Más impuestos a las rentas altas, menos empresas públicas
Griñán presenta su plan de ahorro de 1.583 millones, de los que 846 son de inversión.
Más impuestos para las rentas altas (a partir de 80.000 euros) y nuevas tasas para los depósitos bancarios y las actividades más contaminantes. Menos gastos en las empresas públicas (que pasan de 255 sociedades instrumentales a 145), en dietas y en coches oficiales, pero sobre todo una amplia reprogramación de las inversiones por valor de 846 millones de euros. Con esta fórmula, la de más ingresos, a la vez que menos gastos, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se presentó el miércoles ante el Parlamento andaluz en el Debate del estado de la Comunidad. Una sesión, no obstante, que pivotó en torno al plan de ajuste que acometerá Andalucía a partir de este año, y que se traducirá en un ahorro de 1.583 millones de euros, de los cuales sólo 75,5 millones procederán de los impuestos que se puedan aplicar en 2010, básicamente el llamado céntimo sanitario, que grava el uso de combustibles.
En esa cifra de ahorro está incluida la reducción media del 5% del sueldo de los funcionarios, pero faltan la mayoría de los nuevos impuestos y la subida del IRPF, que comenzarán a aplicarse a partir de 2011. Una vez en vigor, y en un ejercicio normal, la Junta espera recaudar unos 350 millones de euros más. Con estas cifras de ajuste de las cuentas públicas andaluza, la Junta se quedará con un déficit del 2,4% del PIB en 2010 ( una décima menos del previsto) y del 1,3% en 2011, al que, no obstante, habrá que sumar las liquidaciones de ingresos que se le debe a la administración central, porque en 2008 y 2009 el Estado adelantó a las comunidades autónomas unos cantidades que fueron mayores a los reales a causa de la crisis económica.
Griñán se presentó en la Cámara con un plan de ajuste que gustó a sus parlamentarios más que el de José Luis Rodríguez Zapatero, porque incluyó un aumento de los ingresos por la vía de los impuestos y, en especial, por la subida del IRPF y por una tasa sobre los depósitos de las cajas y bancos con oficinas en Andalucía. Aun así, la mayoría del ahorro provendrá del recorte de salarios y del gasto público.
A partir de 2011, los andaluces que declaren más de 80.000 euros al año, que son unos 20.000, pagarán de uno a tres puntos más en el IRPF. La Junta crea tres tramos de la tarifa autonómica de este impuesto. Así, quienes cobren entre 80.000 y 100.000 euros tributarán al 22,5%, un punto más que ahora, de lo que resulta un 44% en total. De 100.000 a 120.000 euros pagarán dos puntos más, un 23,5% del tramo autonómico, un 45% en total. Y los de más de 120.000, tributarán tres puntos más, un 24,5%, lo que supone un 46% con el tramo nacional incluido. Según datos de la Consejería de Hacienda, ello puede suponer en un año normal unos 30 millones de euros más, aunque la cifra está por concretar.
Los parlamentos extremeño y catalán aprobaron también subidas similares en el IRPF, aunque con topes distintos. En el caso de Extremadura, a partir de 60.000 euros y en Cataluña, desde los 120.000 euros, cantidades dispares debido a la diferencia de niveles de rentas y, por tanto, a la capacidad de recaudación.
Estas subidas se ven acompañada de dos nuevos conceptos fiscales que ya se aplican en algunas comunidades autónomas, y que aportarán la mayoría del ingreso. El primero es una tasa sobre los depósitos que bancos y cajas tienen en Andalucía. La cifra es importante si se considera que nuestra comunidad, después de la madrileña, es la que cuenta con más depósitos en las entidades financieras. Se aplicará el 0,3% sobre depósitos de más de 150 millones de euros, el 0,4% entre la cifra anterior y los de 600 millones y el 0,5% para los mayores. La Junta, no obstante, aprobará importantes deducciones sobre este impuesto en función del dinero que las entidades gasten de su obra social en Andalucía y en las inversiones que realicen en proyectos públicos y privados que figuren como prioritarios en las leyes de presupuestos y en la estrategia del plan Andalucía Sostenible. Extremadura, que aplica esta tasa desde hace un lustro, tiene la norma recurrida ante los tribunales, aunque el Gobierno andaluz cree que la podrá salvar con esas deducciones.
La otra nueva figura de peso es el llamado céntimo sanitario, que grava el consumo de combustible a razón de 24 euros por cada 1.000 litros en el caso de las gasolinas y el gasóleo. Los fondos recaudados irán a parar al gasto sanitario. La Junta, además, impone una tasa a las bolsas de plástico, a razón de 10 céntimos por unidad, que deberán liquidarla los establecimientos comerciales. También aumentan los impuestos sobre el almacenamiento de residuos radiactivos y sobre vehículos altamente contaminantes como los quads, motos náuticas, los buques de recreos y las avionetas.
Junto al aumento de los ingresos, la parte gruesa del ajuste presupuestario corresponde a la disminución del gasto, en especial al aprobado ya de los sueldos de los funcionarios, pero al que habrá que sumar en 2010 un recorte de 846 millones de euros de reprogramación de inversiones y de transferencias de capital, que afectarán a casi todas las consejerías, y en especial a Obras Públicas, Medio Ambiente e Innovación, las más inversoras.
Además de ello, el programa de ajuste se acompaña de una serie de medidas de racionalización en el gasto de la administración, entre las que figura la reducción de 110 entidades instrumentales por la vía de la absorción, la fusión y la extinción. Griñán también se refirió a la "concentración" de las delegaciones provinciales, aunque descartó la disminución.
La Junta también congelará su plantilla hasta el año 2013, y sólo repondrá el 10% de las bajas, lo que producirá una disminución neta del número de empleados. Suprimirá el 15% de las horas extraordinarias, bajará otro 10% de las partidas de publicidad y protocolo, quitará el 10% de los gastos de dietas y desplazamiento y restringirá el uso de coches oficiales, lo que le llevará a una disminución de estas partidas.
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