Las flores no saben cuándo florecer
Observan variaciones en los patrones de especies como el almendro y el lino bravo
Los investigadores asocian las modificaciones al cambio climático
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El reino vegetal no tiene rey ni reina ni nadie que lo gobierne; ha perdido el norte y ha perdido el sur. Sin brújula, las plantas se han vuelto locas. Las hay que florecen cuando no deben y otras que lo hacen dos veces en un mismo año. Con inviernos que parecen primaveras, primaveras menguantes y veranos más largos y olas de calor más duraderas, las flores han dejado de saber cuándo salir. Los botánicos creen que este sindiós de la naturaleza está relacionado con el cambio climático.
El informe de 2023 de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) ha documentado un buen número de anomalías en el comportamiento de especies vegetales comunes. Es el caso del almendro. Después de 44 años de observación detallada, sin fallar un solo año, el jefe de la oficina de Getafe, Javier Cano, se encontró en enero con ejemplares de almendros en flor con hojas verdes del año anterior. Era la locura. Las hojas deberían haber caído a finales de otoño o al inicio del invierno.
También sucede con el lino bravo, la especie de la que se extrae el aceite de linaza. La floración de esta planta, que vive en gran parte de Europa, registra diferencias de hasta seis meses, dependiendo de dónde esté. Las plantas florecen cuando no tienen que florecer, algo que "no solamente es grave para las plantas silvestres sino también un gran problema para la gestión de los cultivos", ha alertado la profesora del Departamento de Botánica de la Universidad de Granada Rocío Pérez Barrales en unas declaraciones recogidas por Efe. Su estudio avisa de que el clima es cada vez más imprevisible para los vegetales. Y detrás de todo está el cambio climático.
La lluvia y el sol encienden los interruptores vegetales
Las flores dan los frutos y de los frutos depende una parte importante el reino animal, que va camino de ir perdiendo el rey y la reina, como pasa con el vegetal. Las condiciones climáticas condicionan los periodos reproductivos de las plantas. Los vegetales perciben las señales del ambiente para activar el proceso vital. La lluvia, el sol, la temperatura y la luz son los signos de los que toman nota las plantas para poner en marcha el ciclo, son los estímulos físicos que estimulan las señales químicas con los que encender los interruptores que activan o desactivan la germinación y la floración.
La investigadora Pérez Barrales no sólo ha encontrado en su estudio "que la floración se puede predecir por las condiciones climáticas que experimentan las plantas en sus localidades de origen" sino que también ha identificado que "las poblaciones se comportan de distinto modo en el sur de España y en el norte de Inglaterra". La floración, ha encontrado la botánica, se distancia hasta en seis meses, como si hubieran perdido el norte.
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