Juanma Moreno apura los plazos de una inminente remodelación del Gobierno en Andalucía
Será a finales de esta semana, coincidiendo con el segundo aniversario de su toma de posesión
El presidente del Parlamento dice que el calendario de septiembre "está a la espera del Ejecutivo"
Moreno deja abierta la posibilidad de más cambios en su Gobierno tras la candidatura de Crespo a las europeas
Juanma Moreno hará los cambios de Gobierno tras el debate del 26 de junio
Esta semana toca cambio de Gobierno en la Junta de Andalucía. O no. El viernes se cumplen dos años desde que echara a andar el primer gabinete de la mayoría absoluta. Sólo dos convocatorias electorales, las municipales que obligaron a prescindir de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para convertirse en la primera alcaldesa de Granada y las europeas para las que Alberto Núñez Feijóo eligió a la de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural,Carmen Crespo, han servido para alterar su composición. No sólo es bien sabido, sino que él mismo presume de ello con frecuencia, lo poco amigo de los cambios que es el presidente del ejecutivo andaluz, Juanma Moreno. En cualquier caso, si el recambio de la primera de ellas lo encontró rápido y cumplió los pronósticos con Rocío Díaz (“será una mujer y granadina” dijo durante el periodo de interinidad), la sustitución de la almeriense todavía sigue sin acometerse.
Desde que este periódico adelantara su inclusión en la plancha popular para el Parlamento europeo, lo único que ha cambiado es que el consejero con el nombre más largo –RamónFernández-Pacheco– tiene uno de los cargos más extensos que se recuerda, toda vez que es titular de Medio Ambiente, SostenibilidadyEconomía Azul, portavoz del Gobierno y las que hereda de su paisana provincial. Sencillamente, su situación es insostenible por más tiempo.
A partir de ahí, comienza el baile de cábalas para tratar de averiguar unas intenciones que, preguntes a quien preguntes, sólo sabe el propio presidente y así quiere que se mantengan hasta el momento de su descubrimiento.
No hay que optar a una cátedra en sagacidad para señalar a dos integrantes de su gabinete como los más señalados en estos últimos dos años. La consejera de Salud y Consumo, Catalina García y el responsable de Turismo, Cultura y Deportes, Arturo Bernal, han sido, por distintos motivos, carne de críticas.
Si hace unos meses se daba por segura la salida de la primera, la puesta en escena de la denominada teoría del fusible, o tradicionalmente conocida más como dique de contención, puede salvaguardar su continuidad en el Gobierno. En él, son conscientes que el problema de las listas de espera tiene más que difícil solución y las intenciones no parecen señalar a un relevo con pocas posibilidades de arreglarlo. Prefieren aguantar a la actual consejera antes de quemar a otro candidato. No obstante, trabajadores delSAS han reconocido a este periódico que “internamente se da por segura su salida”. Otra cosa son sus competencias, ya que todo hacer pensar que la Consejería tendrá un nombre más corto, ya que parece que las competencias de Consumo serán transferidas, probablemente a Empleo o a la que actualmente ocupa Jorge Paradela, Industria, Energía y Minas.
Bernal ha apostado todo a la defensa del crecimiento en el número de turistas con campañas internacionales de indudable impacto (Andalusian Crush o la celebración de eventos en la comunidad autónoma como los Grammy Latinos o los Goya) y se ha topado con un rechazo ciudadano cada vez más complicado de ignorar. Su oposición a la tasa turística topa contra la opinión mayoritaria de alcaldes de capitales andaluzas de su mismo partido –Sevilla, Málaga, Córdoba o Cádiz– que ven como la aglomeración de viviendas turísticas sin que se haya sabido atajar su número, amenaza la tranquilidad de buena parte de sus barrios. También su continuidad no está descartada y, como en el caso anterior, es posible que sus competencias sean modificadas. Algunas fuentes hablan de que se quede con Turismo y Cultura regrese a manos de la consejera de Educación, Patricia del Pozo que, por contra, podría perder la FormaciónProfesional en favor de la Consejería de Universidades.
Lo poco que se da por seguro es el nombramiento de alguien que desbloquee el monumental atasco de competencias de Fernández-Pacheco. Apesar de que se siente cómodo en Medio Ambiente, es posible que se quede con Agricultura como un espaldarazo a la confianza que siempre ha tenido en él Juanma Moreno. También aquí pueden verse alteradas sus competencias, ya que la política de Agua siempre ha bailado entre Agricultura y Medio Ambiente y podría volver a ésta última y además, habría que acometer su continuidad en la portavocía.
Incertidumbre desde las Cinco Llagas
El pasado miércoles se reunía la Junta de Portavoces en el Parlamento de Andalucía. Además del tradicional –y poco productivo para todos– enfrentamientos sobre el artículo 171 y sobre la negativa a celebrar un debate general sobre salud, el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre dio cuenta del calendario para el próximo mes de septiembre, cuando los días 18 y 19 tendrá lugar el primero de los plenos tras el verano.
Lo interesante vino cuando Aguirre señaló que esa aprobación definitiva está “pendiente de algunas cosas que no controlamos” y posteriormente aseguró que “está en manos de lo que haga el Ejecutivo”. Lo que hay detrás de esas dos frases, queda como el propio cambio de Gobierno, pendiente de la decisión del presidente de la Junta, el único con potestad para ejercerla y así piensa mantenerla, pero puede dejar entrever una intención –poco probable, eso sí– de dejar los cambios para después de verano.
El calendario sigue con la fecha de este mismo viernes marcada en rojo. Todas las previsiones apuntan a que será el día en el que Juanma Moreno anunciará los cambios. Si se trata de una sustitución de la consejera de Agricultura, la publicación en el BOJA es suficiente. Si los cambios son estructurales –palabra que asusta en San Telmo a pesar de que apenas hace referencia a una redistribución de las competencias– será necesaria la celebracion de un Consejo de Gobierno para que está disponible el día 30 en el que se establezcan las nuevas funciones y ese mismo día puedan tomar posesión de sus respectivos cargos. En cualquier caso la decisión la tiene sólo el presidente de la Junta. Es el quien marca el cuándo, el cómo y hasta el quiénes. No hay que esperar mucho.
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