Juanma Moreno fía los ejes de su nuevo Gobierno a dos mujeres, profesionales e independientes

Lina García sale de la Consejería de Salud que dirigirá la pediatra Rocío Hernández

Patricia del Pozo deja las competencias de Educación que dirigirá Carmen Castillo, inspectora de Educación

¿Era necesario este teatro?

El presidente de la Junta, Juanma Moreno / M.G.

Un cambio profundo para afrontar la segunda parte de la legislatura con más garantías. O con menos contestación social, según se mire. Porque el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha remodelado su Gobierno tras “escuchar y dialogar” con la sociedad andaluza, “reconociendo errores” y sin cesar a ni uno solo de sus consejeros... aunque relegando a algunos y cambiando la gestión de las dos consejerías que afectan más directamente a los ciudadanos, Salud y Educación, además de Cultura y de un giro radical en la portavocía. Unos “ajustes” como él los ha denominado hasta ahora que, en realidad, afectan nada menos que a la mitad del Ejecutivo que ahora cuenta con una consejería más, 14 en total, y está compuesto por ocho mujeres y seis hombres, además del presidente.

Una de las claves del nuevo Ejecutivo andaluz es que el presidente de la Junta fía los dos pilares a dos mujeres, sin carné del PP y profesionales en sus respectivos ámbitos, en un relevo que supone reconocer implicitamente problemas en la gestión. Las dos son los nuevos fichajes lo que supone un giro en su manera de gestionar las preocupaciones ciudadanas.

Así, la Consejería de Salud será la pediatra Rocío Hernández Soto, quien dirigía la zona sanitaria Aljarafe Sevilla Norte. Sin embargo, Juanma Moreno no orilla a Catalina García, la titular de Salud hasta ayer, sino que la nombra consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, competencia que hasta ahora ostentaba Ramón Fernández-Pacheco quien ahora se queda con la consejería de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Rural, competencias que venía asumiendo por suplencia desde la salida de Carmen Crespo al Parlamento europeo el pasado mayo. A Catalina García le da, eso sí, una consejería descafeinada ya que la Economía Azul sale de su departamento y el decreto de estructura decidirá a qué consejería se adscriben estas competencias, si bien todo parece indicar que recaerá en Jorge Paradela.

María del Carmen Castillo, funcionaria de la inspección de Educación, que fue viceconsejera del fallecido Javier Imbroda, vuelve a ocupar un cargo político y se sentará en el Consejo de Gobierno para dirigir estas políticas de Educación frente a las que releva a Patricia del Pozo que pasa a ocupar una nueva consejería, la de Cultura y Deporte, cargo que ya ostentó en la anterior legislatura. Moreno pretende así recuperar la paz social con un sector (o una parte importante del mismo para ser más precisos) que se había levantado en armas contra el Gobierno andaluz. También mantiene a Arturo Bernal al frente de Turismo aunque le quita las competencias que desgaja en la nueva consejería. En el baile de equilibrios, Arturo Bernal incorpora la acción exterior que hasta ahora dependía de la competencias de Antonio Sanz.

De los 14 consejeros que se sentarán a partir de ahora en torno a la mesa de la Sala Guadalquivir del Palacio de San Telmo, cuatro son independientes, no están afiliados al PP dando así cabida a la sociedad civil y a los altos funcionarios. A los nuevos fichajes se suman Jorge Paradela, que sigue al frente de Industria y José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad.

El resto de consejeros mantiene las competencias que tenía, lo que se entiende como un refuerzo a su gestión, a la que no ha puesto ni un pero. En esta situación están Rocío Blanco (Empleo), Villamandos (Universidad), Rocío Díaz (Fomento), Jorge Paradela (Industria) y José Antonio Nieto (Justicia).

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