Los embalses del Guadalquivir ganan en cuatro días el consumo de agua en Andalucía de más de cuatro meses
El volumen de agua embalsada es un 16% superior al de hace un año
Emasesa eleva al 63% la cantidad de agua en sus pantanos
La CHG garantiza el abastecimiento de agua de más de 4 millones de andaluces para los próximos 3 años
Las reservas de agua de los embalses de la cuenca del Guadalquivir han aumentado con el paso de la dana de esta semana en 180 hectómetros cúbicos y se encuentran al 34,5% de su capacidad total, según los datos recogidos por el SAIH (Sistema de Información Hidrológica) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Esta cantidad supone el consumo de la población andaluza durante más de cuatro meses.
Por su parte, según Emasesa, el volumen embalsado es de 404,06 hectómetros cúbicos, el 63% del total, lo que permite no llegar a la situacion de prealerta y hablar de plena normalidad hídrica.
Según la CHG, el volumen de agua disponible en sus pantanos asciende hoy a 2.776 hectómetros cúbicos, lo que supone 1.274 y casi 16 puntos porcentuales más que hace un año en este mismo periodo de tiempo.
Desde el inicio del año hidrológico, el pasado 1 de octubre, las reservas de agua se han incrementado en 355 hectóometros cúbicos, lo que representa un 4,4% de aumento respecto a la capacidad total de los embalses de la cuenca del Guadalquivir (8.034).
La precipitación media acumulada en la cuenca desde durante los últimos siete días ha sido de 60,4 litros por metro cuadrados (l/m²).
Durante el primer día de este episodio de lluvias, los valores más altos se registraron en la cuenca del Guadiana Menor (zona oriental de Granada) y en Cazorla (Jaén).
Las precipitaciones más intensas se produjeron en la zona occidental de la cuenca, en las provincias de Sevilla y Huelva y destaca que enapenas un día se registraron 85 litros por metro cuadrado en La Bolera (Jaén), 75 litros en Salobre (Albacete) o 65 en Retortillo (Córdoba).
Como consecuencia de estas lluvias, algunos cauces de la parte no regulada de la cuenca han visto incrementados sus niveles, como los casos de la rambla de Guadix o los ríos Guadaíra y Corbones, pero sin haberse registrado daños importantes, según la CHG.
Por otro lado, el embalse de Aracena en Huelva, es el que tiene un porcentaje mayor de todos los que abastecen de agua a la capital hispalense y llega a los 40,43 hectómetros cúbicos, es decir, el 31,4% de su capacidad. Zufre está al 47,4% con 83,16 hectómetros cúbicos de agua almacenados: Minilla, al 72,5% y casi 42 hectómetros, mientras que el de Gergal está caso al límite de su capacidad de embalse. Por último, el de Melonares, almacena 170,4 hectómetros cúbicos, (el 92%) y el de Cala llega al 57,8% con 34 hectómetros cúbicos.
El Guadiamar alimenta a Doñana
Mientras en Valencia el agua se ha convertido en muerte y desolación esta semana, ese mismo recurso natural está llevando la vida al Parque Nacional de Doñana, gracias a los más de 200 litros de agua por metro cuadrado que han caído en la cabecera del río Guadiamar. La crecida de esta corriente fluvial ha hecho que, incluso, se acerquen a verla discurrir vecinos de zonas por donde pasa el río, para comprobar en vivo un espectáculo de la naturaleza que muchas personas tenían casi olvidado, con el cauce repleto de agua camino del sur de Andalucía.
Según el geógrafo, Jesús Núñez, que la vida que en estos días ha llegado al río es gracias a que se han superado los 100 litros por metro cuadrado en su cabecera. Núñez intenta, desde sus redes sociales, hacer pedagogía para que sus seguidores conozcan bien algunos conceptos de la meteorología, recordando que, en alguna ocasión, puede llover mucho y que el cauce no se vea aumentado, porque todo depende de superar la cifra de 100 litros, además de que hay que tener paciencia, y esperar a que las escorrentías lleven cauce abajo todo el agua que cae en la cabecera.
El Guadiamar nace en la Sierra Morena sevillana, cerca del municipio de El Castillo de las Guardas, y es responsable en buena parte del ecosistema de los municipios por donde pasa, como Gerena, Sanlúcar la Mayor, Olivares, Benacazón o Aznalcázar, hasta que se une al Guadalquivir a la altura de Isla Mayor, a tiro de piedra de Doñana.
Tiene, además, sus propios afluentes, como el río Agrio y el arroyo Ardachón. "Es vida que corre por los campos", explicaba un joven este viernes mientras veía pasar el agua como hacía mucho que no se veía, camino de terminar, en buena parte, en las marismas de Doñana, y llevar esa misma vida al Parque Nacional que comparten las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz.
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