"El estreptococo A es una bacteria que vive con nosotros, no hay motivos para la alarma"
María José Lirola | Pediatra
El diagnóstico se hace a través de un estreptotest y su tratamiento es a base de antibiótico, normalmente amoxicilina durante una semana
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Estreptococo A: síntomas, tratamiento y recomendaciones
No hay motivos para la alarma. El estreptococo A no es una bacteria nueva, no causa enfermedades desconocidas y tampoco es resistente a los antibióticos. Se trata de una bacteria común que suele estar en la garganta y que en la mayoría de casos no provoca enfermedades. Es el mensaje que llevan días repitiendo algunos los pediatras. No obstante, el estreptococo A también es culpable de infecciones leves, como la amigdalitis y la faringitis; y de otras más graves, como la escarlatina y la enfermedad invasiva.
Para arrojar más luz sobre este asunto, hablamos con María José Lirola, pediatra y coordinadora de Pediatría del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud.
"Estamos todos en alerta porque es verdad que es un germen que a todos nos da respeto, porque puede ser muy agresivo, y los pediatras lo tenemos siempre en la cabeza, pero hay que tener cuidado y no alarmar en exceso a la población. Tenemos armas contundentes para diagnosticarlo y sabemos perfectamente qué hacer y cómo tratarlo", explica la pediatra.
Llamamiento a la calma
En esta línea, María José Lirola llama a la calma. "Es un germen que vive con nosotros y que conocemos bien. Sabemos a los que nos enfrentamos", aclara. Para su diagnóstico, los pediatras cuentan con el llamado estreptotest, que se hace en menos de cinco minutos y que permite saber si se trata de un virus o de una bacteria. Si es una bacteria el resultado sería positivo y el médico recetaría el antibiótico correspondiente, normalmente amoxicilina durante una semana.
"Por lo general, es un germen que solemos diagnosticar bien y que tiene unos síntomas muy característicos. Los test rápidos tienen una sensibilidad bastante alta y el hecho de que sean negativos nos da seguridad de que no estamos ante una infección bacteriana", explica. "En cualquier caso, si tenemos dudas, y vemos un cuadro muy típico, ponemos antibiótico y hacemos un cultivo para quedarnos más tranquilos, pero eso sería sólo de forma excepcional por alta sospecha y test negativo", añade.
Dicho esto, la doctora pide a los padres "sentido común" para vigilar la evolución de los menores en caso de síntomas compatibles. "A los padres les decimos que hay que ver la evolución porque se empieza con síntomas catarrales y hay que ver si hay cambio clínico para volver a evaluar. Una señal es que los procesos bacterianos graves Streptococcus pyogenes producen una afección del estado general, es decir, tenemos un niño que está decaído, que no tiene ganas de jugar, y eso siempre es un síntoma que puede alertar de que un proceso grave está en marcha", concluye.
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