Salud teme una subida de infecciones venéreas con el fin de la pandemia
Infecciones Transmisión Sexual
Andalucía registra un número creciente de casos entre 2016 y 2019, tendencia frenada en 2020
El Plan andaluz pretende aumentar la prevención, recomendando el uso de preservativos, tras detectar más facilidad en el acceso al sexo y el empleo de drogas
El desarrollo de la pandemia del sida a lo largo de las décadas de 1980 y 1990 provocó un súbito descenso de casos de infecciones de transmisión sexual (ITS). No era para menos. El signo, sin embargo, ha cambiado el paso junto al cambio de siglo, años en los que la ciencia y la industria lograron la mejora de los tratamientos y el control de la enfermedad –ahora cronificada–, causando un notable descenso de las muertes. Los servicios de Salud Pública detectan desde entonces una perceptible relajación de los hábitos sexuales, destacando el menor empleo del preservativo.
El resultado ha revelado desde 2000 un incesante incremento de notificaciones de ITS, acrecentado durante el periodo 2015-2019. La tendencia de las principales ITS vigiladas epidemiológicamente en Andalucía ha sido al alza en el último lustro: el incremento de casos del conjunto de enfermedades venéreas ha sido del 52% en Andalucía.
Son varias de las conclusiones recogidas en la monografía de ITS elaborada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud, que recoge la tendencia de casos de infecciones más comunes entre 2015 y 2019. La infección gonocócica es la que más casos registró en 2019 tras experimentar un alza del 116% respecto a 2015. La infección por Chlamydia trachomatis se ha situado segunda tras subir un 43,4% en el mismo periodo, mientras que el alza de la sífilis, la tercera con más casos en 2019, ha sido del 9,5% desde 2015.
El coordinador del Plan Andaluz frente al VIH/sida y otras ITS, Javier de la Torre, añade al menor uso de los preservativos factores como la extensión de aplicaciones móviles para el encuentro o ligue. "Hay más facilidad para acceder al sexo y gente dispuesta a mantener relaciones sexuales", dice De la Torre, quien agrega un tercer elemento más habitual en poblaciones cosmopolitas: el uso de drogas recreativas vinculadas al sexo. Un fenómeno nuevo, una "moda" que reproduce las horas de las fiestas, "sustancias que mantienen el ánimo y las erecciones". "Es una cuestión que preocupa sobremanera ahora", destaca De la Torre.
Esta tendencia alcista se rompió en 2020, un caso tan insólito como insólito fue el primer año de pandemia. En relación a 2019, el descenso del registro de casos ha sucedido en las tres infecciones: los casos de infección gonocócica han decrecido el 34% en un año, la bajada de casos por Chlamydia trachomatis ha sido del 27% y los positivos de sífilis han decrecido un 36% en 2020.
Causas de menos casos en 2020
Los autores del informe andaluz atribuyen a varios factores este descenso en 2020. De un lado, a la asignación de gran parte de los recursos de la red de vigilancia epidemiológica a la notificación y control de la pandemia, lo que pudo causar una menor declaración de patologías ajenas al Covid-19, no sólo infecciones venéreas, que se une al menor acceso al sistema sanitario en las fases más duras del confinamiento y el presumible descenso del número de encuentros sexuales, particularmente las casuales, provocadas por esas mismas medidas dirigidas a controlar la propagación del virus, que ha causado el descenso del número de casos declarados.
Esta "situación excepcional", aclara el informe de Salud, ha de tenerse en cuenta a la hora de interpretar los datos que reflejan 2020, todavía "provisionales", señala De la Torre, quien retrasa a dos años la consolidación de las cifras. Estas ITS, además, son asintomáticas en aproximadamente un 50% de los casos, aclara De la Torre, pudiendo provocar problemas a medio plazo. "La clamídea –explica De la Torre como ejemplo– puede dificultar la concepción en las mujeres" o incluso "la aparición de problemas en fetos", problemas sólo reconocibles a medio plazo.
El frenesí tras la pandemia
Al responsable del Plan Andaluz frente al VIH/sida y otras ITS, en cambio, le preocupa una "probable explosión de relaciones sexuales con el fin de la pandemia". Ya sucedió en anteriores crisis sanitarias. "La más cercana fue la gripe de 1918-1919", indica De la Torre, cuyas secuelas, añadidas a la resaca de la Primera Guerra Mundial, derivaron en el frenesí de los "felices años 20".
Para evitar esa "explosión", el Servicio de Vigilancia y Salud Laboral de la Consejería de Salud recomienda un refuerzo en los programas de prevención, cuestión en la que coincide igualmente De la Torre, así como un detenido estudio de contactos estrechos, técnicas ya usuales en los servicios epidemiológicos andaluces después de dos años de pandemia del Covid-19. Salud sugiere un detenido estudio de contactos de VIH, sífilis y gonococia multirresistente, lo que ayudará a evitar la propagación, junto al hábito adquirido de realización de pruebas PCR o de anticuerpos.
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