda como, "en cualquier lugar del mundo hay un rinconcito dedicado al Flamenco", no importa si es un festival, una escuela o un tablao. "Uno va al extranjero y está en los mejores teatros del mundo. Esto es algo histórico", destaca.

Sara Baras presenta un espectáculo en Nueva York.
Sara Baras presenta un espectáculo en Nueva York. / Kena Betancur / EFE

Una y otra vez, los andaluces, y nuestras autoridades, hemos fallado a la hora de intentar resignificar el Flamenco y darle protección. "Vemos muy positivo la creación de esta ley para quitar ese estigma y le damos valor a nuestra música y a nuestra cultura como ya hacen en otros países", apunta.

El Flamenco como arte

El director del Museo de Baile Flamenco insiste en que "el Flamenco necesitaba una consideración como arte, más allá del folklore. Hasta hace muy poco era un género menor, que estaba muy bien para las fiestas", pero carecía de ese carácter formal que parecía hacer a otros estilos artísticos dignos de estudio.

"Algo hemos hecho mal para que parezca que al ser popular es despectivo o de segunda división", denuncia González. "Tenemos un legado y una riqueza musical que es una maravilla. ¡Ya quisieran muchos países tener lo que tenemos nosotros!", exclama este profesor de conservatorio.

Grotsch explica que desde su institución buscan resignificar el Flamenco "más allá del folklore". Para ello ven fundamental trabajar "con el flamenco como parte de la idiosincrasia andaluza en todos sus aspectos, sociales, culturales, históricos…", algo que dice echar de menos en algunas de las medidas que propone la ley.

"Es un arte muy grande que sin grandes apoyos y sin grandes reconocimientos se ha exportado solo al resto del mundo. Imaginemos la fuerza que tiene", señala González, que asegura que van a luchar por defender el apoyo que ahora se le quiere dar. "Fíjate si es grande, que, sin ayuda, el Flamenco ha llegado a todos los mercados y ha llegado a todos los sitios del mundo", zanja.

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