La Junta aplaza el cobro por entrar en los museos... y el debate de la tasa turística
El PP rechazará este miércoles en el Pleno la toma en consideración de la ley que plantea Adelante Andalucía
Turismo trabaja para poner en marcha otra estrategia: romper la estacionalidad para evitar el colapso en las ciudades
Andalucía está a las puertas de la primera ola de calor del verano
El Gobierno andaluz no quiere polémicas en plena temporada turística. Y mucho menos teniendo en cuenta la movilización ciudadana que hay contra la turistificación de las principales ciudades andaluzas. Tratando de compaginar las demandas vecinales y de no molestar en exceso a la principal industria andaluza, va a aplazar el cobro de la entrada en los museos y el debate parlamentario sobre la tasa turística.
Sobre todo porque se trata de dos medidas contradictorias y difíciles de explicar a la vez a la sociedad andaluza. Con el argumento de que para cobrar la tasa en los museos es necesaria una larga tramitación, empezando por cambios en los ocho museos que anunciaron y su correspondiente aprobación posterior en el Consejo de Gobierno, no está previsto que se apruebe hasta pasado el verano. Y entonces, ya se verá cómo se procede. Lo mismo sucede con la tasa turística que no va a pasar del primer trámite legislativo que se debate este miércoles en el Parlamento andaluz. Salvo sorpresa, claro.
Adelante Andalucía ha presentado una proposición de ley relativa a crear un impuesto de estancias turísticas de Andalucía cuya toma en consideración se votará este miércoles en la Cámara autonómica. Resulta interesante destacar que el Gobierno andaluz no ha expresado su opinión al respecto de esta norma como suele ser habitual cuando los grupos de la oposición registran una ley pero, según han confirmado a este diario fuentes del Gobierno y del PP, el voto será contrario por lo que se acabará el recorrido de esta ley en el Parlamento.
Porque lo cierto es que se mantiene el debate interno en el PP andaluz. Los alcaldes insisten en implantarla mientras que el consejero de Turismo, en un argumento que también ha defendido el presidente Juanma Moreno, se niega a ello. ¿Por qué? Aseguran que 3,5 millones de andaluces eligen su tierra para pasar sus vacaciones, por lo que una tasa supondría un impuesto directo a los andaluces.
Para tratar de aplacar a los regidores se puso en marcha el Observatorio de Sostenibilidad Turística entre la Consejería de Turismo, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, FAMP, y la Confederación de Empresarios de Andalucía, un foro que suponía un aplazamiento a largo plazo. Pero, mientras tanto, el propio consejero Arturo Bernal se está reuniendo en privado con los alcaldes, ya lo ha hecho con los de Sevilla, José Luis Sanz, y Córdoba, José María Bellido, quien también es presidente de la FAMP, para tratar de explicarles su modelo turístico.
Reducir la estacionalidad
La Consejería de Turismo está trabajando para reducir la estacionalidad y cambiar así poco a poco la fisonomía de las ciudades andaluzas, llenas de turistas en determinadas épocas del año. Según los datos que manejan, los meses que más crece la ocupación en Andalucía son diciembre, enero, febrero y marzo (todos por encima del 4%), mientras que el turismo de sol y playa se mantiene estable, con un crecimiento del 1% entre mayo y septiembre. De hecho, la concentración de turistas en el tercer trimestre fue en 2023 del 35,2% (1,1 puntos menos que en 2022 y la segunda más baja de los últimos 23 años. "Estamos consiguiendo atraer visitantes que vienen a Andalucía en la época que más nos interesa, son turistas con mayor capacidad de gasto, atraídos por el patrimonio y la cultura", explican desde Turismo.
Según los datos oficiales, Andalucía tiene el dato de estacionalidad más bajo desde 2008 ya que el índice de temporalidad ha bajado 13 puntos (del 40 al 27%) desde el año 2019, lo que hace que también aumenten los salarios, un 7,5% en el último año. Eso significa, según la extrapolación que hace la Consejería de Turismo, que se está consiguiendo mejorar la calidad del empleo en el sector turístico, dado que esta actividad ya da trabajo de enero a diciembre, el trabajador turístico no tiene que buscar otro empleo en septiembre.
Dinero a los ayuntamientos
La base de la estrategia de la Consejería de Turismo pasa por reducir la estacionalidad y ampliar los meses de visitas de los turistas a las ciudades andaluzas más allá de la tradicional temporada alta pero ha empezado por la financiación. Porque el Consejo de Gobierno aprobó este martes las subvenciones que ya se han concedido a los Municipios Turísticos de Andalucía en el año 2024 por un importe total de 4,38 millones de euros para 46 localidades de las ocho provincias tanto costeras como de interior.
Así, en Almería reciben ayudas Mojácar y Níjar; Barbate, Chiclana, Chipiona, Conil, Grazalema, Rota, Setenil de las Bodegas, Tarifa y Zahara, en Cádiz; Iznájar y Rute, en Córdoba; Almuñécar, Bubión, Lanjarón, Monachil, Pampaneira y Salobreña, en Granada; Almonte, Aracena, Ayamonte, Cartaya, Isla Cristina, Lepe, Minas de Riotinto, Moguer, Palos de la Frontera y Punta Umbría, en Huelva; Baeza, Baños de la Encina, Cazorla, La Iruela y Úbeda, en Jaén; Álora, Antequera, Ardales, Benalmádena, Estepona, Frigiliana, Fuengirola, Nerja, Ronda y Torremolinos, en Málaga; y Aznalcázar y Santiponce, en la provincia de Sevilla.
Unos fondos que se destinan precisamente al sostenimiento de los servicios públicos y a la mejora de la calidad de estas localidades: material y equipamiento de los espacios públicos, obras para mejorar la accesibilidad, actuaciones de puesta en valor del patrimonio, mejora de la señalización o creación de nuevas rutas turísticas.
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