Té en los jardines de Palacio

Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, es uno de esos lugares en los que todo respira aires de historia y herencia cultural. Un municipio que no pierde su carácter de pueblo en el que hay presente un gran poso de pasado señorial. Desde el punto de vista turístico, Sanlúcar ofrece al visitante una gran variedad de actividades, desde las visitas guiadas a las bodegas, palacios e iglesias a paseos turísticos en barco por el Guadalquivir. Allí se encuentra el Palacio de los duques de Medina Sidonia, declarado Monumento Histórico-Artístico el año 1978, junto con Las Covachas, en la cuesta de Belén.

El edificio actual reúne diferentes estilos como resultado de las sucesivas ampliaciones y reformas realizadas en él a lo largo de varios siglos. En su interior se guardan importantes obras de arte y, sobre todo el archivo familiar, de excepcional valor histórico. La fachada principal (1588) es de gran sobriedad, con dos alas laterales que configuran un patio abierto, separado de la calle por una verja. Destaca la llamada Reja de la Porfía (siglo XV), traída desde el palacio ducal de Sevilla.

Los espacios, al igual que el mobiliario, se fueron adaptando al gusto de las distintas épocas, quedando todas plasmadas en los salones desde el renacentista, llamado hoy de Columnas, hasta el salón de Embajadores, de fuerte influencia barroca.

El palacio conserva inestimables colecciones artísticas en cuanto a pintura y escultura se refiere, además de un interesantísimo patrimonio mobiliario, además del archivo privado más importante de Europa, el cual y gracias a la labor de catalogación llevada a cabo por la XXI duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, ha estado abierto a la consulta de los estudiosos desde el año 1978. Fue la XXI duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, quien abrió estos espacios a la sociedad en su conjunto, contribuyendo con su visita y hospedaje al sostenimiento de este rico patrimonio.

Pero lo mejor es que no se trata sólo de un edificio, sino que el palacio está vivo, usando una parte como hospedería, que incluye una cafetería con dulces completamente caseros. Una forma de saborear productos gourmet no sólo gastronómicamente, sino también con el resto de los sentidos. Tomar el café en el Palacio de los Guzmanes es gozar no sólo de la merienda, sino de un lugar lleno de historia. No sólo es un café, es también disfrutar de un tranquilo paseo por el bosque de acantos que se encuentra en los jardines del Palacio; una oferta cultural inigualable, que abarca desde visitas guiadas por el Palacio, donde podrá admirar las fabulosas colecciones artísticas, hasta la asistencia de conferencias sobre historia, literatura, política, etcétera a cargo de todo un elenco de expertos historiadores y escritores de gran prestigio.

La hospedería Duques de Medina Sidonia forma parte del perímetro del antiguo ribat árabe (un recinto fortificado habitado por religiosos musulmanes), de finales del siglo XI, y se encuentra rodeada en su mayor parte por los jardines del palacio con unas vistas inabarcables a la desembocadura del río Guadalquivir, y al parque Nacional de Doñana.

Para vivir la esencia del lugar, empaparse del sabor de nuestro destino es importantísimo el alojamiento. La hospedería dispone de siete habitaciones dobles y dos habitaciones Deluxe, un comedor inspirado en la belle époque, dos salones y los jardines del palacio.

Las habitaciones están decoradas con muebles de época, cada habitación lleva el nombre de una de las casas que se fueron incorporando a la de Medina Sidonia con el paso de los siglos. Todas las habitaciones tienen su carácter y personalidad. Por si esto fuera poco atractivo, previa cita, todos los clientes pueden visitar gratuitamente el museo palacio.

A la hospedería se llega por muchos caminos: hay quien se acerca por la repostería eminentemente casera, otros para disfrutar de los jardines o participar en alguna de las múltiples actividades culturales que realiza la Fundación Casa de Medina Sidonia.

Los jardines que rodean el palacio fueron creados en el siglo XVI y XIX, fecha en que se concluyen los jardines de la parte alta de la casa, por lo que no sólo se disfruta de la arquitectura paisajística de los jardines de esa época, sino de las vistas desde las terrazas.

La hospedería también cuenta con un salón de té, rodeado de un marco de jardines y galerías de arcos, situado todo ello en la zona del ribat árabe de finales del siglo XI del palacio. El salón del té permanece abierto de lunes a domingo de 8:30 hasta las 22:00 y los sábados desde las 8:30 hasta la madrugada, siendo la especialidad de la casa, los postres caseros.

Muchas de estas recetas provienen de Centro Europa, como es el caso del bizcocho de frutas, o la tarta de manzana. Pero también se pueden encontrar especialidades como la tarta de chocolate, hecha según una receta del siglo XVIII, el bizcocho de mármol, el bizcocho de naranja, la tarta de manzana y la tarta de requesón o la tarta de nueces bañada en dulce de leche.

www.fcmedinasidonia.es, www.hotelpalaciosanlucar.com