La mujer y la hermana de Santiago del Valle asumían su pedofilia
Una agente de Policía que se infiltró en el entorno de la familia del pederasta confirma que las mujeres convivían con la atracción de Santiago por las niñas
Una agente del Cuerpo de Policía Nacional de Huelva testificó ayer en la tercera sesión del caso Mari Luz, en la Audiencia de Huelva, que tanto Rosa del Valle, acusada de coautora de la muerte de la pequeña y hermana de Santiago del Valle, principal acusado de los hechos, y la mujer de éste, Isabel García, afirmaron que Santiago decía sobre las niñas: "A mí con que anden, me basta", refiriéndose a la atracción sexual que sentía Santiago hacia las niñas.
En su declaración, esta agente, que acompañó en varias ocasiones a Rosa y que mantuvo conversaciones con ella antes de ser detenida, ha asegurado que ambas, tanto Rosa como Isabel, le comentaron la misma frase por separado y que Isabel lo hacía en tono sarcástico. Por otro lado, ha incidido en que las botas de Santiago del Valle estaban "muy limpias" y las suelas "impecables", horas después de la desaparición de Mari Luz.
Otro agente aseguró que el día 13 de enero por la tarde, había "cartones humedecidos" en el maletero del coche de Rosa del Valle, a lo que ha añadido otro agente que al día siguiente, cuando registró el coche de nuevo, "los cartones estaban secos, aunque tenían una mancha y olían a jabón o a perfume y que el coche estaba muy limpio".
La agente que mantuvo una relación "más estrecha" con Rosa antes de ser detenida, ha asegurado que ésta es "muy fría y muy inteligente", así como que Rosa le manifestó que "llevó a su hermano al Carrefour, porque no le importaba, pero que no se fijó en el carrito de la compra", aunque sí matizó que su hermano "volvió con las botas manchadas de barro y que pusieron la lavadora varias veces". Esta misma agente declaró que el día 7 de marzo, día en el que apareció el cuerpo de la menor, Rosa del Valle "no decía nada, se cerró en banda y no comentó que se iba a ir de Huelva", pero sí que se sentía "amenazada por la familia de Mari Luz".
En cuanto a la relación de Rosa con Santiago, la agente remarcó que "no era tan mala y que comentaban cosas íntimas". No obstante, aseguró que "no se llevaba tan bien con Isabel y que incluso llegaron a las manos". La policía hizo hincapié en que Santiago del Valle es una persona "muy inteligente". La agente incluso un día acompañó a Rosa del Valle a misa porque decía que quería ir para "ver si la virgen la iluminaba y le decía dónde estaba Mari Luz". "Tenía un comportamiento extraño", agregó.
Otro testigo, también policía, matizó que cuando fueron a la casa de Santiago del Valle, tras una llamada de la Policía, se encontraron en la puerta a unas 200 personas en la puerta y que Santiago del Valle, Rosa e Isabel estaban "muy nerviosos", así como que registraron la casa pero no encontraron nada relevante, aunque estaba "muy destartalada". Isabel gritaba que le tenía "pánico a los gitanos", declaró el agente.
En la madrugada del 14 de enero, estos agentes fueron alertados por unas mujeres, de que ambos "habían hecho las maletas y se iban a coger el autobús", momento en el que le registraron las maletas pero sin ser detenidos.
El agente que detuvo a Santiago y a su mujer en Granada testificó que del Valle estaba "muy tranquilo porque se acercaron de paisanos", pero que la mujer empezó a "ponerse nerviosa y dijo que eran de Huelva pero no tenían nada que ver con la niña, que su marido había tenido problemas de la justicia y que por esas circunstancias querían cambiar de aires", indicando además el agente que le sorprendió porque llevaban "varios móviles".
Un miembro de la Policía Científica aseguró que al día siguiente, el 14 de enero, hicieron una investigación "ocular en toda regla buscando huellas, ropa, cabellos, etcétera", pero aseguró que no se encontró nada relevante. En cuanto a la autopsia del cuerpo de la niña, indicó que fue "muy exhaustiva" y que duró nueve horas, así como que se tomaron 60 muestras distintas del cuerpo de Mari Luz y doce tomas de agua de donde apareció el cadáver, el Estero del Rincón, un lugar al que "se llegaba con facilidad en coche hasta donde había unas estacas puestas, de donde sale un camino de tierra y se puede llegar andando", según el policía.
Por otra parte, Juan José Cortés, el padre Mari Luz, aseguró ayer que la reacción de su mujer, Irene Suárez, que increpó a Santiago del Valle, cuando éste se montaba en el furgón policial, es "inevitable", así como que es "normal" que existan "altibajos" porque todo está siendo "muy duro". Cortés dijo que están viviendo "una situación difícil" y que espera que la familia siga teniendo "la misma fuerza", a la par que ha insistido en que el altercado de ayer es "normal y no se pudo evitar".
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