El fuego azota el verano de Tarifa
Un incendio en el parque natural del Estrecho obliga a la evacuación de más de 700 personas, turistas de un hotel en Atlanterra y familias, ante la cercanía de las llamas · Unas 200 hectáreas pueden estar afectadas
Más de un centenar de llamadas telefónicas de particulares alertaron sobre las 12:40 de ayer al servicio de Emergencias del inicio de un fuego en la zona de El Realillo, en la falda sureste de Sierra Plata en plena ensenada de Bolonia, dentro del término municipal de Tarifa.
En pocos minutos, avivadas por el viento de levante que fue adquiriendo fuerza a medida que avanzaba la tarde, el fuego comenzó a adquirir proporciones considerables y a extenderse ladera arriba para que pasadas las 15:00 afectase a la otra cara de la sierra y avanzase incontroladamente ladera abajo en dirección noroeste, lo que obligó a la evacuación de varias viviendas de la zona de Los Alemanes.
Hasta 19 unidades aéreas trabajaban, al cierre de esta edición, en la extinción del fuego, que a falta de conocer su origen y masa forestal calcinada, se ha catalogado como de nivel uno, lo que se traduce en riesgo de afectación a viviendas. Es por ello por lo que pasadas las 18:00, los Servicios de Emergencia coordinados desde el Puesto de Mando Avanzado ubicado en la zona del Cortijo del Moro ordenó la evacuación de alrededor de 700 personas, tanto del hotel Meliá Atlanterra, como de familias de una urbanización cercana, ante el abundante humo que invadía la zona y por la proximidad de las llamas.
Con rachas que superaron los 80 kilómetros por hora, los esfuerzos de los efectivos humanos y materiales poco podían hacer y las llamas avanzaban a pesar de que los helicópteros y aviones no paraban de verter agua contra las llamas y refrescar el lugar, ubicado en pleno parque natural del Estrecho.
Cuatro camiones autobombas, 12 técnicos forestales, más un número indeterminado de agentes, 75 especialistas en extinción y la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias, intentaban controlar desde tierra el avance de la lengua de fuego que atravesaba perpendicularmente buena parte de la sierra tarifeña. Por otro lado, maquinarias pesadas se esforzaban en abrir cortafuegos que impidieran que las llamas afectasen a las viviendas.
Desde el aire, la actividad no cesaba, y en las lagunas cercanas los helicópteros no paraban de repostar agua. Hasta seis naves en un reducido espacio aéreo se acumulaban en una imagen que delataba la voracidad de las llamas y el consiguiente peligro que se cernía sobre Atlanterra, cuya carretera de acceso era una procesión de vehículos huyendo del lugar.
Se emplearon hasta 19 unidades aéreas distribuidas en tres aviones de coordinación, un avión de carga en tierra, cinco helicópteros de transporte y dos helicópteros pesados, en cuanto a los medios de la Consejería de Medio Ambiente, que se vieron reforzados por el dispositivo aéreo del Ministerio compuesto por un avión de coordinación, cuatro aviones anfibios, una avión de carga en tierra y dos helicópteros pesados.
El alcalde de Tarifa, Miguel Manella acudió hasta el centro de operaciones ubicado en Atlanterra, lamentó los hechos y mostró su preocupación por las consecuencias que el fuego tiene a nivel medioambiental, así como por los perjuicios que ocasiona en las personas que tuvieron que ser desalojadas. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente cifraron en 200 las hectáreas afectadas de matorral, alcornoque y eucalipto, si bien añadieron que las causas aún no se han determinado.
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