Los funcionarios andaluces se concentran este lunes para exigir la "continuidad" de Muface

CSIF convoca este 11 de noviembre a los empleados públicos en las subdelegaciones del Gobierno de las ocho provincias

El SAS calma a los mutualistas de Muface: "Estamos preparados"

Un grupo de funcionarios protestan en una manifestación.
Un grupo de funcionarios protestan en una manifestación. / Efe

Más de 322.000 funcionarios andaluces están afectados por la renuncia de Adeslas, Asisa y DKV a presentarse a la licitación del concierto para prestar asistencia sanitaria en el ámbito de Muface, la mutualidad de los funcionarios. Eran las tres aseguradoras que prestaban asistencia sanitaria mediante el servicio de Muface en el último concierto. Ante esta situación, la Central Sindical de Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha convocado este lunes 11 de noviembre en toda España concentraciones, incluido en Andalucía, donde las protestas han sido convocadas en las ocho capitales andaluzas a las 12:00 horas y ante las puertas de las subdelegaciones del Gobierno. La central sindical no sólo reclamará la continuidad de la asistencia sanitaria a los funcionarios adscritos a Muface sino que demandará mejoras laborales para los empleados públicos.

Fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) sostienen, en línea con la consejera portavoz de la Junta, Carolina España, que las comunidades autónomas se encuentran "a la espera de las indicaciones del Ministerio" acerca del conflicto entre Muface y las aseguradoras privadas.

El Gobierno ha anunciado que tiene previsto publicar una nueva licitación para la asistencia sanitaria de Muface después de que las aseguradoras hayan decidido no acudir a la oferta actual. "Una vez que la licitación ha quedado desierta, Muface, como órgano de contratación, iniciará los trabajos para una nueva licitación", indica el Ministerio de Transformación Digital y para la Función Pública en un comunicado. En todo caso, el Gobierno ha asegurado que todos los mutualistas seguirán recibiendo la asistencia sanitaria en las condiciones actuales, con las prórrogas y los mecanismos "previstos en la Ley de Contratos del sector público", según ha detallado el Ministerio y ha informado Europa Press.

De los 322.868 funcionarios andaluces que están en Muface, una cifra que la Junta de Andalucía eleva a más de 400.000 afectados, una quinta parte (62.023) reciben prestaciones sanitarias en la Seguridad Social. El resto se reparten entre Adeslas (109.774), Asisa (105.838) y DKV (45.227). Hay seis funcionarios andaluces que están en DKV Internacional. 

En el comunicado donde informa de su decisión, la aseguradora DKV detalla que tendría unas pérdidas de 77 millones de euros en dos años, casi las mismas que en el anterior concierto, que fue de tres años. La compañía asegura que el modelo está infrafinanciado, ya que el gasto de prestaciones médicas en el último concierto ha sido más de un 10% superior a la prima que ha recibido. Asisa ha decidido por su parte presentarse únicamente a los conciertos de Isfas y Mugeju, por lo que también evitará el de Muface. La entidad ha considerado que en Isfas y Mugeju "se dan las condiciones mínimas" para la continuidad del modelo de mutualismo, mientras que en Muface no.

"A pesar de nuestra firme voluntad de mantener la vinculación con Muface, la falta de una financiación adecuada junto a unas coberturas más exigentes en algunos aspectos que las que presta el Sistema Nacional de Salud (SNS) y la decisión del resto de entidades de abandonar el servicio a esta mutualidad hacen imposible para Asisa mantener la adhesión al modelo sin poner en serio riesgo la solvencia de nuestra compañía", considera Asisa.

Discrepancias en las subidas de las primas

El pasado 8 de octubre, el Gobierno sacó a licitación pública el nuevo concierto de las tres mutualidades con una subida en la prima del 17,1% en dos años. La primera oferta del Gobierno a las aseguradoras fue un alza en las primas del 14%, algo insuficiente para ellas y tras lo cual amenazaron con levantarse de la negociación y dejar caer el concierto. Pedían un alza del 40% para no agravar sus pérdidas.

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