La Junta de Andalucía prevé dos años más de abundancia y sin déficit
Las cuentas de la administración andaluza recuperan el equilibrio gracias a la buena situación económica y al plan de recuperación económica aprobado por el Covid
Sólo en los años 2008 y 2020 se pudieron aprobar presupuestos sin déficit
Esta es la plantilla de la administración andaluza
El Gobierno andaluz ha elaborado un Presupuesto para 2025 con déficit cero, un equilibrio pleno entre los ingresos y los gastos que sólo se ha cumplido en otras dos ocasiones en el siglo XXI. En 2008, antes del estallido financiero, y en 2020, elaborados antes de que se declarase la pandemia del Covid. La previsión de la Junta, plasmada en el marco plurianual de sus cuentas, indica que el déficit cero se mantendrá en los años 206 y 2007, cuando el Presupuesto superará los 50.000 millones de euros.
Aunque el presidente de la Junta, Juanma Moreno, advirtiese en el mes de septiembre que su Gobierno había llegado al "tope financiero" en el gasto social, educativo y sanitario, lo cierto es que las cuentas no le van nada mal al Gobierno andaluz por dos factores principales: la buena situación económica, con un crecimiento previsto por encima del 2% para los dos próximos años, y los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, que aún dejarán 1.385,7 millones de euros en las cuentas andaluzas con el objetivo de alcanzar el equilibrio presupuestario.
Gracias a esta situación, el Gobierno andaluz podrá aumentar el gasto sanitario en 1.000 millones de euros y, además, mantener el ritmo de la inversión, que llegará a los 5.804 millones de euros en 2025. La cuenta financiera de la Junta recoge que 2025 se cerrará con un saldo no financiero negativo, de 1.912,5 millones de euros, pero que se compensará con los 1.385,7 millones de euros que el Plan de Recuperación destina para que las comunidades autónomas consigan el equlibrio y con 658,5 millones de euros del remanente de tesorería que deja la inejecución del Presupuesto de 2024. Los técnicos de la Consejería de Hacienda calculan que siempre suele haber unos 600 millones de euros que no se gastan en el ejercicio y pasan al siguiente.
Aunque el fondo del Plan de Resilencia irá bajando en los próximos años, hasta desaparecer en 2027, el Gobierno andaluz calcula que el desequlibrio no financiero también se vaya reduciendo. Las buenas previsiones económicas de la Junta coniciden con el del resto del país y están avaladas por la Autoridad de Responsabilidad Fiscal Independiente (AIReF), que prevé un 2,4% de crecimeinto del PIB en 2025 y del 2% en 2026.
El Ejecutivo andaluz ha decidido alcanzar el equilibrio presupuestario a pesar de que el Gobierno central no ha podido aprobar la senda de estabilidad y de que, probablemente, le dejará incurrir en un déficit del 0,1%. La senda de estabilidad define el déficit y la deuda de todas las administraciones, y el Gobierno no ha encontrado aún los apoyos necesarios entre sus aliados para sacarla adelante. En julio pasado se le tumbó Junts. Los independentistas catalanes negocian ahora un mayor margen de déficit para las comunidades, lo que se traduciría en más dinero disponible, pero con el coste añadido de que sólo se consigue si se aumenta la deuda.
El Gobierno andaluz no se encuentra entre los peticionarios que buscan un déficit mayor. El 0,1% se traduciría, en el caso de Andalucía, en unos 200 millones de euros, que tampoco aportan mucho en el conjunto de un Presupuesto que supera los 48.000 millones de euros. La consejera de Hacienda, Carolina España, declaró el martes pasado que, si la senda marcaba un déficit del 0,1%, no habría problemas en encajar los 200 millones de euros de más en el caso de que así se decidiese.
El compromiso de España con Bruselas es que los presupuestos públicos deben tender al equilibrio entre ingresos y gastos y, de hecho, este factor se introdujo en la Constitución como consecuencia de la Gran Recesión. Sin embargo, la crisis posterior a la pandemia del Covid llevó a una relajación de la norma que se acaba en los próximos ejercicios. La Junta sólo había presupuestado el déficit cero en 2018, cuando se vivía en plena burbuja inmobiliaria y los ingresos se tradujeron en un superávit de las operaciones corrientes de 1.900 millones de euros. Posteriormente, en 2020, antes del estallido del Covid (los Prespuestos se elaboran en octubre), se volvió a anotar un equilibrio de las cuentas.
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