La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El ex director de la división hotelera de Nuevos Hoteles Agrupados de Nueva Rumasa (Hotasa) Carlos Manuel Miranda Bacciarini negó ayer ante la juez Alaya que actuase de intermediario entre el empresario jerezano y presidente del grupo José María Ruiz Mateos y el conseguidor de los ERE Juan Lanzas, quien según la instructora habría recibido más de un millón de euros en comisiones por los cinco ERE realizados en cinco empresas de la familia.
En su declaración como imputado por un delito de malversación de caudales públicos en relación con la inclusión de dos intrusos en el ERE del hotel Cervantes de Torremolinos (Málaga), que recibió 12 millones de euros en ayudas de la Junta de Andalucía para las prejubilaciones de los trabajadores y la reforma del establecimiento, Carlos Miranda Bacciarini rechazó haber sido "intermediario en los pagos" realizados al ex sindicalista Juan Lanzas, que Alaya sostiene que habría cobrado entre 20.000 y 25.000 euros semanales o quincenales en pagos realizados en sobres.
Miranda Bacciarini explicó en su comparecencia que vio en dos ocasiones a Lanzas, una cuando lo conoció en el año 2005 en casa de José María Ruiz Mateos, quien se lo presentó como un "colaborador", y otra cuando le pidieron que recogiera un sobre en la garita del chalé de Somosaguas de Ruiz Mateos para entregárselo en Sevilla, aunque el imputado dijo que "no es conocedor ni consciente de que eso representara ningún pago", es decir, que no sabía el contenido del sobre, tal y como pusieron de manifiesto otros imputados que trabajaban como administrativos. El ex responsable de la división hotelera añadió que desconoce la funciones que "desempeñaba Lanzas para la familia Ruiz Mateos".
En cualquier caso, Miranda Bacciarini negó que haya influido en nadie para que le dieran ayudas para el ERE o para la inclusión de dos intrusos, Carlos Andrés Sendino y José Antonio Cuevas -quien también estaba citado ayer a declarar, pero que no compareció-, al tiempo que aseguró que en ningún momento tuvo conciencia de que estuviese haciendo "algo ilegal".
El imputado, que según la juez fue, además de director de Hotasa, administrador mancomunado del hotel Cervantes entre 2004 y 2005 y participó "activamente" en el proceso de reestructuración laboral, reconoció que recibió "el encargo" de José María Ruiz Mateos de iniciar el proceso de negociación con los trabajadores en representación de la empresa, pero explicó que "nunca supo" quien realizó las negociaciones con la Junta de Andalucía para que la Administración autonómica participara en la financiación del ERE, aunque supone que "eran los mismos miembros de la familia Ruiz Mateos".
El imputado rechazó que los dos trabajadores que Alaya considera intrusos tuviesen en realidad tal condición, ya que ambos trabajaban en empresas adquiridas por Nueva Rumasa -Viajes Marbesol y Autos Marbesol- y se les ofreció la posibilidad de seguir en el grupo en la única actividad que había en la Costa del Sol, el hotel Cervantes. El ex director de Hotasa dijo que fue Ruiz Mateos quien en "última instancia ordenó" que estas dos personas pasaran a la plantilla del hotel y admitió que se les reconoció la antigüedad -llevaban más de 20 años trabajando para el grupo- y aseguró que ambos comenzaron a trabajar en el hotel, algo que la juez considera incierto.
Al término de su declaración, la Fiscalía Anticorrupción ha reclamado una fianza civil de más de 120.000 euros para Carlos Miranda Bacciarini, una cantidad que supone el 20% de los 453.534,86 euros de las pólizas de los intrusos.
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