Investigado un hombre en Granada por dejar morir a sus dos perros de hambre y sed

Sucesos

El varón, de 36 años, cuenta con numerosos antecedentes policiales

Un agente del Seprona.
Un agente del Seprona. / Julio González
Efe

12 de septiembre 2021 - 22:25

La Guardia Civil ha investigado a un hombre de 36 años, con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor de un delito contra la flora, fauna y animales domésticos tras dejar morir de hambre y de sed a sus dos perros en el municipio granadinos de Vegas del Genil.

La Policía Local de la localidad fue la que alertó al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Granada sobre la existencia de dos perros que posiblemente hubieran sido abandonados en un domicilio de ese municipio, ha informado el Instituto Armado en un comunicado.

La patrulla inspeccionó la vivienda en la que había un perro de raza cruzada muerto y un perro de raza pastor belga malinois en muy malas condiciones; y lo que no encontró fue ni agua ni comida para los animales.

Al parecer el investigado había dejado la vivienda y había abandonado a los dos perros a su suerte, careciendo de agua y comida durante un largo de tiempo.

Por otra parte, un joven de 20 años ha sido investigado como presunto autor de un delito relativo a la flora y la fauna por cazar una pieza de caza mayor desde el vehículo con luz artificial en un coto privado de caza sin autorización del titular.

Este joven cazador furtivo fue sorprendido por una patrulla del Seprona cuando abandonaba el coto de caza Jorquera y Las Lanzas, en término municipal de Puebla de Don Fadrique, después de haber abatido un gamo desde su vehículo todoterreno con la ayuda de un potente foco halógeno y de una linterna de largo alcance.

Durante un control, el propietario del arma y del vehículo confesó a los agentes que él había sido el que disparó al animal desde el asiento del copiloto con la ayuda de un foco y de una linterna.

Cuando los agentes le pidieron la documentación pertinente, el joven reconoció que carecía de autorización del titular del coto para poder cazar ningún tipo de pieza.

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