La intrahistoria del baño secreto en el despacho de la Junta de Andalucía, un escándalo de hace 14 años
Hallazgo en un despacho de la Consejería de Salud
Los sindicatos ya denunciaron en 2006 que el secretario general de Calidad de la Consejería de Salud había ordenado instalar el verano anterior una columna de hidromasaje en su despacho
El Gobierno de Juanma Moreno ha advertido en comparecencias y foros públicos que, además de "gestionar", se seguirán levantando alfombras y fiscalizando la acción del Ejecutivo socialista
Hallan un cuarto oculto con ducha de hidromasaje en la Consejería de Salud de la Junta
La historia no es nueva pero la foto sí. El escándalo ya desató una dura polémica hace 14 años pero entonces se quedó en el espacio de los medios, los sindicatos, los políticos y el selecto grupo de los lectores de prensa. Que un alto cargo de la Junta se instalara una columna de hidromasaje en su despacho fue una noticia a cinco columnas en enero de 2006 y vuelve a protagonizar hoy la actualidad por la suma de dos circunstancias: que hay nuevos inquilinos en el Gobierno andaluz dispuestos a compaginar la "gestión" con una implacable fiscalización de la etapa socialista -el propio portavoz Bendodo no pierde la ocasión de advertir en sus comparecencias que se seguirán levantando todas las alfombras que sea necesario- y que la información ahora vuela sola con un impacto incontrolable en las redes sociales.
El cuarto secreto con la ducha de hidromasaje se ha convertido esta semana en un tema viral porque sigue siendo tan "insólito" hoy como hace una década conocer comportamientos, cuanto menos cuestionables, que se meten de lleno en la vida secreta de los políticos. En su momento, la Junta -gobernada por el PSOE- liquidó el tema argumentando que se trataba de un pequeño "aseo" porque el alto cargo pasaba mucho tiempo trabajando en su despacho y se negó que hubiera una columna de hidromasaje.
El cuarto fue habilitado a petición del entonces secretario general de Calidad y Modernización de la Consejería de Salud, José Luis Rocha Castilla, y pese a la insistencia de medios como El Mundo para conocer su versión, nunca quiso hacer declaración alguna. Hoy, gracias a las imágenes que se han difundido, es fácil comprobar que muy transparente no era y que hidromasaje sí que había...
Tampoco se ha sabido hasta ahora que estaba escondido detrás de una estantería. Ni cuánto costó. Ni si era una solicitud habitual. Ni si había algún condicionante personal o médico que lo requiriera. Cierto es que tampoco en 2006 eran tiempos de transparencia. La noticia salió a la luz al filtrarse el escrito que los sindicatos (Ustea, CSI-CSIF, CCOO, UGT y el Sindicato Andaluz de Funcionarios, junto con el comité de empresa y la junta de personal de la Consejería) remitieron al número 2 de Salud, Enrique González, denunciando el caso y pidiendo una explicación. Su posición fue contundente: "un hecho insólito en todo el ámbito de la Administración de la Junta de Andalucía".
Entre la perplejidad y el despilfarro
El Gobierno del Cambio (PP-Cs) comienza el año con la misma hoja de ruta con la que terminó 2019 -una revisión con lupa a los 37 años de gestión socialista- y, pese a las lecturas exageradas y hasta cómicas que están desatando sus "descubrimientos", la realidad es que son hechos ciertamente controvertidos los que sostienen la campaña de denuncias.
En esta línea se están pronunciando los lectores que, tanto en la web de Diario de Sevilla como en Facebook y en Twitter, se están haciendo eco de la noticia con sus particulares visiones y comentarios. La perplejidad es compartida casi tanto como la exigencia de transparencia:
En el lado contrario, tampoco son pocos los usuarios que reclaman mesura y prudencia al Gobierno que justo ahora cumple un año en San Telmo:
Según la versión oficial sobre el nuevo hallazgo, el habitáculo detrás de una estantería en la sede de la actual Consejería de Salud y Familias ha salido a la luz cuando el secretario general de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Junta, Isaac Túnez, guardaba algunas de sus pertenencias y, de inmediato, avisó al consejero Jesús Aguirre detallando que el espacio ocupaba 9 metros cuadrados y que no había constancia ni registro alguno.
Dentro de la estancia hay un pequeño sillón gris, una mesa baja y un mueble sobre el cual hay una televisión. No obstante, lo más llamativo del habitáculo es que cuenta con una ducha con columna de hidromasaje como constatan las imágenes difundidas.
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